Para aquellos que quieran iniciarse en el fantástico mundo de los animales, pero todavía no sabe cómo se le va a dar el cuidar de otro ser vivo, puede probar con peces. También para los pequeños de la casa o aquellos que de por sí les guste la estética de un acuario en su hogar. Aquí te presentamos una lista de las especies de agua dulce que menos mantenimiento necesitan.
Características básicas
Cuando se dice que un pez es fácil de cuidar nos referimos a que este tiende a mantenerse por sí solo, sin necesidad de grandes inversiones en acuarios ultra modernos, comida específica y muy costosa de conseguir, tienden a contraer enfermedades típicas de su especie u otras necesidades básicas que pueden llegar a tener otro tipo de peces. Eso sí, el tamaño del acuario y el darle alimentos de manera cotidiana es imprescindible para cualquiera.
La especies de agua dulce es de por sí pacífica, no requieren de un gran mantenimiento y cuidar de estos peces resulta muy sencillo. Eso sí, primero debemos consultar el tamaño, la calidad de vida y qué tipo de agua necesitan, si fría o caliente. Porque no podemos juntar varias especies de este tipo sin más, sino que deben tener rasgos parecidos. Lo mejor para estos casos es hacerse con un regulador de temperatura, además de un filtro para aquellas especies que no mantengan el acuario por ti y un decorado a la altura de cada pez.
La familia más grande
Los peces más comunes de agua dulce que podemos encontrar en casi cualquier lugar especializado son los ciprínidos. No son una especie en sí misma, sino que es una familia que engloba a diversas clases. Estas provienen de Asia, suelen tener un colorido más llamativo y un tamaño pequeño, ideal para cualquier pecera.
Dentro de la gran familia compuesta de ciprínidos comunes, nos encontramos con tres especies que destacamos por su fácil mantenimiento. Los danios tienen una gran vitalidad y alcanzan una longitud media de 6 centímetros. Son saltadores, por lo que habrá que tener cuidado y conseguir un acuario que se acerrado pero donde entre el oxígeno. Viven en pequeños grupos, como la gran mayoría, para sentirse seguros y no coger estrés. La temperatura la que acostumbran a vivir es entre 18 y 26 grados centígrados. Su color es de un verde oliva o tonalidades más doradas, aunque cada tipo de danio dependerá de su color, ya que no hay dos especies iguales.
Siguiendo el tipo de agua dulce fría, los neones chinos son otra especie de pez que requiere que el agua se encuentre entre 15 y 24 grados. Son una de las especies más llamativas, ya que sus escamas están compuestas de colores brillantes que se acentúan con una correcta iluminación. Son resistentes y tienden a vivir en grupos de 10, aproximadamente. Su color es más marrón con toques verdosos y les atraviesa una línea longitudinal que puede ser blanca, amarilla o rosa junto con unas aletas rojas y amarillas.
Por otro lado, siguiendo en la familia de ciprínidos, la carpa o barbo son los peces más conocidos y populares a lo largo y ancho del planeta. Se adaptan fácilmente a cualquier tipo de clima y su variedad les hace muy atrayentes. Necesitan de un espacio más amplio, ya que pueden superar los 7 centímetros de longitud, y una temperatura más cálida que las anteriores clases. Hay de todo tipo de especies, aunque si te gusta este tipo de pez pero no cuentas con el sitio adecuado para ellos, sus primos los pecílidos son prácticamente iguales pero en un tamaño más reducido.
Limpiadores compulsivos
Los peces que cuentan con unos rasgos parecidos a otros animales también son populares en la clasificación para cuidar de un pez de agua dulce. Entre ellos destacamos al pez gato o coridora, más comúnmente conocido por pez basurero por su método para alimentarse. Gracias a los bigotes que tienen al lado de la boca, barren literalmente el suelo para rebuscar restos de comida o deshechos. Son perfectos para mantener limpia la pecera. Son resistentes y pueden vivir con una cantidad de oxígeno más baja que otras especies. El pez gato es pequeño, ya que no supera los 5 o 6 centímetros de longitud, pero su pariente cercano, las calíctidas, son todavía más reducidas.
Otro pez que tiende a limpiar a su paso es el girinoqueílido. Este pequeño pescado consigue mantenerse pegado a las rocas y paredes de las peceras gracias a un órgano particular, de esta manera limpia el cristal de su nuevo hábitat y consigue su propio alimento. Son alargados y sus colores tienen una tonalidad oscura.
Otras especies
Pez arcoíris pude que sea uno de los más conocidos también. Esta especie proviene de Australia, Nueva Guinea y Madagascar. No tienen un color definido, ya que sus escamas reflectantes cambian con la luz, y las únicas condiciones de vida que requiere para su mantenimiento son estar en un grupo de al menos 6 peces más de su misma especie y que la temperatura oscile entre los 22 y 26 grados.
El Killis es poco conocido, pero muy fácil de cuidar. Son muy vitales y pacíficos, por lo que son perfectos para acompañar con otras especies. Su diversidad de colorido dará una explosión de color a tu acuario, gracias a sus efectos en las escamas del cuerpo y las aletas. Otro pez que dará mucho juego es el Espiga, que son pequeños y muy coloridos. Mientras no sufran cambios bruscos de hábitat, serán idóneos para acompañar a peces más grandes.
Los toxótidos necesitan que el acuario sea abierto para poder cazar pequeños insectos mediante chorros potentes de agua -por lo que no se recomienda juntar con los danios, que eran expertos saltadores-. Vivirán sobre la zona superior del habitáculo y serán muy sociables y pacíficos.
Por último, la mejor especie para los principiantes es la perca. Este pez no necesita más que cuidados básicos. Son una especie muy resistente, ya que tiende a vivir en las profundidades de aguas estancadas, no sucumben a enfermedades y solo busca zonas calientes.