Tener gatos implica no solo jugar con ellos, acariciarlos y disfrutar de su compañía y de todo lo positivo que esto conlleva, también implica preocuparse por ellos, estar pendientes del felino, ver si todo va bien a nivel de salud y mantenerle en unas condiciones sanitarias óptimas. Es complicado, requiere esfuerzo y sacrificio, pero todo aquel que tiene gatos sabe que merece la pena. Son animales muy especiales, sociables, cariñosos e inteligentes, con lo cual compartir hogar con uno de ellos es todo un lujo.
Lo que muchos humanos no suelen saber es que los gatos también pueden padecer enfermedades que solemos considerar propias de los humanos, como puede ser el estreñimiento. Sí, tu felino puede estar sufriendo estreñimiento sin que tú te des cuenta. ¡Y puede ser muy doloroso! Ya sabes que los gatos no suelen transmitir fácilmente cuando algo les duele, porque les hace sentir vulnerables y, al ser presa potencial de otras especies, no quieren transmitir debilidad nunca. Pero es importante que nosotros, como sus compañeros, sepamos detectar si se encuentran enfermos.
Atención a lo que ingieren
En el caso del estreñimiento, esto es todavía más importante. Muchos gatos pueden tener lo que se conoce como 'pica', es decir, la necesidad imperiosa de consumir objetos que no está hechos para ser consumidos. Suele pasar, sobre todo, con las cuerdas y otros objetos que tengan la misma forma que una cuerda; el problema es que se pueden formar obstrucciones en el intestino del felino cuando consume este tipo de objetos, y eso provoca estreñimiento. Un estreñimiento que, además, va mucho más allá y puede acabar provocando enfermedades muy graves, además de requerir una operación de urgencia. Es por eso que es fundamental que analices a tu gato, que veas si va bien al baño y, a partir de ahí, tomes decisiones.
Si tu felino se encuentra estreñido, lo primero que recomendamos es que acudas rápidamente al veterinario y le consultes el asunto para descartar cualquier obstrucción con un objeto. Si descarta todo tipo de problema, ya puedes pasar a los métodos caseros.
Averigua la causa del estreñimiento y atájala
Además de la obstrucción de la que os hemos hablado antes, puede haber más causas que provoquen que tu gato padezca estreñimiento. Por ejemplo, puede que su dieta sea baja en fibra, que no tenga suficiente agua o que sea obeso. En cualquiera de esos tres casos, el felino tendrá muchos problemas a la hora de defecar correctamente, con lo cual habría que considerar las tres posibilidades. Pero también puede haber consumido bolas de pelo, o haber desarrollado un miedo a la caja de arena... ¡Hay decenas de posibilidades ! Lo primero que debes hacer es averiguarla y ver si hay forma de atajarla.
Cómo evitar el estreñimiento
Ante todas las posibilidades que existen que les pueden provocar el estreñimiento a los gatos, hay que saber cómo actuar para evitar que vaya a más.
- Comenzar a proporcionarle una dieta alta en fibra
- Darle más agua, asegurándote de que siempre tiene el cuenco lleno y a su disposición
- Complementar la dieta con latas húmedas, que no solo son un manjar para ellos sino que también son buenas para su salud
Obesidad
Si tu gato tiene obesidad, tendrás que proporcionarle actividad física de forma regular para conseguir que baje de peso; es difícil, pero si te esfuerzas y le dedicas tiempo todo acabará llegando. No le restrinjas la comida, porque los gatos deben comer de forma habitual, pero compra comida especial para gatos esterilizados, que suele contener nutrientes diferentes.
Miedo a la caja de arena
Si ves que lo que le sucede es que tiene miedo a la caja de arena y que ni siquiera quiere pisarla, el refuerzo positivo será la solución. De nuevo, será un proceso lento y complicado, porque los gatos son animales muy desconfiados, pero seguramente lo consigas.
No obstante, si tu gato se ha atragantado con un cuerpo extraño, será necesario que el veterinario realice pruebas como ecografías y radiografías para analizar si podrá expulsarlo con un medicamento o, por el contrario, necesitará una operación.
Remedios caseros a tener en cuenta
Además de llevarle a visitar a un profesional, siempre es positivo que conozcas algunos remedios naturales para que el gato pueda hacer de vientre con facilidad.
Aceite de oliva
El que más suele funcionar y uno de los que menos molestos resultan a estos animales, es el aceite de oliva. Este actúa como una especie de lubricante y permite que el estreñimiento se solucione rápidamente. Si pones media cucharada pequeña de aceite de oliva en su comida diaria, bien diluida, seguramente el felino tarde poco en ir al baño. No se lo des de forma habitual, ni siquiera lo prolongues en el tiempo más de una semana, porque podría ser negativo para su salud. Hay quien opta también por usar vaselina, pero sucede exactamente lo mismo; además, no permite que se obtengan los nutrientes necesarios y el animal puede acabar enfermo.
Alimentos concretos
Hay dos alimentos que pueden ayudarle a recuperar su salud intestinal: la calabaza y el calabacín. No todos los felinos querrán consumirlos, pero si se los pones a modo de puré y le añades algo de carne o pescado, verás como no tardan en devorarlo entero. Es cuestión de ir jugando un poco con los gustos de cada animal. Hay quien recomienda, a su vez, que se le ofrezca malta o hierba gatuna. Mientras que la segunda sí que funciona, la primera ha provocado un gran debate, puesto que hay quien señala que no sirve absolutamente para nada.
Cepillado del pelo
Por último, pero no por ello menos importante, procura cepillar el pelo de tu gato cada día. Si el problema son las bolas de pelo, la única forma real de evitar que tenga estreñimiento es procurar que no se le formen bolas de pelo. Los gatos se acicalan varias veces al día, y si tienen pelo sobrante acabarán por acumularlo en su estómago. Esto es importante sobre todo cuando se acerca el verano, e incluso entrados en esta estación, puesto que con el calor los gatos comienzan a perder más pelo para acomodarse a las temperaturas.
Recuerda que es importante que le lleves al veterinario, porque lo que está en juego es su salud. Tú eres el responsable de su estabilidad y de sus cuidados, y si no haces nada por él, nadie podrá hacerlo.