¿La mordedura del hámster es peligrosa?

Cada día es más frecuente tener una mascota en casa y poco a poco ha ido aumentando el interés por tener un roedor en la familia. Son animales que no requieren excesiva implicación y a la vez son cariñosos y bonitos. Son mascotas muy adecuadas para los niños, porque no se le tiene que sacar a pasear como en el caso de un perro y están en sus jaulas, lo que implica una mayor seguridad en cuanto a los más pequeños se refiere.

Sin embargo los roedores también requieren cuidados, sobre todo de limpieza de su jaula, ya que sino podrían coger algún tipo de infección y ocasionarle problemas de salud. Es fundamental que los dueños de estos animales se hagan conocer cuando los adquieren, ya que suelen ser animales un poco desconfiados, asustadizos y, hasta que no se acostumbran a la persona que les va a acariciar, a coger y a dar de comer pueden ser ligeramente ariscos.

Los hámster pueden llegar a ser muy cariñosos, pero antes hay que hacer que se acostumbren a tu mano y a tu olor

Esto es lo que puede ocurrir con uno de los roedores por excelencia: los hámster. Cuando se le quiere regalar un animal a un niño o niña pequeño generalmente se suele comenzar por un roedor de este tipo, ya que son los que menos espacio ocupan y menos trabajo en cuanto a cuidados dan. Se les puede coger a menudo y dar cariño porque son amorosos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no dejan de ser animales y que tienen reacciones que tenemos que saber cómo controlar.

Cómo relacionarse con el hámster

Una de ellas son las mordeduras, algo habitual en hámsters, sobre todo cuando están en un lugar nuevo diferente a la tienda. Al adquirir este tipo de roedor hay que tener en cuenta que es un animal muy pequeño y que se tiene que acostumbrar a su nueva vida, su nueva jaula y, sobre todo, su nueva familia; aquella que le va a cuidar y a dar cariño hasta el fin de sus días. Estos animales suelen ser bastante cariñosos y receptivos, pero para llegar a esa situación hay que acostumbrarlos a la mano y el olor de la persona que le cuida.

Es importante que sepas cómo coger a tu hámster. Hay que acercarse a la jaula sin armar demasiado alboroto para que no se altere ni se ponga nervioso y así no utilice ningún tipo de defensa que te pueda ocasionar algún daño. Se le puede hablar para que se vaya acostumbrando al tono de voz de su dueño o dueña y acercarle la mano a la jaula para que la huela y vaya haciéndose al olor de la persona. Si se accede a ellos de forma brusca sin que el animal lo perciba, se creará una sensación de peligro en el roedor, lo que le provocará estrés.

Hay que acercarse al hámster con cuidado y, aunque percibas que te está mordisqueando no es un peligro, ya que no pretende morderte si estás acariciándole aún estando dentro de la jaula. Una vez te haya olido y haya notado que no eres un peligro, se le puede dar algún tipo de golosina para roedores y así cogerá confianza con la persona que le cuida.

Para coger a un hámster hay que acercarse con cuidado y sin armar alboroto para que no se altere ni se ponga en defensa

Es importante que el hámster no pase demasiado tiempo en la mano del dueño porque puede llegar a estresarse. Conviene que se le tenga un ratito sobre la palma de la mano entretenido con algo de comida como por ejemplo una miga de pan, algo que les encanta. Una vez se cansen del alimento, si se percibe que está muy nervioso es importante devolverle a la jaula, porque esto puede derivar en una mordedura al dueño.

¿Qué ocurre con la mordedura del hámster? ¿Es peligrosa?

Como ya hemos dicho anteriormente los hámster pueden ser ligeramente asustadizos y su forma de defensa es morder a quien le intenta sacar de su hábitat a la fuerza, porque él en ningún momento ha pedido que se haga eso. Es importante tener en cuenta que estos roedores pueden morder, desde una forma floja que simplemente se note una especie de pellizco, hasta un mordisco algo más fuerte llegando a ocasionar sangre o, incluso, que el roedor se quede colgando del propio mordisco.

La mordedura del hámster no es para nada peligrosa ya que estos animales se crían en cautividad y no se conoce enfermedad que estos puedan transmitir por un simple mordisco. Al igual que ocurre con otros roedores, son animales que si bien se han adquirido en tienda estarán controlados y no tendrán enfermedades por lo que la mordedura no supondrá un problema y, si se han adquirido a través de una protectora de animales, sobre todo en el caso de animales más grandes como conejos o cobayas, también estarán controlados y sin enfermedades que se transmitan a los seres vivos.

Hay que dejar muy claro que la mordedura del hámster no es peligrosa en ningún tipo de ser humano pero sí que puede ser algo molesta. Para los niños no supone un peligro tener como mascota un hámster, pero si queremos que no se lleven un disgusto al sufrir un pequeño bocado de su tierna mascota, los adultos tendrán que ser los encargados de acostumbrar al hámster a la mano del niño o niña y así evitar futuras mordeduras que asusten al hijo. En el caso de que la mordedura fuera algo más grande o profunda, hay que observarla y, a pesar de no ser peligrosa, si se ve que se inflama o enrojece conviene llevar al niño al médico.