Puede que suene de lo más extraño, pero los perros tiene habilidades de lo más sorprendentes. A veces resulta sorprendente ver que tu perro ya sabe que es la hora del paseo, que comience a mover el rabo sin ton ni son y que no para de ir junto a la puerta para salir a la calle. Algunas personas han llegado a pensar que sus perros poseían una especie de sexto sentido que les permitía anticiparse a ciertos sucesos antes de que ocurrieran. La mayoría de las personas que comparten la vida con estos animales se hacen la misma pregunta, y existe una respuesta.
La científica Alexandra Horowitz, fundadora del Laboratorio de Conocimiento del Perro, de la Universidad de Barnard (EE.UU.), da algunas claves para responder esta cuestión. "Cada día tiene un olor distinto y cada hora también se caracteriza por un olor peculiar que los canes saben identificar", explica Horowitz, autora de ' Ser un perro ' ('Being a Dog', 2016), donde detalla en profundidad su teoría acerca de los perros y la cronología. Su conclusión es clara, y es que los perros son capaces de 'oler' el tiempo.
Esto no es algo nuevo porque incluso se ha llegado a decir que los perros huelen el cáncer e incluso la muerte. Mientras que los humanos somos criaturas visuales, los perros son olfativos." Los canes son capaces de oler qué hora es, porque capturan las moléculas de aroma que transporta el aire en movimiento, las analizan y las colocan en el tiempo", aclara Horowitz.
El olor de una habitación cambia a lo largo del día. La explicación es que las corrientes de aire ayudan a intensificar o amortiguar determinados aromas. ¿Cómo funciona este mecanismo? Es sencillo: e l aire caliente oloroso tiende a subir hacia las paredes y a ser reemplazado por el aire más frío que estaba arriba. "Si fuéramos capaces de visualizar el movimiento del aire en casa, seríamos capaces de visualizar el paso del tiempo por cómo varía el olor a lo largo de las horas", comenta la científica.
La intensidad del olor varía con el paso del tiempo. Así, un olor intenso será probablemente un olor nuevo, recién producido; mientras que un aroma más débil será más antiguo, de hace unas horas. Si durante el paseo, una brisa de aire trae un olor nuevo, es probable que el perro ya sepa qué le espera una vez que cruce la esquina. Y también sabrá cuándo su dueño llega al hogar antes de que abra la puerta.
Diversas investigaciones se han centrado en analizar los diversos sentidos de los canes. Respecto al gusto hoy se sabe, por ejemplo, que los perros no beben el agua, la muerden. Ahora ha sido analizado el uso que hacen del olfato y se ha descubierto que a través de su hocico los perros saben la hora.
¿Cómo lo hacen?
Los canes tienen 220 millones de células olfativas en su hocico, mientras que los humanos solo tenemos cinco millones. Y no solo tienen más células olfativas, sino que son más variadas que las que tienen las personas. Por otro lado, la humedad del hocico también les ayuda a atrapar las moléculas olorosas con mucha mayor eficacia.
El Laboratorio de Conocimiento del Perro de EEUU ha revelado los motivos. Las diversas horas que tiene un día pueden diferenciarse por distintos olores. Los perros son capaces de identificar estos olores a través del olfato y relacionarlos con un momento concreto del día.
Los canes tienen lo que los científicos llaman un ' olfato en estéreo ', que guarda similitudes con el funcionamiento de los equipos musicales. Cada una de sus fosas nasales trabaja de forma independiente, lo que le proporciona una mejor imagen olfativa del mundo, casi en tres dimensiones. Así, el perro huele qué olor es, cuál es su intensidad y de dónde procede.
Gracias al órgano vomeronasal , ubicado en el hueso vomer entre la nariz y la boca, pueden olfatear e interpretar las hormonas que todos los seres vivos liberan naturalmente.
Por esta razón, muchos perros son entrenados para desarrollar la habilidad de detectar determinados aromas y funcionar como 'policías' o 'médicos'. Pueden descubrir un cuerpo ahogado metros adentro en el mar, reconocer células cancerígenas con solo percibir el aliento de una persona, y hasta alertar a los enfermos de diabetes cuándo sus niveles de azúcar en sangre son peligrosos y alcanzarles su insulina en el momento en que la necesitan. Por eso, a la hora de salir, suelen reaccionar con ansiedad y exaltación: son muchos estímulos los que les llegan.