Todo ser humano nace para cumplir un propósito determinado en la vida. Es verdad que a medida que van pasando los años, este objetivo puede ir labrando un camino u otro totalmente diferente, pero lo cierto es que el fin existe. Esto mismo es lo que ocurre con los animales, y en este caso con los perros, quienes llegan al mundo para desempeñar una función determinada. La de la raza Setter, en general, está más que clara: convertirse en el compañero de caza idóneo. Y lo ha conseguido con creces ya que, a pesar de sus siglos de vida, continúan manteniéndose entre los perfectos cazadores caninos más antiguos de toda la historia.
Más concretamente, la especialidad del Setter inglés se encuentra enfocada a la búsqueda de piezas en campo abierto. Una modalidad que desarrolla, en gran parte, gracias a su inmejorable capacidad olfativa y que le hace ser una de las especies más temidas entre aves como las codornices y las perdices. Sin embargo, y aunque hoy en día su perfil sigue manteniéndose, en muchas ocasiones el carácter doméstico y de compañía también termina imponiéndose a sus obligaciones naturales. Un cambio que la gran mayoría de razas experimentan hoy en día y entre las que también encontramos a ejemplares como el Beagle, el Pointer o el Setter irlandés.
Setter inglés, Laverick o Llewellyn
Para conocer bien sus raíces, hace falta remontarnos siglos atrás en el tiempo. Primeramente, y como bien se sabe, el Setter irlandés pertenece a una amplia y antigua familia de perros denominada particularmente como Setter, de ahí su primer nombre. Entre ellos, además del presente, también se encuentran diferentes tipo de caninos, como el Setter inglés, el Setter escocés o el Setter irlandés rojo y blanco. En todo caso, los orígenes del Setter inglés datan nada más y nada menos que del siglo XIV, con procedencia de Gran Bretaña y descendencia del Spaniel Francés.
Por aquel entonces, se les conocía como Spaniel de muestra y ayudaban, principalmente, a la búsqueda de aves, rastreando el territorio por delante del cazador. Una cualidad que parece estar relacionada directamente con su propio nombre, ya que la palabra 'set', en inglés, quiere decir 'acostarse'. Fue ya a partir del siglo XVI cuando sus funciones se enfocaron más a la captura de perdices y codornices. Hay documentos que constatan su rigurosa y delicada forma de actuar ante la caza de sus presas, con movimientos rápidos, limpios y eficientes y sin apenas hacer ruido.
Algo que también comparten los perros Pointer. Aunque si existe algo o alguien que esté totalmente relacionado con el crecimiento y desarrollo de esta raza canina, ese es el criador inglés Edward Laverack. ¿El motivo? No es otro que la formación de una gran familia canina, a nivel mundial, a partir de la obtención y reproducción de la mejor pareja de Setter inglés que pudo encontrar, allá por mediados del siglo XIX. Tal era su devoción y admiración por esto perros que llegó escribir un libro con el estándar de Setter inglés.
Tras la muerte de Laverick, el arduo trabajo de la cría fue heredado por su amigo Richard Purcell LLewellyn, quien se encargó además de aportarle una visión mucho más estética y distinguida. Ya no todo tenía que ver con el campo, sino que además su presencia se hizo bastante notoria en multitud de concursos de belleza, algo que hoy en día sigue ocurriendo en exposiciones de toda Europa. Así pues, y debido a la importancia que estas dos personas tuvieron en la vida de esta raza de perros, también puede darse la posibilidad de ser nombrados como Setter Laverick o Setter Llewellyn.
Una raza amigable y con temperamento
En cuanto a su carácter y comportamiento, se podría decir que el Setter inglés ha sabido guardar con mucho rigor todas y cada una de las cualidades que le han hecho y le siguen haciendo ser un perro muy especial. Principalmente, dentro de su habilidad y "oficio" como cazador, destaca por su gran capacidad olfativa, por su manera de guardar silencio en cada uno de sus movimientos, su actuación rápida, su carácter infatigable y su gran resistencia. Cazador de aves, este Setter también posee la característica innata de ir por delante de su dueño en busca de posibles presas.
