Cualquier tipo de perro cuando cambia repentinamente su actitud es porque ha ocurrido algo antes previamente y se debe detectar el origen para volver a corregirlo, como es el caso de aquellos perros que se vuelven agresivos. Hay que tener en cuenta los siguientes tips cuando el perro se vuelve peligrosos:
- Puede haber diferentes tipos de agresión, por lo tanto hay que intentar ayudar a comprenderlos para poder determinar el porqué de esa agresión repentina.
- No hay que usar un castigo físico, pues el perro puede sentir más miedo y volverse aún más agresivo.
- Para volver a reeducar a un animal agresivo, en este caso el perro hay que tener un tratamiento diseñado específicamente, y por supuesto, supervisado por un especialista en este tipo de comportamientos.
Síntomas de la agresividad
La agresividad canina es un comportamiento asociado a una agresión que el animal no puede controlar si no es educado previamente, incluso puede haber casos en los que el perro es tranquilo pero ocurre algo que le hace ser agresivo, es por eso que es importante tratar con rapidez este tipo de comportamientos. Los perros agresivos muestran los siguientes tipos de actitud generalmente:
- El perro se quede inmóvil y rígido.
- Ladridos más fuertes enseñando los dientes.
- Morder a otro animal o persona.
- El animal golpea con su nariz.
- Está quieto pero muestra sus dientes y gruñe.
Puede llegar a ocurrir que el dueño del perro no se de cuenta de estos síntomas. Hay que estar siempre atentos ante cualquier cambio en el comportamiento del animal porque puede perjudicar gravemente a las demás personas y tener problemas legales.
Causas de la agresividad de los perros
Problemas de salud
- Cuando un perro no se encuentra bien puede desarrollar este tipo de conducta agresiva, al encontrarse debilitado y con dolores puede hacer que de repente se vuelva agresivo.
- Si el perro sufre una fractura o enfermedad le hace tener un malestar general y eso provoca su agresividad.
- Problemas ortopédicos (hueso o articulación).
- Anomalía de la glándula tiroides.
- Disfunción de la glándula suprarrenal.
- Disfunción cognitiva del cerebro.
- Trastornos de convulsiones.
- Pérdida de los sentidos.
- Los perros geriátricos se sienten inseguros y pueden mostrar su agresividad.
- Algunos medicamentos alteran el estado de ánimo de los perros.
Falta de socialización
Otro de los motivos por los que el animal se puede volver agresivo es por miedo al entorno, bien sean personas o mascotas, incluso cualquier ruido le puede hacer volverse agresivo. Cuando el perro es adoptado y aún es cachorro es necesario que poco a poco se vaya socializando. A pesar de que al principio pueda parecer algo débil hay que perder ese miedo, pues sino los problemas vendrán a medida que vaya creciendo. A partir de la tercera semana comenzará el proceso de socialización.
En primer lugar con humanos y niños ya que hay razas que con los más pequeños de la casa pueden ser algo arisco, que no agresivos. Por eso es importante que estén en contacto desde cachorros. La socialización no se completará hasta que el perro haya salido a la calle y haya realizado sus primeros paseos, ya que así sale de su zona de confort y comienza a conocer mundo. Hay que dejar tanto que otros perros se acerquen (independientemente del tamaño) como que el mismo se acerque a olisquear.
Mala comunicación
Cuando a un perro no se le educa de la manera adecuada, se puede volver agresivo. Los castigos desmesurados utilizando la fuerza y la falta de cariño hacen que el animal adopte esta postura. Es fundamental tener una buena comunicación el perro y crear un vínculo de afectividad y cariño.
Consejos para perros agresivos
Si el perro es agresivo no se le puede dejar suelto ni si quiera en las áreas específicas para ellos, por lo menos hasta que un profesional brinde la ayuda necesaria para corregir esa actitud. Es necesario llevar al perro atado con correa y un bozal para evitar que sea un peligro para el resto de animales y personas. Además, es aconsejable hacer un seguro de seguridad civil por si en el peor de los casos debe cubrir algún daño realizado por el animal. No obstante, con trabajo, esfuerzo, paciencia y un buen profesional esta actitud se puede corregir.