A la hora de tener una mascota son muchos los que piensan que un perro es la mejor de las opciones. Leales, cariñosos, protectores, juguetones,... Sin embargo no siempre somos conscientes de que no todos son iguales y que hay que tener en cuenta una serie de condicionantes a la hora de decantarse por qué tipo de animal tener como animal de compañía.
Nuestro estilo de vida, cómo sea la casa en la que va a vivir la mascota y sobre todo la raza del perro que queramos son aspectos a tener en cuenta antes de tomar una decisión. Hay algunas que no son nada aconsejables para tener en casa, menos aún si se trata de un piso en una ciudad. Vamos a ver en detalle alguno de los condicionantes que os comentamos.
Vivir en un piso
Un perro es un animal que necesita pasear y correr. De antemano decir que lo ideal sería que pudiera vivir en una casa con algo de jardín por el que poder estar con libertad, pero ya sabemos que en la mayor parte de los casos se vive en pisos y eso limita el tipo de mascota a tener. Un Mastín, un Husky o un Pastor son perfectos para el campo.
Tamaño pequeño, el más adecuado
Dadas las limitaciones de la vivienda es mejor decantarse por perros de pequeño tamaño. Los Golden Retriever o los Pastores Alemanes, por poner un ejemplo, son perros cariñosos, que se integran con facilidad en una familia, pero tienen un tamaño considerable. Aunque se les acoja cuando son cachorros en unos años habrán crecido y resultará incómodo tenerlos en un piso. Tanto para la mascota, que verá coartados sus movimientos, como para sus dueños.
Además precisan, al igual que el resto de perros, salir de casa varias veces al día para moverse y hacer sus necesidades. Necesitan para ello un parque o una zona verde grande en la que poder correr y jugar libremente. Si no contamos con una cerca de casa o no tenemos tiempo para poder sacar al perro todos los días descartar los animales de grandes dimensiones.
Lo mejor, en el caso de vivir en un piso, es decantarse por perros más pequeños. Los Pug, con su características cara de pena, los Boston terrier o los Dachshund -conocidos popularmente como perro salchicha- tienen un tamaño más adecuado para las viviendas más pequeñas. Les puedes enseñar a hacer sus necesidades en un sitio habilitado para ello en casa y aunque también precisan salir a estirar las patas date cuenta que las tienen mucho más pequeñas y se cansarán antes que un perro de grandes dimensiones.
Perros y niños
Muchas veces cuando un perro llega a una familia lo hace por insistencia de los hijos. A casi todos los niños les gustan como mascota y tener uno es una buena forma de inculcarles valores como la responsabilidad y el respeto, pero también es cierto que a veces hay que educar a los propios niños y a los perros. Hay razas que pueden llegar a ser muy cariñosas, pero precisan de un adiestramiento, como es el Dogo Argentino, y otras como el Bichón Frisé que resultan muy familiares pero precisan de muchos cuidados estéticos.
El Yorkshire Terrier es un perro de pequeño tamaño pero muy cariñoso con la gente de su entorno, aunque también es muy protector y puede resultar demasiado escandaloso para los extraños a los que ladrará insistentemente. El Beagle es, además de protector, muy juguetón. Ideal para los niños, pero le gusta correr y explorar, algo a tener en cuenta a la hora de decidirse por ésta u otra raza.
Perros miniatura
Al margen del gusto de cada uno no cabe duda que para tener un perro que va a vivir en un piso cuanto más pequeño mejor, por lo que aquellas razas que son prácticamente miniaturas son las ideales. Ocupan el mismo espacio que un peluche, pero ojo que su pequeño tamaño suele venir acompañado de bastante temperamento.
Estamos hablando de los Caniches, Chihuahuas, Yorkshire Terrier o el Lulú de Pomerania. Todas ellas son razas cuyos ejemplares no superarán los cuatro kilos de peso ni los 30 centímetros de altura. Son perros que se pueden transportar sin dificultad a cualquier sitio, incluso se han creado bolsos especialmente pensados para llevarlos a ellos y a los productos que puedan necesitar.
No se puede decir que sean razas de perro especialmente coquetas pero sí que son esas que tienden a ir de lo más acicaladas, aunque eso sea cosa de sus dueños más que de los animales. Son sus propietarios los que los suelen engalanar con lazos, ropa especialmente diseñada para ellos y cortes de pelo de lo más originales.
Razas consideradas peligrosas
Desde el año 2002 en España se han catalogado un grupo de razas de perros consideradas como peligrosas. Pueden tenerse como mascota, aunque es necesario extremar las precauciones con ellos y, especialmente, educarlos. Todos ellos se caracterizan por ser perros de grandes dimensiones y muy protectores, con cierta tendencia a la agresividad.
Entre ellas se encuentra el Dogo argentino, que ya os comentamos antes que es una de las especies más cariñosas de perros que os podéis encontrar. Todo depende de educar de la manera correcta al animal. Los Pitbull, varias razas de Terrier, el Rottweiler o el Bullmastiff son algunas de las consideradas como razas de perro peligrosas y que casi todos conocemos. Otras que son menos conocidas, por su procedencia, pero con la misma catalogación, son el Presa canario, el Fila brasileño, el Tosa Inu, el Akira uno y el American Staffordshire.