La Leishmaniasis es una enfermedad común en los perros y es causada por un parásito, un mosquito llamado flebtomo. Por lo tanto, los canes que más sufren esta enfermedad viven en países cálidos, donde los mosquitos se proliferan más en verano.
Es más probable que tu perro adquiera esta enfermedad si vivís en zonas rurales o si se pasea por espacios abiertos durante la noche, ya que estos insectos suelen alimentarse a estas horas.
Si uno de estos mosquitos pica a nuestra mascota veremos que empieza a decaer su salud : perderá pelo en la parte de los ojos, la nariz y las orejas. A medida de que la enfermedad se va desarrollando el perro perderá también pelo progresivamente de todas las partes de su cuerpo.
Sabremos si nuestro can sufre Leishmaniasis porque habrá perdido el apetito, adelgazará en exceso, presentará heridas en su cuerpo y, en casos avanzados, sufrirá de insuficiencia renal y dificultad para orinar.
Pérdida de apetito y caída del pelo, entre los síntomas
Cómo proteger a nuestro perro
No podremos saber cuándo le pico exactamente el mosquito a nuestra mascota, puesto que desde la picada hasta que empiezan a surgir las dolencias en el animal pueden pasar entre tres meses y un año. No sufrirá ningún cambio en su salud hasta que la enfermedad sea más avanzada.
Si creemos que nuestro perro puede estar sufriendo Leishmaniasis debemos llevarlo lo antes posible a un veterinario. Allí el veterinario determinará si nuestra mascota esta padeciendo esta enfermedad y qué procedimiento seguir, ya bien sea un análisis de sangre, un antiparasitario o una muestra del tejido de la piel para determinar la dolencia del perro.
Detectar esta enfermedad en nuestro can puede salvarle la vida. Sin embargo, el perro necesitará atención veterinaria para el resto de su vida y no gozará de la misma salud que antes. El coste de dichos procedimientos suelen ser elevados, por lo que podemos prever un gran gasto en visitas y medicamentos para mantener a nuestro perro libre de dolencias y que viva más tiempo.
Si no queremos que nuestra mascota se vea afectada por esta enfermedad debemos tomar toda las precauciones a nuestro alcance y pedir consejo a nuestro veterinario. Intentaremos no estar en zonas donde se acumulen este tipo de insectos, para no poner en riesgo la vida de nuestra mascota.
La enfermedad aparece entre tres meses y un año después de la picadura
Si nos parece imposible que nuestra mascota no salga cuando es oscuro o bien vivimos en una zona donde hay muchos mosquitos, lo mejor que podemos hacer para proteger a nuestro perro es rociarle con un champú antiparasitario. De este modo nos aseguraremos de que éste repele a los insectos de su cuerpo. Puede que eso no evite que nuestro can sea picado por un mosquito, pero reduciremos en gran medida el número de probablidades.
Desafortunadamente, de momento no existe ninguna medicina o vacuna que proteja a los perros de esta enfermedad. Por lo tanto, lo más sensato será que los dueños tomemos todas estas protecciones con tal de mantener a nuestra mascota sana, feliz y a nuestro lado durante muchos años.