La evolución es siempre coherente, sabia y al contrario de lo que muchos puedan pensar, no es el ser humano el que mejor ha sido tratado por la naturaleza. Necesitamos zapatos para no pisar el suelo, usamos gafas, ropa y necesitamos artilugios para lograr hacer lo que otros animales logran con su propio cuerpo.
Entre aquellas mejoras que la evolución ofrece a cada especie, los sentidos son aquella donde más podemos notar la diferencia entre unos y otros. Hay animales capaces de escuchar sonidos a kilómetros de distancia y otros cuya visión es tan pobre que son casi incapaces de ver. Entre los animales que nos acompañan en nuestro día a día también existen estas diferencias con nosotros y nuestros sentidos, y no cabe duda de que las mascotas favoritas para la mayoría de las familias son los perros, gatos, pájaros, tortugas o... ¡conejos!
El conejo se ha convertido en la mascota ideal para muchos jóvenes. Son animales que llevan siglos acompañando a los humanos en la granja y actualmente lo hacen en el hogar como uno más de la familia, pero ¿qué es lo que diferencia a los conejos del resto de mascotas? ¿Son sus sentidos muy diferentes a los de los humanos, a los de un perro o un gato? ¡Te lo contamos!
El gusto
Los conejos son capaces de distinguir todo tipo de sabores, al igual que los seres humanos, pero del mismo modo que sucede con nosotros no por esto debemos alimentarlos con cualquier cosa. Aunque a todo el mundo le encante comer ciertos alimentos que activan las papilas gustativas y proporcionan placer, no siempre son los más saludables para el cuerpo y lo mismo sucede con los conejos.
El oído
Entre los sentidos de los conejos el oído es uno de los mejor desarrollados. Son capaces de escuchar todos los sonidos y saber lo que sucede a su alrededor gracias a ellos sin necesidad de mover la cabeza. Es cierto que aquellos conejos con las orejas alzadas y bien abiertas tienen un sentido del oído más desarrollado que aquellas especies de orejas caídas o con tanto pelo que cubre sus orejas, aunque es natural y no se debe modificar. Debido a esta sensibilidad auditiva, es aconsejable hablarles siempre con una voz suave y evitar sonidos fuertes, como música de altavoces, alarmas y otros sonidos que pueden ser demasiado elevados.
La vista
La vista de los conejos es similar a la de otras mascotas y su evolución ha sido fruto del instinto de supervivencia, pues es necesario que sea capaz de avistar a su depredador antes de convertirse en su cena. Es por esto que los conejos son capaces de distinguir con gran facilidad los colores entre el verde y el rojo, debido a que son los predominantes en las zonas por las que suele moverse en libertad, pero no son capaces de distinguir ningún otro color. Además, su visión es tridimensional y son capaces de ver lo que sucede a lo lejos, pero en las cortas distancias sus sentidos no son tan buenos, siendo esta una de sus principales debilidades. Además son bastante sensibles a la luz solar directa, por eso prefieren zonas de sombra o donde puedan acceder a ella.
Su visión es casi completa en cuanto a sus laterales se refiere; es capaz de ver en un mismo vistazo lo que sucede delante y detrás, a izquierda y derecha, pero no es capaz de saber lo que sucede sobre su cabeza. Ten esto siempre muy en cuenta y deja que te vea antes de acercarte a él o tocarlo, de este modo evitarás asustarlo.
El tacto
Así como los seres humanos tienen el sentido del tacto con especial sensibilidad en los dedos, los conejos lo tienen ubicado junto a la boca y sobre los ojos gracias unos pelitos más largos que sobresalen. De este modo, son capaces de entender lo que sucede a muy corta distancia y donde la visión les falla. Como es lógico, estos pelos no habría que retocarlos ni modificarlos, ya que se estarían modificando sus sentidos y dificultando su vida.
El olfato
Los conejos cuentan con un sentido del olfato muy desarrollado, siendo este uno de los sentidos que mejor se han adaptado a su evolución. Son capaces de distinguirse entre ellos, incluso de conocer su sexo, gracias al olfato. Son igualmente capaces de encontrar los alimentos y todo aquello que busquen, aunque se escape de su vista. Debido a este olfato tan desarrollado es importante que se limpie la estancia con productos sin olor o especiales para mascotas, al igual que evitar fumar o utilizar productos que cambien de olor nuestra piel, pues nuestro propio olor corporal será significativo para que el conejo sea capaz de reconocernos y estar tranquilo.
Por último, recuerda que los conejos además de ser una mascota son un ser vivo, y que tiene las mismas necesidades que cualquier otro ser vivo (y no nos referimos a las básicas como alimento y agua, que se sobreentiende las tendrá cubiertas), necesitan hacer ejercicio, correr e investigar, etc. Un conejo encerrado en una jaula sin poder ver nada más no podrá ser tan feliz como uno que pueda pasear por la casa, descubrir rincones y jugar con la familia, ¡cuida de tu conejo y será feliz!