El Vallhund sueco es un perro pastor de pequeño tamaño que es característico por su extremada inteligencia y energía. Se tiene constancia de la existencia de esta raza desde hace miles de años y una de sus particularidades es que son pedros muy aulladores, que incluso tienen su propio lenguaje de ladridos, conocido como 'argle bargle'. El Vallhund sueco es un fantástico perro guardián y una de sus ventajas es su tamaño para tratarse de un perro pastor. No obstante, se trata de una especie que necesita de compañía y de actividad, así que si deseas acoger a un Vallhund sueco como mascota, lee este artículo para conocer todas sus particularidades.
Orígenes e historia del Vallhund sueco
También conocido como Pastor sueco, el Vallhund sueco tiene sus orígenes en Suecia y su historia se remonta al siglo IX cuando se popularizó como buen perro cuidador de ganados. Sin embargo, se tiene constancia de su existencia desde la época de los vikingos, es decir, hace más de mil años. Fueron ellos los que lo educaron para ser un animal depredador capaz de capturar animales como las ratas, además de vigilar las casas y el ganado. Estas características le hacían perfecto para limpiar los barcos de roedores portadores de enfermedades.
Esta raza de perro estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo pasado, pero dos artistas suecos, conscientes de la peligrosa situación de la raza, comenzaron un programa de crianza de Vallhund para evitar su completa desaparición. Bjorn von Rosen y Karl Gustaf Zettersen, así se llamaban los artistas, se recorrieron varias zonas rurales de Suecia en busca de los mejores modelos de pastores suecos restantes, consiguiendo tres hembras y un macho. De esta forma consiguieron aumentar el número de ejemplares hasta nuestros días, siendo en 1953 cuando la raza logra adoptar su nombre oficial y en 1976 cuando se creó la asociación especial del Vallhund sueco para controlar el trabajo de cría de manera segura.
Características físicas del Vallhund sueco
Este tipo de perro mide entre los 29 y los 35 centímetros de altura y pesa entre los 9 y los 14 kilos, siendo las hembras por lo general de menores dimensiones. Tiene apariencia de perro resistente y robusta, a pesar de tratarse de ejemplares de extremidades cortas. Su cabeza es alargada y aplanada, sus ojos tienen forma ovalada y son de color marrón oscuro, sus mandíbulas no son prominentes y sus orejas son quizá uno de sus rasgos más característicos al ser puntiagudas y mantenerse siempre estiradas, estando cubiertas de pelo.
Su lomo es alargado en comparación al tamaño de sus extremidades y la apariencia de sus patas es fuerte. En relación a la cola del Vallhund sueco, pueden existir dos tipos reconocidos, tanto larga como corta y pueden llevarla tanto hacia arriba como hacia abajo. El pelaje de esta raza de perro es su característica más conocida al acercarle a los perros pastores de montaña. De aspecto semilargo y fuerte en el exterior, en la parte más cercana a la piel guarda un manto de pelo suave y el color puede variar entre gris, castaño, amarillo o tonos rojizos.
Comportamiento del Vallhund sueco
Respecto al carácter de estos perros, cabe señalar que se trata de ejemplares muy fieles a los que les gusta mucho recibir la atención de sus amos, así como son cariñosos y amantes de los juegos. Por lo general aceptan muy bien a todas las personas aunque es cierto que como buen perro guardián, extraña a los desconocidos y puede alterarse. Por este motivo es recomendable enseñarles desde cachorros a socializar para evitar malos comportamientos con otros perros en su edad adulta, además de facilitar la integración en el hogar. Asimismo, el Vallhund sueco destaca por ser un perro independiente al que no le importa la soledad, aunque sí que necesitará de estímulos para no aburrirse.
Por otro lado, este tipo de can es muy enérgico al tratarse de un perro que en su pasado se dedicó al pastoreo. Así pues, precisará de horas de actividad diarias para gastar su energía y si sus dueños no se las dan, es probable que se revuelva o intente escaparse de forma instintiva. También es importante que sepas que para no aburrirse el Pastor sueco necesitará juegos que activen su mente o su sentido del olfato y de esta forma mantenerse bajo control. No obstante, es un perro muy obediente capaz de asimilar fácilmente las órdenes de sus amos y son aptos para el adiestramiento.
Cuidados del Vallhund sueco
Como ya hemos comentado, esta raza de perro es muy atlética y en el caso de que estés pensando en acoger a un Vallhund sueco, ten en mente que no podrás darle una vida sedentaria. Por eso, si el espacio que le vas a poder dar a tu mascota es un piso debes contar con aportarle al menos una hora al día de actividad además de sus paseos. Además, para prevenir la obesidad en estos perros debes fraccionar la comida y facilitarle una rutina equilibrada para mantener sano todo su organismo, que también puede incluir comida casera.
Si bien el ambiente rural es idóneo para él, estos perros pueden alcanzar a vivir entre los 12 y los 14 años también en las ciudades. Asimismo, el Pastor sueco es un animal bastante resistente a las enfermedades, como suele ser el caso de todos los perros pastor. Es muy resistente al frío, pero no al calor debido a la gran densidad de su pelo, así que es un aspecto a tener en cuenta. Pero por lo general no es propenso a desarrollar un cierto tipo de enfermedades así como no sean detectado trastornos de carácter hereditario.
Un hecho que sí es una realidad en los Vallhund suecos es que a una edad avanzada pueden desarrollar problemas oculares o de movilidad, pero estos estarían más relacionados con el peso de los años que con problemas específicos de la raza. Respecto al cuidado de su pelo, de tamaño medio y de gran densidad, conviene cepillárselo una vez por semana para evitar la aparición de nudos. No obstante, no es preciso cortarlo y es recomendable lavarlo una vez al mes para mantener al animal con una buena higiene.