Asimismo, también tiende a desempeñar en muchas ocasiones el papel de guardián, protegiendo tanto a su entorno como a su familia de la mejor forma posible. Sin embargo, el desarrollo de nuevas concepciones y habilidades le han hecho también convertirse hoy en día en el perfecto perro de compañía y en el número uno de muchas exposiciones de belleza. Amistoso, leal, afectuoso, dócil, inteligente y temperamental son algunos de los adjetivos que mejor definen a esta raza canina procedente de tierras inglesas.
Un ejemplar que suele mostrarse muy activo cuando está fuera de casa pero que enseguida logra adaptarse a la tranquilidad propia del hogar. Y es que uno de los puntos que mejor definen a este Setter es su postura tan familiar hacia el resto de miembros de la casa. Algo que posiblemente esté arraigado a sus raíces, ya que la convivencia y el trabajo a la par con el ser humano siempre han sido dos de los puntos esenciales en su entrenamiento.
Por normal general, no es considerado como un perro que muestre agresividad ni a los demás perros ni a las personas. Es más, no es que precisamente sea perro de una sola persona, sino que su carácter tan abierto le hace ser muy feliz tanto con los adultos y los niños de la familia como con el resto de visitas. Aunque no por ello se debe pasar por alto la imposición de una serie de normas y el trabajo de un buen adiestramiento, desde bien pequeños.
Por ello, la atención y la compañía son dos de los requisitos que más suele llamar a voces este tipo de perro. Sin embargo, y a pesar de desarrollar una actitud bastante inteligente, no suele ser una raza fácil a la hora de adiestrar cada una de sus actuaciones. Normalmente, se distraen mucho fuera de casa y esto puede hacer que los trabajos de obediencia se retrasen. Aunque no por ello quiere decir que se muestre reacio a la disciplina y al aprendizaje, sino que requiere de unos dueños que sean lo suficientemente pacientes con su educación.
Características físicas y alimentación
En base a su aspecto físico, son perros que oscilan entre los 60-68 centímetros y cuyo peso suele rondar los 18-32 kilos. Como promedio de vida, los Setter inglés llegan incluso a alcanzar una longevidad de 14 años, pudiendo disfrutar de él lo máximo posible. Asimismo, y además de presumir de un carácter tranquilo y amistoso, son caninos que alardean, y con razón, de su tan bello pelaje. Una capa larga y sedosa que siempre se presenta con motas o manchas difuminadas y que puede ser de diferentes tonalidades: blanco y negro, blanco y naranja o blanco, negro y naranja.
La longitud de su pelaje hace incluso que sus largos flecos caigan por sus patas hasta los pies y que sus orejas queden complemente recubiertas. De ahí que su cuidado y cepillado debe ser completamente estricto, al menos una vez por semana. Asimismo, otra de las cosas a mirar con lupa es su alimentación, ya su fortaleza y viveza no se mantienen solas. Pautas exigente y minuciosas que ayudarán a sus dueños a evitar, en muchas ocasiones, el desarrollo de sus enfermedades más comunes como la displasia de cadera, la sordera o la rotura de la cola.
Vida en familia
Desde su existencia, este setter se ha dedicado básicamente a compartir su actividad diaria con las personas, ya sea como perro de caza o animal de compañía. Así, y debido a su carácter tan abierto y mimoso, no presenta ningún problema a la hora de elegir con qué familia vivir. Tan solo se exige tener paciencia a la hora de adiestrarlo y pertener a un hogar que rebose de cariño y viveza. Además, su adaptación suele ser rápida, ya que se muestra completamente dócil y afectuoso tanto cuando hay visitas como cuando está con sus propios dueños.
Asimismo, su relación con los niños resulta comúnmente espléndida , por lo que a simple vista no existen problemas a la hora de convivir en una familia con miembros de todas las edades. Lo que si se establece como exigencia es que la vivienda en la que vaya a ser acogido disponga de un jardín amplio, para así poder desarrollar sus actividades libremente. No hay que olvidar que su energía, actividad y origen cazador pueden hacer que su convivencia en espacios pequeños pueda llegar a ser más difícil de lo que imaginamos.