Existe un gesto muy tierno y adorable que realizan los perros, sobre todo cuando sus dueños les hablan o escuchan algún ruido extraño. Éste consiste en inclinar la cabeza hacía un lado, pareciendo que nos entiende cuando les hablamos o que nos presta atención. Cuando nuestra mascota hace este tipo de gesto, nos produce un exceso de ternura y seguimos la conversación con él como si de un igual se tratara, pero, ¿De verdad está escuchando lo que le decimos?
Científicamente no está claro que esto sea así, pero en realidad tampoco está clara ninguna de las hipótesis que se plantean sobre este gesto. A veces puede, incluso, deberse a un problema de salud como pudiera ser una infección de oídos, pero esto sería un caso muy extremo en el que la mascota estuviera ladeando la cabeza constantemente.
Para escucharnos mejor
Este gesto se produce porque le hablamos al perro o le decimos alguna palabra e, instintivamente, él animal inclina la cabeza hacía un lado mientras nos mira. Resulta muy tierno y algunos dueños se emocionan muchísimo cuando lo hacen porque sientes que su mascota les están escuchando realmente y entendiesen su conversación. Desde luego fascina a lo expertos que estudian a estos amigos peludos, pero no se sabe exactamente el porqué de esta postura. En este aspecto, los profesionales y especialistas en comportamiento canino no saben exactamente cuál puede ser la explicación, aunque si tienen algunas hipótesis que podrían cuadrar y entender este entrañable gesto.
La primera de las hipótesis no es que nuestro perro esté exactamente entendiendo lo que le decimos, pero si se baraja la posibilidad de que quizá, al ladear la cabeza, abre más su espacio auditivo e intenta escuchar mejor lo que su dueño tiene que decirle. Teniendo en cuenta que los canes son capaces de reconocer cerca de 165 palabras humanas, no sería un error pensar que cuando realizan este movimiento distingan mejor algunas de las expresiones que los humanos intentamos decirles.
Aunque, también se podría llegar a pensar en el hecho de que no es precisamente que nos entiendan, si no que los perros asocian palabras o movimientos con diferentes tipos de hechos. Si ven la correa saben que van a la calle, si mueves el brazo lo asocian a que le lanzas la pelota, si escuchan una palabra en concreto puede que lo asocien con comer, salir o sentarse; es por eso que también pueden hacerlo por recibir algún tipo de premio o porque de alguna manera, su dueño lo ha reforzado positivamente, ya que al hacerlo nos resulta bonito y agradable.
Para vernos mejor
Otra hipótesis consiste en el que nuestra mascota lo hace para aumentar su campo de visión y vernos mejor, sobre todo porque facilita la visión de nuestra boca. El motivo es que el hocico reduce su visibilidad frontal, es decir, en una posición neutra el perro no ve la zona inferior de nuestra cara, por su hocico largo se produce un punto ciego en este sentido.
Según en investigador Stanley Coren, miembro de la Asociación Americana de Psicología, nos invita a que cualquier persona realice un experimento que le permitirá confirmarlo. Si colocas la nariz dentro de tu mano enrollada en forma de puño, esto permitirá que veamos el mundo como si tuviéramos hocico; si nos ponemos en frente de una persona que habla, se reducirá la visibilidad de su cara. Pero si ladeas la cabeza igual que haría un perro, entonces crecería el campo de visión y sería mucho más fácil verle la boca. Sin embargo, este experimento tiene sus defectos, y es que no todos los perros tienen el mismo hocico y los que los tienen chatos o son braquiocefálicos, como por ejemplo el bulldogs o el bóxer; no realizan tanto este gesto porque nos ven mucho mejor y no necesitan inclinarse.
Problemas en el oído
Es verdad que es un comportamiento generalizado en perros, pero hay que ser muy precavidos y estar atentos, ya que también puede venir acompañado de alguna señal de enfermedad. Es importante tener en cuenta la siguiente sintomatología:
1. Si el animal está irritable y mueve demasiado la cabeza. Si la inclina de vez en cuanto no pasa nada, pero si lo hace con demasiada frecuencia, independientemente de que le hablemos o no, puede venir de algo más grave.
2. Es bueno revisarles los oídos de vez en cuando, y si en algún momento se ve irritación en la parte rosada que hay en la zona interna de la oreja, es que puede estar padeciendo algún tipo de infección.
3. También puede pasar, que por mucho que le limpies la cera del oído, sigue teniendo una acumulación muy excesiva, quizá necesite una limpieza más profunda para evitar una otitis más adelante.
4. Si las orejas le sangran, le ves protuberancias o alguna otra clase de anomalía, llévalo al veterinario para que le haga una revisión mucho más exhaustiva, algo no anda bien.
5. Cuando camina en círculos o parece desorientado, esto puede referir algún tipo de pérdida de equilibrio, que por lo general viene de los oídos.
6. Si presenta muestras claras de dolor en las orejas o la cabeza, quizá porque se rasca mucho con las patitas mientras se queja o lloriquea al mismo tiempo.
7. Algo que sería ya más grave es que no nos atienda o no hiciera caso al llamarles, podría tratarse de una pérdida de parcial o total de la capacidad auditiva.
En cualquiera de estos casos tratados anteriormente, es imprescindible llevar al perro al veterinario de confianza rápidamente, ya que puede tener algún tipo de enfermedad auditiva, y será necesario analizarlo a fondo y ponerle en tratamiento lo antes posible; ya que puede estar sufriendo otitis, o quizá sea una simple inflamación o algo congénito que no se habría previsto antes.