Antiguamente, si perdías a tu mascota no había forma de poder encontrarla a no ser qué lo encontrases por casualidad, o alguien supiera que era tu perro y al encontrarlo se pusiera en contacto contigo. Algunos perros llevaban una pequeña placa en el collar donde ponía algunos datos como el nombre del perro y el número de teléfono del dueño, para poder localizarlo de inmediato.
Tras el invento del microchip, este problema desapareció de inmediato y la tasa de abandono de las mascotas disminuyó considerablemente. En Bekia te contamos un poco más acerca de este gran invento para fomentar la seguridad de nuestros animales.
El microchip tiene el tamaño de un grano de arroz
Cuando vas al veterinario a que le introduzcan el microchip a tu perro no sentirá dolor ninguno, pues es como si fuese una vacuna, y permanece en el animal permanentemente. El microchip es una pequeña cápsula de menos de 1,5 cm que se introduce en el cuello del animal para poder ser identificado en cualquier momento. Digamos que se asemeja al DNI que tenemos las personas para poder ser identificados.
Si te encuentras algún perro perdido o piensas que alguien lo ha abandonado, debes acudir al veterinario y ellos averiguarán a quién pertenece, gracias a un lector que tienen para leer los números digitales instalados en su interior. De esta forma, no sólo ayuda a devolver a sus dueños aquellos perros perdidos, sino que también disminuye la tasa de abandono o robo al poder ser identificados.
No existe edad para la implantación del microchip
Es recomendable que se lo implantes cuando tu perro sea cachorro, aunque puede ser en cualquier momento de su vida. No obstante, por ley es obligatorio implantarlo a partir de los dos meses de edad. Para proceder a su implantación, debes rellenar un formulario por triplicado y tú debes quedarte el original. Tras esto, el veterinario debe registrar los datos del microchip en una base de datos de tu Comunidad Autónoma.
Es importante que sepas que si te mudas a otra ciudad o a otro país no es necesario sustituir el microchip por otro nuevo. No obstante, es de suma importancia que los datos sean modificados correctamente, y para ello deberás acudir a tu veterinario. Los datos asociados al chip de tu perro deberán estar siempre actualizados.
Si tu perro se pierde, deberás notificarlo en el Registro o Archivo de Identificación de Animales de Compañía de tu Comunidad. Si te has mudado de ciudad y tu perro se ha perdido en una Comunidad Autónoma donde no ha sido registrado, también debes notificar su desaparición en la misma para agilizar los trámites, porque a lo mejor no tiene constancia.
La base de datos donde resultan inscritos los animales de compañía depende de cada Comunidad Autónoma. En Andalucía, por ejemplo, la base de datos se denomina RAIA (Registro Andaluz de Identificación Animal), propiedad del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios.
Mitos sobre el microchip
Se piensa que el microchip causan algunos problemas tras su implantación, o sirve para determinadas cosas más allá de su verdadera función. Por ejemplo, el microchip no causa ninguna reacción alérgica tras su implantación, pues está hecho de vidrio suave y biocompatible para evitar precisamente que ocurran problemas de este tipo.
Así, el microchip no contiene metal ni elementos contaminantes. Del mismo modo, no necesita ningún cuidado especial tras su implantación, ni tu perro debe tomarse ningún tipo de medicación. No obstante, no apliques antipulgas, perfume o loción en la zona donde ha sido implantado, para prevenir infecciones o algún tipo de dolor.
El microchip es una cápsula que lleva inscrita una serie de números digitales para identificar a tu perro. Por eso, en ningún caso debemos confundirlo con un localizador GPS. No es un geolocalizador que podemos controlar desde el móvil o desde cualquier otro dispositivo, pues no emite señal ni tiene ningún tipo de batería.
Por último, es muy raro que el microchip se desplace por sí solo a otros lugares donde no ha sido implantado. Es recomendable que acudas al veterinario de tu perro al menos una vez al año para revisar su posición gracias al lector que poseen para detectarlo, y así comprobar que todo está correctamente. De este modo, evitarás problemas si tu perro ha desaparecido, por si se ha desplazado o los dígitos resultan ilegibles.
Y en los gatos, ¿Es obligatorio?
Cada Comunidad Autónoma está sujeta a su propia legislación, así que en función de la misma la obligatoriedad variará. Por ejemplo, en el País Vasco, el microchip debe ser implantado obligatoriamente en perros, pero no en gatos, excepto aquellos que vayan a viajar al extranjero.
En lugares como Andalucía, Cantabria, Madrid, Cataluña y Galicia es totalmente obligatorio que tanto perros como gatos lleven el microchip incorporado. Las personas piensan que no es necesario ponerle el chip a su gato porque siempre están en casa y nunca salen de ella. No obstante, es recomendable que todas las mascotas domésticas como los perros y los gatos lo tengan incorporado, pues nunca sabes cuando podrá pasar una desgracia y acaben escapándose de casa.
De tantos gatos encontrados en los refugios, unos 36.000 recogidos anualmente podrían volver a sus casas si tuviesen el microchip implantado. Recuerda que todo es pensando en la seguridad de tu mascota. Al tener el chip incorporado, la diferencia puede pasar de estar perdido unas horas, a estar perdido toda la vida.