En España hay unos cuatro millones de gatos domésticos y el 60% de los dueños los consideran uno más en la familia pero, en todo el mundo, solo el 40% de los gatos van al veterinario.
Los gatos saben disimular muy bien los síntomas de forma natural, pero esto no es una razón por la que estos deban ir menos al veterinario que cualquier otra mascota. De hecho, los gatos deben ir al menos una o dos veces al año. Que los gatos oculten el dolor hace que:
- Solo el 50% de los dueños llevan a su gato al veterinario una vez que muestran síntomas de una enfermedad o una lesión, el otro 50% ni siquiera lo lleva.
- Solo el 50% de los dueños llevan a su gato al veterinario tras adquirirlo.
¿Por qué los gatos van menos al veterinario?
Pueden ser varias las razones por las que los gatos no son llevados al veterinario:
- La dificultad de acostumbrarlos al transportín.
- Algunos dueños piensan que la enfermedad de su gato se cura.
- El estrés que sufre el gato durante la visita.
- Lo caras que son las visitas al veterinario.
- No querer sentir la presión de seguir un tratamiento que desde su puto de vista no parece imprescindible.
Todo esto agrava el diagnóstico de enfermedades en los gatos, ya que si tarda en llevar a su gato al veterinario puede que la enfermedad que tenga se hubiera podido evitar.
No pongas en riesgo la salud de su gato
Para no retrasar el diagnóstico de enfermedades felinas que puedan pasar desapercibidas, lo que hay que hacer es llevar a nuestro gato a revisiones, una o dos veces al año, según la edad. Si su gato tiene 7 años o más es recomendable acudir a revisión dos veces al año, pues en el caso de los gatos mayores es fundamental para su salud y bienestar. Además, si acaba de llegar un gato a tu familia, debes llevarlo a una primera revisión y, a partir de ahí, llevarlo una vez al año al veterinario.
No obstante, si ves que tu gato tiene o puede tener una enfermedad debes acudir a consulta lo antes posible para que esta no vaya a más. Si no lo haces así, puedes poner en peligro la salud de tu gato.
Además de acudir al veterinario las veces recomendadas, hay que estar atento a cualquier cambio en el comportamiento de tu gato, aunque parezca una tontería, porque puede que no lo sea. Estos cambios de comportamiento pueden ser: orinar fuera de su lugar habitual, dejar de comer, esconderse por cualquier cosa, estar a la defensiva o ser agresivo... En definitiva, cualquier cosa que notes que no es habitual es tu gato, acude al veterinario y así podrás prevenir o detectar cualquier problema.
Consejos para llevar a su gato al veterinario
Como una de las razones por las que algunas personas no llevan a su gato al veterinario es porque la visita en sí o el trayecto de ida y vuelta suele ser una experiencia estresante, Royal Canin presenta algunos consejos para llevar a tu gato al veterinario:
- Nunca lleves a tu gato suelto. Si no quieres poner tu seguridad y la de tu gato en peligro, lleva a tu gato sujeto.
- Escoge un transportín adecuado. Este puede ser de plástico duro, que se pueda abrir por delante y por arriba o que sea ligero y fácil de llevar en transporte público.
- Deja el transportín en casa como si fuera parte del mobiliario. Para que tu gato se acostumbre a verlo en su día a día, déjalo en un lugar donde pueda interactuar con él.
- Prepara el transportín para el trayecto. Pon una toalla o un empapador en el suelo del transportín y mete también una tela que lleve su olor.
- Debes meter de forma adecuada a tu gato en el transportín. Para ello puedes hacer varias cosas: Ponle un premio dentro o si tu gato no quiere entrar, coloca el transportín en posición vertical en un rincón, coge a tu gato y mételo de espaldas a ti. O también puedes cubrirlo con una manta.
- Cuando camines, intenta que el transportín no te de en las piernas. Si va dando golpes el gato se puede poner nervioso.
- Sujeta el transportín. Si va en coche, puede dejarlo en el suelo o ponle el cinturón.
- Pregúntale al recepcionista del veterinario dónde dejar el transportín.
- Repite los mismos pasos para volver a casa.
También es importante que, si llevas a tu gato al veterinario y este le manda un tratamiento, lo sigas. Ya que no servirá de nada que hayas llevado a tu gato a revisión. Garantiza que tu gato tenga buena salud y te acompañe muchos años.