Cuando pensamos en un perro de la raza San Bernardo, en el momento nos viene a la cabeza su gran apariencia, y es que han sido mucho los perros que han saltado a la fama con esta raza, como el de la película Beethoven o Niebla, el amigo inseparable de Heidi en las altas montañas. Y es que no era algo de casualidad que Niebla fuera un San Bernardo, ya que es un perro que desde su que conoce se educó para estar preparado para la nieve, como perro guardián o como perro de rescate en momentos críticos como las avalanchas en las montañas nevadas. De hecho sus orígenes parecen remontarse a los monjes de los Alpes, y que lo utilizaban para rescatar a los viajeros perdidos en la zona.
Apariencia
El San Bernardo es una de las razas más grandes que existe y como ello son conocidas. Se habla de ellos como los grandes galanes perrunos por su porte elegante y gentil y su gran tamaño, ya que suelen medir unos 70 centímetros de alto los machos y 60 las hembras. Además de altos a la cruz, su cuerpo es prácticamente cuadrado, ya que son tan grandes de altos como de largos y sus patas son grandes y fuertes, al igual que el resto de su cuerpo.
Su cabeza es acorde a su tamaño. Tienen una mirada benevolente que aunque no sea muy intensa y penetrante, transmite mucha tranquilidad y dulzura, como su verdadero comportamiento. Sus orejas son medianas y cuelgan a ambos lados de su cara. Su hocico es corto y la trufa es negra. Suelen tener durante mucho tiempo la boca abierta y la lengua fuera, ya que una de las cosas a tener en cuenta a la hora de tener un San Bernardo en casa es que suelen ser muy babosos, después de comer y de beber sobre todo. Su cola es larga y caída.
Existen dos variedades de San Bernardo que diferencia a esta raza según el tipo de pelaje: uno los de pelo corto y liso y otros los de pelo duro y largo. Los colores que suele tener este perro no suelen variar. Suele mezclar el blanco con negro y tonos marrones rojizos o más amarillos anaranjados
Comportamiento
Como su apariencia demuestra, es un perro muy noble que tiene un trato maravilloso con los niños y con otros perros, con los que no suele tener problemas por su semblante tranquilo. No son perros de carácter pero siempre estarán pendientes a los ruidos extraños por lo que son buenos guardianes del hogar. No tienen problemas para adaptarse a los apartamentos pequeños, pero hay que tener en cuenta su tamaño, por lo que siempre es más recomendado tenerlos en casas que tengan espacio para ellos, a ser preferible con un patio o jardín.
Son muy obedientes y serviciales con sus dueños, además de inteligentes por lo que entienden todo lo que se les quiere decir, pero es mejor educarlos siempre desde cachorros, sobre todo por el tamaño de su cuerpo. Cuando pequeños son aún manejables para ir enseñándole las normas, en el momento en el que son grandes ya no van a controlar su tamaño. Esto sobre todo hay que tenerlo en cuenta a la hora de demostrar su alegría cuando llegan personas conocidas o extrañas a casa. Muchos perros en estos momentos muestran el entusiasmo de recibir a las personas montándose encima.
En ese momento hay que tener en cuenta que estamos tratando con un perro de raza de gran tamaño y que si no ha sido educado para ello a lo mejor no puede controlar su fuerza y puede llegar a hacer daño a las personas. Esto también puede ocurrir a la hora del paseo. Es necesario sacarlos con una correa pero que no sea corta sino que le de una pequeña dosis de libertad. Ahí también hay que tener en cuenta el adiestramiento, ya que en un tirón por un momento repentino puede llegar a tirar a la persona al suelo.
El único aspecto negativo a la hora de tener un San Bernardo en casa es lo que hemos dicho anteriormente. Hay que tener en cuenta que es un perro muy baboso y por tanto puede dejarnos la casa o el apartamento donde suela estar perdido de saliva. También hay que tener en cuenta que es un perro de gran tamaño y que ello significa que el alimento diario de una mascota de este tipo puede llegar a suponer un gasto económico importante. Además, debido a problemas de salud que hablaremos más adelante, es un perro que suele roncar fuerte mientras duerme.
Si queremos saber que tipo de compañía nos da esta raza de perro, debemos saber que es bueno para el trato con niños y adultos, pero que siempre tendremos que tener en cuenta que ninguno de estos grupos de personas podrá tener un cuidado sobre ellos, ya que su gran tamaño requiere de una persona fuerte y adulta, sobre todo para los paseos diarios que necesita esta raza igual que todas las demás.
Cuidados especiales y salud
El San Bernardo es un perro que no necesita especial atención, ya que sabe valerse mucho por sí mismo, no como otras razas más pequeñas. Bastará con un paseo tranquilo diario y un cepillado para mantener el pelaje suave y eliminar todos los pelos que quedan sueltos y enganchados. Aunque por su tamaño necesita buena alimentación, es mejor darle de comer varias veces al día en pequeñas cantidades, ya que puede padecer problemas digestivos y además tienden a engordar.
Al tener un cuerpo tan grande, si engordan le pueden llegar otros tipos de problemas, sobre todo en sus patas. Por ello, otras de las enfermedades comunes de esta raza es la displasia de la cadera debido a que tienen que soportar su propio peso. También pueden presentar problemas de corazón. De hecho y pese a su fortaleza a gran tamaño, el San Bernardo no es ni mucho menos una raza longeva, ya que su media de edad se encuentra entre los 8 o 10 años.