Hoy en día son muchas las personas que toman la decisión de adoptar a un perro y que este pase a formar parte de la familia como un miembro más. Y es que, aunque también existe la posibilidad de comprar a estos animales, en la actualidad son muchos los que sufren abandonos y maltratos. Algo que hace que necesitan con urgencia de una familia que les adopte y quiera cuidarles tal y como se merecen.
Por ello, es recomendable adoptar antes que comprar y a su vez, tener claro que hacerlo es dar un paso importante pues tener al cargo una mascota supone ciertas responsabilidades que quizás no todo el mundo esté dispuesto a asumir. Gastos económicos, tiempo, paciencia, cariños, entre otros.
Una vez que se decide adoptar a un perro, la siguiente pregunta que surge en la mente de muchas personas es: ¿ Perro adulto o cachorro ? Y es que, las posibilidades son amplias por lo que tendrá que ser uno mismo quien se decante por una mascota de mayor o menor edad. Sea cual sea la consideración final, habrá aspectos más positivos y otros más negativos. Por ello, antes de dar ese paso es importante conocer los pros y los contras de adoptar, en este caso, a un perro adulto.
¿Qué ventajas hay en adoptar un perro adulto?
Un perro adulto aporta cosas muy positivas y algunas de las más destacables son:
- Agradecimiento: Estos perros han vivido, por norma general, situaciones complicadas y esto hace que valoren mucho el cariño y los cuidados que reciben por parte de las personas. Por lo tanto, al ser adoptados por una familia su comportamiento será, fundamentalmente, de agradecimiento.
- Personalidad: Con los años, la mascota va adquiriendo una personalidad concreta y definiendo su carácter y sus actitudes. Esto es algo positivo pues en caso de ser para bien, sus dueños no deberán de pasar por la fase de educar al animal e ir conociendo su forma de ser ya que incluso antes de adoptarlo tendrán todos los detalles acerca de ellos. Es decir, simplemente podrán limitarse a estrechar lazos y cuidar de su perro adulto.
- Tranquilidad: Por norma general, los cachorros suelen ser animales más activos y revoltosos. Algo que acaba con la paciencia de sus dueños y que además, les supone mucho desgaste y agotamiento. Por lo tanto, que la mascota sea adulta hará que su comportamiento sea más pasivo, propio de la madurez con la que cuenta.
- Sociables: Estos animales cuentan con experiencias de vida y ya se han relacionado con otros de su misma especie. Por lo tanto, no supondrá un choque para ellos el seguir haciéndolo.
- Menos destrozos: Cuando los perros llegan a una edad adulta, sus actitudes se tornan muy diferentes ya que están más domesticados y por lo tanto, su educación es evidente. Esto hace que quienes los adoptan en estas edades no tengan que pasar por las fases de destrozos de mobiliario, arañazos...
- Ejemplo de superación: Al haber sido maltratados, abandonados o haber vivido en malas circunstancias, estos animales se constituyen como ejemplo de superación. Han pasado por cosas muy duras pero eso no les impide levantarse y volver a ser felices.
¿Cuáles son las desventajas de adoptar un perro adulto?
Como cualquier cosa, existen aspectos más y menos positivos de adoptar a un perro adulto. En este caso, los contras son algunos como:
- Tiempo y paciencia: Ambos aspectos, por lo general, serán necesarios para conseguir cambiar algunos comportamientos o conductas negativas que estos perros hayan adquirido con los años. No es lo mismo educarles de pequeños que de mayores ya que suelen tener su carácter y costumbres más arraigadas. Además, son más rebeldes ante el cambio.
- Superación de problemas: En ocasiones, el dolor o las carencias por las que han pasado estos perros hacen que tengan actitudes o respuestas poco comunes a según qué situaciones. Por ello, es importante que quien les adopte tenga esto en cuenta y sea compresivo con el animal además de ayudarle a hacer frente a sus problemas, miedos o traumas.
- Pasividad: Es evidente que no se puede esperar de un perro adulto la misma energía y actividad diaria que la que se esperaría de un cachorro. Aunque esto hay quienes lo ven como algo positivo, también podría ser considerado como una desventaja para ciertas personas.
- Salud: Con el paso de los años la salud de los animales se vuelve más delicada y por ello, es importante tener en cuenta que por norma general, un perro adulto tendrá más problemas de salud que un cachorro. Algo que a su vez puede derivar en que su mantenimiento sea más costoso.
- Confianza: El haber sufrido tanto hace que en ocasiones, los perros adultos se vuelvan desconfiados con sus nuevos dueños. Esto es más que lógico ya que no quieren volver a sufrir y pasarlo mal. En definitiva, la única solución es que el dueño tenga paciencia y día tras día vaya cuidando al animal para irse ganando su confianza y establecer una buena relación con este.