Son muchos los factores que influyen a la hora de elegir qué tipo de raza de perro nos conviene más para tener en casa. Hay que saber considerar, además, las diferentes cualidades y aptitudes que posee el animal y los servicios que nosotros mismos estamos dispuestos a darle. Sin embargo, es en muchas ocasiones la primera impresión y su bonita imagen lo que anima y convence a mucha gente a hacerse con él, sin pararse a pensar en el esfuerzo y en el sacrificio que eso también implica.
Suele ocurrir con razas como el bichón maltés, el yorkshire, el beagle, el labrador, el golden retrevier y, como sucede en este caso, el chow chow. Y es que es importante considerar que la dulce apariencia no siempre es como nos la imaginamos. ¿Cuántas veces no nos hemos podido encontrar con tarjetas de regalo o de felicitación decoradas con tiernas y adorables fotografías de cachorros como los de esta raza? Una estampa con la que a muchos se les llega a caer la baba y que consigue emanar un sentimiento de ternura y cariño arrollador.
Esto, entre muchos otros porqués, es lo que hace que muchos amantes de perros quieran hacerse con uno de ellos, creyendo lo idílico y cariñoso que puede llegar a ser tener uno en casa. Entonces, lo complicado es tratar de convencer de que para ello también habrá que trabajar y poner esfuerzo en conseguirlo, ya que la educación y la socialización de un chow chow tampoco se forma por sí sola. Y es que, aunque a muchos les cueste creerlo a simple vista, este perro siempre ha sido, es y seguirá siendo considerado como una raza de armas tomar.
Originario de China
Y cuando digo de armas tomar quiero decir con un temperamento y una personalidad muy especial. Sin embargo, antes de adentrarnos en profundidad en aquello que lo caracteriza, descubriremos de donde procede exactamente esta raza canina tan adorable y a la vez tan peculiar. Nada más y nada menos que de Oriente, concretamente originario del Norte de China. Asimismo, muchos también se preguntarán el porqué de su nombre, 'chow chow'.
Pues bien, por lo visto su procedencia se hallaría en la frase "mercancía diversa", una inscripción mandarina con la que fueron marcadas todas las cajas que transportaron los primeros chow chow desde China hasta Inglaterra, cerca del año 1.800. De igual modo, también es descrito como " perro-león hinchado " (debido a su denso pelaje) y se cree que fueron utilizados como modelos para crear los famosos Leones de Foo, aquellos guardianes de piedra que se situaban frente a los templos y palacios budistas con la misión de proteger a todos sus fieles.
Un perro de compañía muy leal
Por otra parte, y en lo referente a su carácter y comportamiento, el chow chow siempre ha tenido fama de ser una raza muy feroz pero, sobre todo, dotado de un espíritu muy fuerte. Es por esta razón por la que se aconseja a dueños totalmente inexpertos que se abstengan a adquirir una mascota como ésta. ¿El motivo? No es otro que la costosa paciencia y la desenvoltura que se necesita para brindar a nuestro chow chow la educación más adecuada.
Y es que, considerado como un perro de compañía, su temperamento y su forma de ser tan testaruda y orgullosa le hacen distar mucho de la ternura que despiertan a primera vista. Aunque esto no tiene porqué llegar a ser un impedimento si se aplican las reglas y las condiciones necesarias para hacer que nuestra mascota adopte el comportamiento correcto. Lo que si que es cierto es que, por muy duro que sea nuestro empeño, su frialdad, su independencia y su falta de expresión de sentimientos siempre estarán presentes en él.
Sin embargo, no todo resulta ser tan negativo como parece. Lo "malo" al final acaba compensando con las cosas tan buenas que nos puede aportar, destacando sobre todo su fidelidad y su lealtad tan sincera. Algo que, además, les hace estar muy apegados a sus dueños.
Porque, eso sí, una de las cosas que más le puede costar al chow chow es adaptarse al cambio de familia y de nuevo amo. Igualmente, les encanta desempeñar una actitud dominante y puede llegar a generar problemas con perros de otra raza o con otros chow chows del sexo opuesto.También destacan por ser grandes observadores y por saber guardar las distancias con desconocidos.
Características físicas y alimentación
En cuanto a su físico, se caracteriza por ser un perro corpulento, con los ojos almendrados y oscuros, unas minúsculas orejas triangulares redondeadas en la punta y una particular lengua negra-azulada. Generalmente, su altura a la cruz suele oscilar entre los 48-56 cm (machos) y los 46-51 cm y su peso también varía, según el sexo, entre los 20-30 kg. Aunque sin duda, lo que más llama la atención de este peculiar ejemplar canino es su espeso y abundante pelaje, normalmente de color uniforme en negro, rojo, crema, azul y blanco.
Así, el cuidado y el mantenimiento de su pelaje también tienen que estar a la altura de las exigencias, cepillándolo con un peine especial incluso tres veces diarias. De esta manera, se lograrán evitar enredos innecesarios y conseguiremos que nuestro perro luzca una imagen radiante. Muchos de ellos suelen ser incluso presentados a concursos o exhibiciones, debido a la gran belleza que le aporta tener un pelaje como éste.
Por otra parte, se trata de una raza en la que su promedio de vida se encuentra entre los 11 y los 12 años de vida. Una longevidad común en muchos otros perros que en ocasiones se puede ver afectada por enfermedades como la displasia de codo, la tiroides o la displasia de cadera. Por ello, nuestra atención tiene que ser absoluta desde el minuto uno, empezando por una buena alimentación. Lo aconsejable sería que nuestro chow chow comiera al menos dos veces al día y que de vez en cuando se incluyera en su alimentación un complemento que le hiciera embellecer aún más su pelaje.
Vida en familia
Una serie de cuidados que, como decíamos anteriormente, deben de ser desempeñados por el amo más atento y entregado. Asimismo, y aunque es tratado comúnmente como una raza canina de compañía, hay que destacar la tranquilidad y el carácter distante hacia el deporte que también representan al chow chow. Tampoco se le considera una raza lo suficientemente juguetona como para distraer y acompañar a niños, aunque su relación con ellos sea bastante buena.
Por esta razón, tampoco se pide que la amplitud de la vivienda en la que vaya a vivir sea exageradamente grande, lo suficiente como para que nuestra mascota pueda llevar una vida normal. Catalogada como una raza poco activa, se le debe animar con varios paseos a lo largo de día y con una rutina deportiva que le haga estar en forma y poder socializarse con el resto de perros. Un peculiar " osito de peluche " que llegará a absorber la atención de los más pacientes y entregados.