A la hora de plantearnos tener una mascota o meter un animal de compañía nuevo en nuestra casa, una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es su alimentación. Es algo fundamental a la hora de proporcionarle los cuidados necesarios y debemos conocer qué comida podemos darle y cual no.
Hay algunas mascotas, como pueden ser los perros o los gatos, cuya alimentación no entraña demasiadas complicaciones, ya que pueden llevar una dieta parecida a la de los humanos. Años atrás lo hacían, sin piensos ni comidas especiales para ellos. Sin embargo, hay otros animales que tienen unas condiciones especiales a la hora de consumir alimentos. Es el caso de las tortugas de cuya alimentación trataremos en este artículo.
Son animales omnívoros
Si nunca habéis tenido que alimentar a una tortuga y os preguntan qué tipo de alimentos consumen seguro que muchos responderéis que lechuga. Es uno de los grandes mitos que existen en torno a estos animales. Se les considera vegetarianos, que su dieta se basa en hierbas y poco más, pero no es cierto. En realidad tienen una dieta tan rica como la nuestra.
Cierto es que las hierbas y las verduras forman parte fundamental su dieta -como debería ocurrir también en la de los humanos- pero comen prácticamente de todo. Consumen carne y pescado, aunque en unas proporciones mucho menores que los humanos.
Además se las puede alimentar con los productos comerciales que podemos encontrar en cualquier tienda de animales y que básicamente contienen trazas de productos que consumirían en su hábitat natural junto a vitaminas. Lo ideal es que lleven una dieta variada, lo que evitará que sufran enfermedades en el futuro.
Diferente alimentación: de tierra o de mar
Existen dos grandes clases de tortugas: de tierra o de mar. La alimentación de ambas presenta ligeras diferencias. Esto es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar qué comida vamos a dar a nuestra mascota.
Las tortugas de tierra son aquellas que tienen una dieta más variada. Comen vegetales, carne y pescado -básicamente se alimentan de animales más pequeños que ellas que pueden encontrar con facilidad - e incluso fruta. A la hora de darles de comer en casa podemos ofrecerles esos mismos alimentos, pero ha de ser en las mismas condiciones que los encontrarían si vivieran en libertad.
Las tortugas comen prácticamente de todo
Al igual que ocurre con los humanos, las proteínas que reciben en su dieta provienen de otros animales. En este sentido no distinguen entre pescado o carne, lo único es que deben ser ejemplares de pequeño tamaño. Así, en su menú más habitual podemos encontrar lombrices, grillos, larvas y toda clase de insectos de pequeño tamaño. Por suerte, algunos de estos se venden en tiendas de animales, así que son fáciles de conseguir.
Por lo que se refiere a qué tipo de pescado pueden consumir las tortugas la respuesta es: todo. Basta darles una pequeña porción de cualquier pescado que vayamos a consumir en casa. Eso sí, debe estar crudo y sin salar, porque no procesan bien la sal y puede acabar por ser perjudicial.
Comida comercial
Hoy en día en las tiendas de animales podemos encontrar multitud de productos alimenticios que se le pueden dar a la mascota en lugar de los alimentos que hemos visto anteriormente. Puede resultar más cómodo, en especial para el cuidador, y contienen los nutrientes necesarios para que la tortuga goce de una adecuada alimentación y salud. Sin embargo, a veces resulta de lo más complicado porque no aceptan este tipo de comida.
Las tortugas marinas son las que por lo general son más reacias a consumir este tipo de productos. En su mayoría viven en libertad hasta que alguien las convierte en su mascota. Son reacias a los cambios que supone el cautiverio y eso incluye comer algo que ellas no tienen reconocido como un alimento. De ahí que, a pesar de la insistencia de su cuidador, pueden pasarse días y días sin comer, incluso sin mirar para el producto comercial que el ofrecemos.
El mejor modo de conseguir que acaben por consumirlo es con paciencia y un poco de engaño. Hay que darles su comida habitual e introducir pequeñas porciones de estos preparados comerciales. De este modo se irán acostumbrando, poco a poco, a su sabor y apariencia. Con el tiempo acabarán por aceptar este alimento, aunque puede que tarden más de lo previsto.
Cuánto come una tortuga
La alimentación de las tortugas difiere en función de la edad que tengan. En realidad son las comidas las que cambian, dado que cuando son pequeñas deben comer todos los días, entre dos o tres veces al día, y cuando son adultas lo hacen cada dos, tres o cuatro días, porque requieren un menor aporte. Además, hay que controlar cuánto comen porque nunca se sienten saciadas y si comen demasiado pueden sufrir problemas derivados del sobrepeso.
Al igual que la comida es algo fundamental en la alimentación de esta mascota también lo es el agua. Es recomendable tener siempre preparados recipientes con agua en el espacio en que se encuentre el animal para que puedan beber cuando lo necesiten.