El Keeshond, también conocido como Wolfspitz, Gran Spitz Alemán Lobo o Spitz Lobo, es una raza de perro de tamaño medio con un abundante, espeso e impermeable pelaje en dos capas. Te desvelamos todas las particularidades sobre el origen, el aspecto y características físicas, el comportamiento y carácter, así como la salud y los cuidados específicos de este perro por si tienes o quieres tener un ejemplar de esta raza canina como mascota.
Procedencia del perro Keeshond
El Keeshond es un perro de origen ártico, ya que procede de los Países Bajos y desciende los perros nórdicos de hace 6000 años. Por ello, aunque su clasificación dentro de la familia Spitz Alemán lo sitúe en Alemania, su origen real es holandés. A diferencia de otras razas, esta siempre ha sido empleada como animal de compañía, de hecho, hace tres siglos, el Keeshond era conocido como 'el perro de la gente', aunque en ocasiones también se usa como perro guardián, debido a su fuerte, intenso e incansable ladrido hacia los extraños y a su continuo estado de alerta, siempre atento y en guardia.
Pero, en sus orígenes, el Keeshond también fue empleado como perro de barcazas, con la misión de vigilar los botes de río y de eliminar a los pequeños roedores que fuesen a bordo en su interior. Una actividad que casi lo lleva a la extinción a finales del siglo XIX, cuando el uso de esta barcazas disminuyó y la raza estuvo a punto de desaparecer. Además, su lugar de origen hizo de este can un animal resistente al frío. Comparte ancestros y, por tanto, características con otras razas caninas como el Elkhound, el Chow Chow, el Pomerania, el Samoyedo y otros pastores laponeses.
Aspecto y características físicas del Keeshond
El Keeshond es un perro de talla media que tiene un cuerpo compacto, equilibrado y fuerte. La altura de su cruz va de los 44 a los 50 centímetros, mientras que su peso suele estar entre los 25 y los 32 kilos, siendo algo menores estas características en los ejemplares hembra. Su cabeza es ancha, plana y mediana con un hocico largo, una nariz pequeña y redondeada, unos ojos oscuros y ovalados y pequeñas orejas triangulares y puntiagudas que mantiene erectas y están próximas entre sí. Su cola tiene una longitud media, está recubierta de un denso pelaje, es de inserción alta y se mantiene enroscada sobre la espalda.
El rasgo físico más característico de la raza es su abundante pelaje, que presenta un doble manto: La capa externa es más áspera y larga y, por el contrario, la interna presenta un pelo corto, sedoso y tupido. Además, el perro Keeshond tiene un espeso collar de pelo rodeando su cuello, flecos en las patas y una chorrera en los hombros. Este peculiar pelaje, que también es resistente a la lluvia o nieve, suele presentarse en todas las variantes de gris con negro, en plata y negro o unicolor en cualquiera de esos tonos, con partes más claras en los ojos, el hocico, la cola, el vientre o las patas.
Carácter y comportamiento de la raza Keeshond
El Keeshond es un perro muy activo, ágil y juguetón al que le encanta estar en familia y que puede convivir con otros perros y animales si se le socializa correctamente desde cachorro. Todo ello lo convierte en una mascota ideal para tener con niños. Sin embargo, hay que atender a algunos aspectos de su carácter como su constante estado de alerta y su desconfianza hacia los desconocidos. Además, esta raza de perro también demanda mucha atención y cariño por parte de sus dueños que, de no darse, provocarán que el perro se haga notar de maneras desagradables.
Y es que estas características de su temperamento pueden hacer que sea un perro bastante ladrador e incluso podría llegar a ser destructivo si no se le corrige. Afortunadamente, también se trata de una raza muy inteligente y obediente, por lo que es un can muy fácil de entrenar y educar. Para ello, el Keeshond requiere un adiestramiento positivo, basado en el afecto, la paciencia y las recompensas. En general, esta raza canina presenta un carácter muy afable, leal y empático con sus dueños, así como más reservado con el resto.
Cuidados específicos y salud de los perros Keeshond
Debido a las especiales características de su grueso pelaje, diseñado para resistir condiciones climatológicas adversas, los perros de esta raza no toleran bien las altas temperaturas, por lo que no es la mascota ideal si vives en una zona demasiado cálida. En ese sentido, el perro Keeshond también necesita, al menos, un cepillado diario, tanto para retirar el pelo muerto, como para evitar que se formen nudos en su abundante capa, que suele mudar el pelo en dos épocas del año: En la estación de primavera y en el otoño.
Por otra parte, aunque los Keeshond se pueden adaptar a vivir en un piso o apartamento reducido, lo ideal para estos perros es disponer de un patio o jardín grande en el que desfogarse, sin olvidar sus paseos diarios ya que, además de ser algo natural y obligado en todas las razas de perro, en el caso del Keeshond es más que esencial ya que engorda con rapidez y necesita realizar bastante ejercicio para evitar la obesidad y otras afecciones relacionadas con ella.
En cuanto a su salud, los perros de esta raza tienen una esperanza de vida de 13 a 15 años, pero hay que prestar especial atención a sus dientes y encías, así como a las posibles patologías que suelen darse en la raza, entre las que se encuentran problemas dérmicos por deficiencias en su pelo, problemas cardiacos, displasia de cadera, hipotiroidismo, cálculos renales, infecciones de ojos, epilepsia o luxación de rodilla.