El pastor garafiano o pastor de Garafia es una raza de perro originaria de España, concretamente de las Islas Canarias. Su nombre proviene del municipio de Garafia, situado al norte de la isla de La Palma, donde sus habitantes tradicionalmente se dedicaban al pastoreo de cabras y de ovejas con ayuda de este perro. A medida que los isleños dejaron de dedicarse a las labores de pastoreo, el pastor garafiano pasó a ser un perro de compañía. Sin embargo, se trata de una raza que estuvo en peligro de extinción durante los años 60 debido al cruce masivo al que se le sometió con otras razas de perros pastoras.
Carácter del pastor garafiano
Una de las principales características de esta raza es que es un excelente perro guardián por su instinto fiel y protector. Además, generalmente es de lo más dócil y amable, perfecto para convivir con niños pequeños. Eso sí, en ocasiones puede tener un carácter muy marcado y orgulloso, aunque es extremadamente raro que reaccione con agresividad si no se le ha provocado con anterioridad. Además, este perro también destaca por su inteligencia, lo que hace que sea muy sencillo educarle y enseñarle los comandos básicos en sesiones de entrenamiento cortas y rutinarias.
El pastor garafiano tampoco tiene ningún problema en el campo de la socialización con otros perros, aunque se recomienda juntarle con otros animales desde cachorro para que se acostumbre a su presencia. Lo mismo ocurre con las personas, fruto de haber convivido durante tanto tiempo rodeado de ellas, aunque en un primer momento puede sentirse algo receloso cuando se encuentra por primera vez con un extraño. Eso sí, hay que hacer una distinción entre las hembras y los machos. Estos últimos suelen tener un carácter más taimado y pausado, mientras que las hembras pueden tener un temperamento más acusado, sobre todo en lo que se refiere a su instinto de protección.
Características físicas de esta raza
Se trata de un perro que destaca por tener un cuerpo muy esbelto, con una constitución delgada y unas patas largas que hacen que se asemeje mucho a la silueta de un lobo. Además, es muy ágil y musculoso debido a que en su origen debía moverse con facilidad entre las zonas escarpadas durante sus labores de pastoreo. En general se considera un perro de tamaño mediano, aunque puede llegar a tener un peso máximo de 35 kilogramos y una altura de hasta 70 centímetros en el caso de los machos y de 60 centímetros en las hembras. Sin embargo, su cuerpo está cubierto de un tupido pelaje que puede dar la sensación de tener una constitución mayor.
El manto, además de abundante, suele ser liso y de longitud media y larga. En cuanto a su color, lo normal es que sea de tonalidades marrones, más oscuro durante su etapa de cachorro y que se va aclarando a medida que crece, momento en el que también le pueden salir manchas blancas en la zona de la cola. Sin embargo, también se pueden encontrar ejemplares de color blanco o gris. La cabeza también es una parte del cuerpo del pastor garafiano que suele llamar la atención, pues es algo pequeña comparada con el resto del cuerpo. Además, está rematada por un hocico alargado y unas orejas puntiagudas con forma triangular.
Cuidados específicos del pastor garafiano
No se trata de una raza que necesite de cuidados específicos, pero si una serie de medidas básicas para asegurase de que el perro está en las mejores condiciones. Por ejemplo, en lo que se refiere a la alimentación, ésta debe ser de calidad, con todos los nutrientes necesarios y con ingredientes naturales. También es aconsejable que tenga un porcentaje reducido en fósforo y elevado en proteínas, en antioxidantes de origen natural y en calorías, ya que el perro debe reponer toda la energía que derroche durante el día. Estas pautas de alimentación no sólo son clave para que el perro esté en condiciones óptimas físicamente, sino para que su llamativo pelo crezca brillante y sano.
En cuanto al ejercicio físico, el pastor garafiano es un perro con mucha energía y hay que asegurarse de que todos los días se le da al menos un paseo largo para que corra y juegue. Además, si la casa tiene jardín también se puede realizar una serie de ejercicios para que la mascota se mantenga en plena forma. Sobre todo hay que evitar que se aburra con demasiado frecuencia, ya que este hecho puede provocar que desarrolle una conducta destructiva contra el mobiliario de la casa o que su pelaje nazca débil y se caiga con facilidad. Y es que precisamente por la abundancia y longitud de su pelo también hay que dedicarle un cepillado constante, mínimo de 2 o 3 veces por semana y mejor si es una vez al día. Por su parte, el baño debe ser con una frecuencia de 1 mes y medio o 2 meses, pero siempre hay que asegurarse de que el pelo se le seca correctamente para evitar la aparición de hongos o infecciones en la piel
Salud de esta raza
El pastor garafiano no es un perro que suela caracterizase por sufrir demasiadas enfermedades y tiene una esperanza de vida que oscila entre los 11 y los 13 años. No se le conocen afecciones congénitas ni específicas, aunque si puede mostrar dolencias comunes al resto de perros como pueden ser.
- Sobrepeso: se trata de una enfermedad bastante común entre las diferentes razas de perro y se produce por un exceso de grasa en el cuerpo del animal. A pesar de que la falta de ejercicio y el exceso de alimentación suelen ser las principales causas, también se pueden encontrar otras como el estrés, la edad o factores endocrinos.
- Displasia de codo: afección que afecta a la articulación del codo y que suele desarrollarse durante la etapa de crecimiento del perro al no crecer el tejido óseo de forma correcta. Entre los tratamientos que se dirigen a tratar de paliar la displasia de codo se encuentran los complementos ortopédicos y la cirugía en casos graves.
- Torsión del estómago: enfermedad común en las razas de perros grandes que se produce al dilatarse el estómago debido a la acumulación de gases, comida o líquidos. En caso de que una mascota tenga síntomas de sufrir esta enfermedad habrá que asistir inmediatamente al veterinario para que tome las medidas adecuadas.
- Displasia de cadera: se produce por una malformación de la articulación coxofemoral que puede producir dolor a la hora de caminar e, incluso, cojera. Se tata de una afección que no tiene cura pero que se puede aliviar con medicamentos, instrumentos ortopédicos o cirugía.