El Spitz Japonés, como buen integrante del grupo de los Spitz, es característico por su pelaje que se compone de dos capas: una más robusta y corta que les hace salvaguardar el calor de su cuerpo y otra más superficial que es más larga. Asimismo, dentro de este grupo destaca también la morfología de sus integrantes, que es muy similar gracias a su apariencia de zorros. Sin embargo, el Spitz Japonés tiene sus propios rasgos y orígenes que le hacen ser una raza única, a pesar de que recuerda mucho a los Pomerania o los Samoyedo. Así que si deseas conocerlo todo sobre él, en este artículo te contamos sus características básicas.
Orígenes e historia del Spitz Japonés
Este perro milenario tiene su origen en Japón al ser allí donde la raza se desarrolló, de ahí su nombre. No obstante, el Spitz Japonés nació del cruce de las razas de perros provenientes de Norteamérica, del norte de Europa y de Rusia, allá por el 400 a.C. Más concretamente, se piensa que los orígenes de esta raza vienen del mestizaje de ejemplares de Spitz blancos como los Spitz alemanes, los rusos o el Samoyedo de Siberia, que llegaron a la isla asiática gracias a los comerciantes que viajaban a Japón por rutas marinas.
Sin embargo, es importante mencionar que el surgimiento del Spitz Japonés es algo incierto porque algunos expertos aseguran que provienen exclusivamente del Spitz alemán gigante, cuyos modelos comenzaron a llegar a Japón en torno a 1920. Estos expertos piensan que fue la selección de los japoneses la que originó la raza al convertirla en animales de compañía habitual. Posteriormente se extendieron por el resto del mundo haciendo de ellos una de las razas más populares por su belleza.
Características físicas del Spitz Japonés
Es precisamente su majestuosa apariencia lo que ha popularizado a este tipo de can de tamaño medio-pequeño. Pueden llegar a medir 38 centímetros y su peso oscila entre los 6 y 12 kilos. Tienen la cabeza más bien redonda, con un hocico algo alargado y estilizado, las orejas bien altas pero pequeñas y formando triángulos equiláteros perfectos. Una característica fundamental es que los ejemplares de Spitz Japonés siempre llevan las orejas bien erguidas.
Respecto a la forma de su cuerpo, su apariencia es compacta y algo robusta, especialmente por su pelaje que es su característica más destacable. De partas cortas y rectas, la raza cuenta con una cola de tamaño medio y de forma enroscada que tiene recubierta de pelo. Asimismo, es muy importante señalar que los ejemplares de Spitz Japonés son blancos, con dos capas de pelaje como se ha explicado anteriormente: una más densa y lanosa y otra más larga y separada, que es la externa.
Comportamiento del Spitz Japonés
Los Spitz japoneses son conocidos por ser bastante cariñosos y afables, así como muy fieles hacia sus dueños. Otras de sus características es que demandan de atención a sus amos, sobre todo para que jueguen con ellos o simplemente les mimen. Este hecho propicia que estos perros desarrollen un vínculo muy fuerte con ellos y tengan un lado muy fiel y protector. De hecho, a los Spitz japoneses les gusta mucho la vigilancia y observar, y cuando detectan algún ruido extraño o a cualquier desconocido, no muestran tanta amabilidad porque se ponen en estado de alerta. Es en estos cuando se vuelven más desconfiados.
No obstante, son ejemplares que aceptan muy bien la presencia de niños pequeños y tienen bastante paciencia con ellos siempre y cuando les traten bien. Asimismo, también son capaces de convivir sin problemas con otros animales domésticos. Por otro lado, aunque son canes de pequeño tamaño, también son bastante activos y les encanta pasar tiempo junto a los suyos. No obstante, los expertos recomiendan que desde cachorros se les enseñe a respetar las decisiones de su amo, quien debe ejercer de líder porque de lo contrario puede desarrollar una tendencia a ladrar de manera excesiva. Si se sigue esta recomendación no tiene porqué existir ningún problema puesto que los Spitz son perros muy inteligentes.
Cuidados del Spitz Japonés
El Spitz Japonés, debido a sus dimensiones, es un perro ideal para ejercer como animal de compañía para las familias que residan en apartamentos o pisos pequeños. Su esperanza de vida puede llegar a alcanzar los 16 años y a pesar de que no se han detectado enfermedades congénitas o asociadas a la raza, sí que son muy comunes las luxaciones de rótula en estos perros, un problema que sobre todo afecta a canes de pequeñas dimensiones. Por este motivo se aconseja proporcionarles paseos y 1 hora de actividad, pero siempre de forma moderada y que no fuercen el cansancio del animal.
Se trata, no obstante, de perros que gozan de muy buena salud por lo general y los cuidados de los que deben disfrutar son los que cualquier otro perro demanda, como son sus paseos diarios, su alimentación recomendada, sus rutinas de aseo y sus visitas periódicas al veterinario conjuntamente al seguimiento de sus vacunas y desparasitación. Recordemos que el Spitz Japonés es un perro de tamaño medio-pequeño y por este motivo cuenta con un metabolismo rápido. Así pues, necesita comer poca cantidad pero con más frecuencia que los perros de mayor tamaño, siendo siempre recomendables los piensos que aconseje el veterinario con las cantidades proporcionales.
Por otro lado, es importante que conozcas que esta raza hace mudas del pelo. Además de señalar que se trata de un perro de pelo largo y que requiere ser lavado al menos una vez al mes, es conveniente realizar un cepillado de su pelaje cada dos días como mínimo. De esta forma evitarás la creación de nudos y la acumulación de suciedad en su pelo, el cual se compone de dos capas de densidades y texturas diferentes. Recuerda que el Spitz Japonés es un can conocido por su pelaje blanco, así que su cuidado debe ser muy importante especialmente porque es de fácil ensuciamiento pero laborioso mantenimiento. De hecho, en épocas de muda es recomendable cepillarle diariamente para retirar el exceso.