La mayor parte de los hechos que pueden desencadenar el estrés de un gato tiene que ver con aquellos elementos que amenazan su espacio o sus recursos. Es decir, un gato se puede sentir amenazado por la presencia de otros gatos o por la llegada de un bebé al hogar. Dependiendo del tiempo que dure esta situación de estrés, los gatos pueden tener una reacción u otra. En los casos más extremos, nuestros felinos pueden sufrir una depresión de la misma manera que un humano.
Lo ideal para que nuestro gato pueda superar momentos de estrés con facilidad es tenerlos acostumbrados desde bien pequeños a estar y relacionarse con diferentes personas en ambientes también distintos. La mezcla con otros animales, como perros o gatos lo inmunizarán contra el estrés. Pero si no hemos tenido la oportunidad, os dejamos 5 pasos con lo que podéis aliviar el estrés de vuestro felino.
1. Lugares elevados y aislados
Proporcionar al felino lugares elevados y zonas privadas lejos del ruido de niños, por ejemplo. Así, podrán resguardarse y sentir que la causa de su estrés queda lejos. Este consejo puede venir muy bien cuando se produce un cambio brusco en casa (una mudanza o la llegada de un bebé), que puede ser la razón de un estrés muy fuerte que hay que tratar con suavidad. Si nuestra mascota permanece inmóvil durante largos periodos de tiempo, no quiere acicalarse y no se acerca a la comida, un espacio privado puede ser la mejor solución para el problema.
2. Una bandeja sanitaria más
Añadir una bandeja sanitaria de más en la casa, procurando que sea lo suficientemente grande para nuestra mascota y vigilando que siempre esté limpia. Así, si tenemos más gatos en casa, no sentirán que su territorio está siendo amenazado y comenzarán a compartir. Asimismo, al igual que los humanos, no es agradable comer junto al lugar en el que hacemos nuestras necesidades, por eso desaconsejamos situar la bandeja junto al comedero. Mejor mantenerlos alejados y hacemos que el animal tenga que moverse por la casa.
3. Buscar la razón de su comportamiento
Tal y como ocurre con los perros, el refuerzo positivo ayuda al trabajo del animal. Si el felino hace algo mal, nuestro deber es buscar el por qué antes de reñirle. Puede que esos comportamientos extraños se deban al estrés, y si lo castigamos, le estaremos añadiendo más estrés a la situación. Igualmente, debemos pasar tiempo con nuestro gato tantas veces como sea posible, que sienta que le prestamos atención. Podemos buscar tiempo para cepillarle, para acariciarlo, hacerle masajes o simplemente estar tumbados junto a él. Esto además afianzará vínculos entre el amo y el gato.
4. Rascadores y feromonas
Es muy importante tener rascadores en casa. A los gatos, el acto de rascar les hace liberar feromonas que son las encargadas de proporcionar felicidad y tranquilidad. Aunque siempre podemos recurrir a las feromonas artificiales para calmar a nuestro felino (se utilizan como un ambientador de hogar o como una colonia) , comprándolas en una tienda, esto no es efectivo para todos los gatos. Lo mejor es consultar a tu veterinario antes de probar estos productos. También podemos hacer uso de las flores de Bach, cada vez más utilizadas por los veterinarios, y que ayudan a tratar y controlar los diferentes estados emocionales. No tienen ningún efecto secundario y nos puede ayudar a controlar los niveles de estrés de nuestro felino.
Pero lo mejor es proveernos de un rascador, es más natural y más sano, aunque nos ocupe algo de espacio en la casa también le servirán de juego.
5. Jugar y pasar tiempo con nuestra mascota
Debemos de evitar la obesidad. Al igual que a los perros, a los gatos también les gusta jugar. Correr y pasar tiempo con nuestro felino le puede ayudar a liberar estrés y eliminar toda esa energía acumulada. Ya que una de las mayores causas de estrés puede ser la sensación de estar encerrados. Lo ideal es buscar el momento en el que se le note más estresado para jugar con él, incluso podemos crear una rutina de juego. Igualmente, debemos dejarlos mirar por la ventana o salir a la terraza. Al fin y al cabo, los gatos tienen el instinto de un animal que vive en libertad.
Pero lo más importante que debemos tener en cuenta antes de seguir estos consejos es que no debemos confundir el estrés con un mal comportamiento de nuestro animal. Lo mejor es analizar el comportamiento de nuestro felino para buscar soluciones a su estrés. Lo mejor para que nuestro gato nunca sufra estrés es intentar prevenirlo. Hay que recordar que estos animales adoran la tranquilidad, la estabilidad y la armonía. Por eso debemos buscar un espacio en la casa que le proporciones estas características, pero sin dejarlo a su libre albedrío, ya que también debemos estar atentos a sus necesidades y darles cariño.