A la hora de elegir una casa para habitar, solemos darle muchas vueltas a la luminosidad, la ventilación, la comodidad y su ubicación. Por eso, cuando nos toca escoger una casera para nuestra mascota debemos tomar las precauciones adecuadas. Es fundamental tener en cuenta algunos aspectos para que tu perro tenga un hogar cómodo y confortable en el que descansar cuando lo necesite.
Tanto si nuestro animal va a pasar su tiempo dentro como fuera, hay una innumerable cantidad de casetas perfectas para seleccionar la que más le convenga. Eso sí, hay que tener en cuenta las necesidades del perro para escoger la más adecuada entre todos los tipos que existen. Aquí encontrarás algunas ideas para que te decantes por aquella que vaya con tu estilo y se adapte perfectamente a tu mascota. Siempre adaptándose a su raza, talla y peso, las casetas que se fabrican hoy en día pueden aunar los gustos de los dos: tanto dueño como perro.
El tamaño de la caseta y el material
Para empezar, hay que asegurarse que recibe una ventilación adecuada y que su impermeabilidad es la correcta. Entre los tipos de materiales que disponemos, la madera y el plástico son dos de los más populares para estos casos. Tanto uno como el otro resisten a la climatología, resguardando a nuestro animal del frío, el calor, la lluvia y el viento.
Ambas opciones son duraderas y resisten bien con el paso del tiempo. Pero hay que atender a varias premisas para su correcto mantenimiento, ya que dependen del dueño en muchos casos para que consigan mantenerse funcionales durante más tiempo y, sobre todo, cómodas.
La madera es la más llamativa
Las casetas de madera tienden a durar más que las de plástico. Estas son uno de los tipos que más se buscan a la hora de escoger una para nuestra mascota en el exterior, y más si se trata de una casa con jardín por su estética más rústica. Suelen ser más cálidas y cómodas para los perros, aunque necesitan unos cuidados más exhaustivos que con las de plástico. Precisan de una limpieza periódica y nunca pueden estar en contacto directo con el suelo por temas de humedad. Por eso, la mayoría disponen de unas patas que son las que soportan el peso de la estructura y del perro, evitando que el suelo transmita frío y el suelo de la caseta se mantenga seco.
El plástico también es buena opción
Por el contrario, las que son de plástico no necesitan de nuestra atención con tanto ahínco. Además, suponen una ventaja contra el anterior material, ya que absorben menos hongos y alérgenos, perfecta para mascotas con problemas de piel u olfativos. Aunque también hay que tener en cuenta que algunos perros pueden llegar a agobiarse en ellas y que no mantienen tanto el calor como otras.
También están los dueños que prefieren construir una de sus casetas a base de ladrillos y hormigón, en vez de comprar una caseta. A ellos hay que advertirles que la idea puede ser buena, pero que hay que asegurarse de una serie de conceptos en cuanto a diseño y estructura para la comodidad de nuestra mascota.
El diseño y la estructura de la caseta
Uno de los diseños que más se repiten en la estructura de una caseta para perros es la de techo a dos aguas. Pero hay que saber que hay otros tipos, como los que tienen el tejado plano, incluso hay algunos que tienen un patio incorporado. La puerta de la caseta no debe superar un tercio del total de la fachada frontal. Esto atiende a una necesidad de ventilación, pero sin que el habitáculo no pierda parte de su calor. Aunque tiene que ser lo suficientemente grande como para que el perro pueda entrar y salir sin problemas.
Su interior tiene que poder recoger el total del cuerpo de nuestra mascota, añadiendo un espacio apto para que pueda darse la vuelta dentro y buscar una posición más cómoda. Si introducimos algún tipo de colchón hay que tener en cuenta el tamaño de este y si nuestro perro puede moverse con facilidad.
La altura total de la caseta perfecta para nuestra mascota es sobre un 25% más alta que el tamaño de nuestro perro. Es decir, que al tamaño de nuestro animal hay que sumarle ese porcentaje del total de su masa. De esta manera, nos aseguraremos de que tiene un espacio suficiente para poder desplazarse con comodidad suficiente cuando se ponga de pie.
En cuanto a la puerta, podemos encontrarnos con diversos tipos. Entre los más comunes son las casetas que incorporan el orificio en el centro de la fachada. Aunque cada vez más se ven más tipos con la abertura en uno de los lados de la pared. Este último permite que la ventilación sea la más adecuada, ya que evita que le entre el aire directamente y el frío a nuestra mascota.
Casetas de interior
Las casetas de interior dependen del espacio que tengamos en nuestra propia casa para incluir un sitio adecuado para nuestro perro. Las que pertenecen a este tipo suelen presentarse en forma de parques plegables o jaulas acolchadas y de viaje. En este caso, debemos saber que la ventilación también tiene un gran papel. Por eso, no podemos dejar de lado este tipo de precauciones incluso dentro de casa, ya que con el pelo pueden agobiarse un poco dentro de ellas. Así que, a la hora de escoger la caseta perfecta, habrá que ponerse en el lugar de tu mascota, para saber si estará bien.
La caseta, por lo tanto, debe adaptarse al perro en cuanto a su talla y peso. Aunque, en todos los casos, es aconsejable dotar de un colchón a cualquier tipo de caseta para que su estancia sea más cómoda y acogedora. Así que, aunque compremos la caseta más grande, eso no significa que sea la más adecuada para nuestro compañero.