La salud de nuestras mascotas suele ser una de nuestras principales preocupaciones una vez que comenzamos a convivir con ellas. Y es que quien no tenga a su cargo un gato, por ejemplo, no sabrá el cariño que se le puede llegar a coger a esos pequeños animales peludos, y los dolores de cabeza que puede generar que algo vaya mal.
Es por eso que lo primero que solemos hacer al adoptar a un animal es buscar todos los tipos de enfermedades que pueden llegar a atacar a nuestro compañero. En el caso de los gatos, una de las más conocidas, y de la que vamos a hablar hoy en particular, es la otitis.
Para quien no sepa lo que es, la otitis es una enfermedad bastante dolorosa, que consiste en la inflamación del epitelio del oído del gato. En este caso, nos estamos refiriendo al epitelio que cubre por completo todo el conducto auditivo del animal. Al estar inflamado, provoca un dolor bastante agudo en el gato, que probablemente se quejará y tendrá muchos de los síntomas más comunes que suelen presentar los animales en estos casos. Además, puede que vuestra mascota pierda la audición de forma temporal; no os preocupéis si esto pasa, puesto que con el tratamiento adecuado no se prolongará en el tiempo.
Lo primero que debéis saber sobre la otitis es que hay distintos tipos, dependiendo de las causas y de la zona del conducto auditivo que se haya visto afectada. Tenemos que diferenciar entonces entre tres tipos:
- Otitis externa
- Otitis media
- Otitis interna: En principio, la otitis interna será la más difícil de curar, puesto que se encuentra en la parte más profunda del oído.
No obstante, las tres pueden llegar a ser complicadas por igual, ya que la externa puede extenderse y acabar degenerando también en una otitis media.
Qué síntomas voy a notar en mi gato
Para saber si vuestro gato tiene o no otitis, y saber si debéis acudir al veterinario a por un tratamiento, debéis conocer previamente los síntomas de la misma. Hay una gran variedad de síntomas, que irán variando dependiendo de la zona afectada del oído, así como de las que hayan sido las causas de la infección. Pero hay algunos que se ven de forma muy clara y a los que se debe prestar especial atención. Hay dos síntomas que se van a reconocer de forma clara, sin ninguna duda, y que os servirán de alerta.
- Si vuestro gato comienza a sacudir la cabeza de forma frecuente, tal y como haríais vosotros si algo os molestara pero no supierais por qué, puede ser que tenga otitis y le duelan los oídos.
- Además de esto, si veis que inclina constantemente la cabeza, puede que sea por la misma razón. Si tiene la infección en un solo oído, lo más probable es que solo la incline hacia ese lado, mientras que si tiene infección en los dos, irá alternando.
- Otros de los síntomas que deberían servir como aviso será una continua costumbre de rascarse tanto las orejas como el cuello. No estamos hablando de un rascado normal, sino de uno excesivo, que les lleve incluso a hacerse heridas; en ese caso, puede que os estén tratando de decir que les duele.
- Si además se quejan cuando les acariciáis la cabeza o cerca de las orejas, este será otro indicativo más.
- Por último, también se puede notar que sus oídos huelen mal, despiden un olor desagradable.
Si os dais cuenta de cualquiera de estos síntomas, o si veis que vuestro gato deja de comer o se muestra molesto, lo que debéis hacer entonces es acudir lo más rápido posible al veterinario para que sea él el que os recete el tratamiento correspondiente.
¿Por qué tiene mi gato otitis?
Seguramente os surja la duda, entonces, de por qué puede haber enfermado vuestro gato o si podríais haberlo evitado. Se debe saber que las causas de la otitis son variadas y que van desde las bacterias hasta los hongos, pasando por los parásitos externos e, incluso, los traumatismos.
En el caso de los parásitos, podríamos hablar de los ácaros. Estos son unos ectoparásitos de tamaño minúsculo que pueden causarle una infección a los gatos de encontrarse directamente en el oído del animal. Por otro lado, la otitis también puede ser causada por un cuerpo extraño, por ejemplo, una hoja que se meta sin querer en el oído del animal, y que inflame su conducto auditivo. Un golpe en la cabeza del animal puede provocar daños internos en el oído, que acaben provocando una inflamación y, por tanto, una infección.
No obstante, hay muchísimas más causas: tumores, enfermedades inmunitarias, sarna, enfermedades metabólicas, alergias alimentarias, problemas hereditarios... Será el veterinario el que, a fin de cuentas, nos puede señalar cuál de todas estas causas ha sido la que ha hecho que nuestro gato enferme.
Posibles tratamientos y cómo evitar la otitis en gatos
Como hemos señalado, lo mejor que se puede hacer una vez que se hayan visto los síntomas en nuestro gato es acudir de forma inmediata al veterinario. Nadie mejor que un especialista para señalarnos cuál es el tratamiento que debemos darle para que mejore y, finalmente, se recupere.
Normalmente, los tratamientos suelen ser antibióticos. Hay de muchos tipos, y dependerá mucho de la situación específica del animal, por eso lo mejor es que sea un experto el que lo recete. Los precios también son muy variables, pero no suelen sobrepasar los veinte euros, con lo cual es un gasto que se puede sobrellevar de forma relativamente fácil. Hay unos cuantos pasos que se pueden llevar a cabo para tratar de evitar que los gatos enfermen y acaben sufriendo una otitis:
- Cuando le cepilléis el pelo (algo que se debe hacer habitualmente, sobre todo con los gatos de pelo largo) deberíais ver si sus oídos se encuentran limpios; en caso contrario, debéis limpiarlos. No uséis los bastoncillos que se suelen usar con los humanos porque podríais hacerle mucho daño al animal. Lo mejor que podéis hacer es usar una gasa, siempre con cuidado.
- Cuando los bañéis también debéis procurar que sus oídos no queden húmedos, puesto que esto podría provocar una infección.
- Además, deberíais llevarlo al veterinario de forma periódica para cercioraros de su estado de salud.
Si hacéis todo esto, seguramente vuestra mascota se encuentre sana y feliz durante mucho tiempo. ¡Y a disfrutar de vuestro gato sin preocupaciones!