Es imposible esperar que nuestro perro no ladre en ningún momento. Como sucede en todos los animales, la comunicación se lleva a cabo emitiendo alguna clase de sonido, en su caso ladrar. Es normal que lo haga de vez en cuando frente a algún estímulo, pero si se multiplican las veces que ladra bajo ninguna razón aparente puede ser que estemos frente a un problema.
Cada perro ladra de una manera diferente; alguno puede tener la voz más aguda y otros más grave pero suelen hacerlo con un volumen alto. Por lo tanto, tener a un perro que ladra continuamente sin ningún por qué va a ser muy molesto para sus dueños. Para encontrar soluciones lo primero que deberemos hacer es averiguar la causa de su comportamiento. Si alguna vez te has preguntado "qué hago para frenar los ladridos de mi perro" continua leyendo.
¿Por qué mi perro no deja de ladrar?
Los perros pueden ladrar por causas muy diversas. Una razón muy común es porque buscan la atención de su dueño. Si necesitan algo que sólo un humano les pueda proporcionar como comida, agua, abrir la puerta o alcanzar algo, ladrarán para hacer entender lo que quieren. Muchas mascotas también ladrarán por motivos emocionales si por ejemplo, se sienten solos, aburridos o ansiosos. Si dejas sin compañía a tu perro durante un periodo de tiempo continuo es muy probable que ladre y lloriquee porque se siente triste.
Pero los perros también pueden ladrar por otros motivos. ¿Cuántas veces hemos recibido alguna visita en casa y nuestro perro ha empezado a ladrarle? Esto lo hacen porque un desconocido ha invadido lo que nuestra mascota considera su terreno. De igual manera puede ladrar a sonidos extraños o movimientos inesperados que sucedan dentro del hogar. Todos estos elementos despiertan en los perros su sentimiento de protección, y el arma más potente que tienen para defender la casa es la voz. En ese aspecto, si tu perro ladra mucho bajo estas circunstancias significa que está haciendo un buen trabajo como "perro guardián".
Sin embargo, los ladridos no sólo tienen como fin expresar sentimientos negativos. Los perros también ladran cuando se sienten excitados y felices, como cuando los sacas a pasear, juegas con ellos, se reencuentran con alguna persona cercana o se cruzan en su camino con otros perros.
Por último, su genética también juega un importante papel en el tema de los ladridos. Unas razas ladrarán más que otras, ya que viene en su ADN. Entre las razas de perros que más ladran encontramos los Beagles, Basset Hound, Jack Russell Terrier, Keeshond, Bichón Maltés, Lhasa Apso, Boston Terrier, Samoyedo o el Westie. Por otro lado los Pug o Carlinos, Gran Danés, Lebrel Escocés, Spaniel Japonés, Galgo Inglés, Cavalier King Charles Spaniel, Pastor Ganadero Australiano, Rhodesian Ridgeback, Borzói y Bulldog Inglés son la raza de perro que menos tiende a ladrar.
¿Qué hago para conseguir que mi perro deje de ladrar tanto?
Controlar los ladridos de tu perro es un proceso que va a llevar su tiempo, por lo que tendrás que armarte de paciencia. Si no desistes y muestras consistencia seguro que verás cómo poco a poco tu perro va progresando y encontrarás las soluciones. Recuerda que los perros responden a los gritos con sus ladridos, así que, aunque pueda costar, es recomendable que no le grites ya que esto sólo añadirá más ruido y nervios a la situación. Cuando tu perro empiece a ladrar háblale con un tono firme y calmado.
El primer paso que hay que tomar es eliminar la causa del problema si éste ha sido provocado sin ningún por qué razonable : si ladra porque tiene hambre ponle comida y si lo hace porque tiene frío cierra las ventanas. Sin embargo sus ladridos no siempre están justificados : muchas veces ladrará simplemente para que le prestes atención. Si lo hace de forma indiscriminada lo mejor que puedes hacer es ignorarle.
Una vez haya parado, entonces puedes ofrecerle una recompensa en forma de snack. En este paso es muy importante que aguantes todos los ladridos hasta que termine, ya que si le haces caso mientras aún ladra le darás a entender que aunque tenga que estar ladrando dos horas terminarás por prestarle atención. Si adquirís esta costumbre tu perro asociará la recompensa con el silencio y dejará de hacer ruido.
Cuando tu perro ladre por miedo a una causa externa también podremos utilizar el método de las recompensas. Pongamos por ejemplo que tu perro no puede parar de ladrar siempre que ve a una persona en especial. Si tenéis confianza pídele su colaboración y haced lo siguiente: una vez esta persona aparezca en el campo de visión de tu perro pero esté lo suficientemente lejos para que no empiece a ladrar todavía dale un snack. Luego pídele que se acerque cada vez más al perro y continua dándole recompensas. Si esta persona desaparece de su vista para de darle snacks. De esta manera también asociará a la persona (o lo que tú decidas) con las recompensas.
Como ya sabemos, los perros son unos de los animales más domesticables que existen. Aprovechando esta capacidad, la convivencia con nuestra mascota será mucho más apacible si le enseñamos algunos trucos. Esto puede llevar trabajo, pero la recompensa será muy beneficiosa para las dos partes.
Si enseñas a tu perro el significado de la palabra "quieto" con la práctica ladrará menos. Podrás lograrlo de la siguiente forma: cada vez que tu perro ladre sostén un snack cerca de su boca. De esta forma irá fijándose más en la recompensa y olvidará la razón de sus ladridos. Cuando haya callado pronuncia la palabra "quieto" y dale la golosina. Ves alargando la duración del silencio que debe cumplir tu perro para conseguir la recompensa. Poco a poco, el perro entenderá lo que significa "quieto" y finalmente ni siquiera tendrás por qué ofrecerle el snack para conseguir que deje de ladrar.
Y para terminar, un recurso que puedes probar es mantener a tu perro ejercitado. Si la razón de su ladrido es la ansiedad, el ejercicio aliviará su estrés. Además terminará cansado tras tanta actividad y no sentirá ganas de ladrar.
¿Qué hago si el problema continua?
Puede ser que la situación no se resuelva con estos consejos y sigas preguntándote "qué hago" . Si con todo esto no vemos que nuestro perro muestre síntomas de ir mejorando en su problema podemos buscar soluciones en las tiendas especializadas donde se pueden encontrar diferentes tipos de collares para perros ideados para estas situaciones.
Los collares de citronela, los de ultrasonidos o los eléctricos son utilizados para que el perro reciba un leve castigo (pequeña descarga, sustancia desagradable o sonido irritante) cada vez que ladra. Sin embargo, está demostrado que con los perros funciona mucho mejor el sistema de recompensas y no hacerles sentir ninguna sensación dañina. Ante la duda, consulta siempre a un experto que te pueda ayudar a encontrar las soluciones.