El Maine Coon es una raza felina de pelo semilargo que destaca por su gran tamaño, ya que es uno de los gatos más grandes que existen. En Bekia Mascotas te contamos toda las particularidades de este gato para que conozcas todo lo relacionado con la procedencia, las características y la apariencia física, el carácter y comportamiento así como los cuidados y la salud de este felino, por si tienes o quieres tener un gato Maine Coon como mascota.
El origen de la raza felina Maine Coon
Esta raza felina es la primera originaria de Estados Unidos. De hecho, las claves sobre la procedencia del Maine Coon se encuentran en su nombre, ya que la raza fue creada en el estado de Maine a principios de los años 50. Respecto al resto del nombre hay varias teorías. Algunos aluden al 'racoon' (mapache en inglés) por la similitud entre la cola del animal y este gato, ambas largas y con mucho pelo, aunque también se ha llegado a decir que el Maine Coon sería un híbrido de ambas especies, algo biológicamente imposible.
Sin embargo, hay otra teoría que dice que responde al apellido del Capitán Charles Coon, un navegante de Nueva Inglaterra que llevaba en sus barcos a América varios ejemplares de pelo largo para traer buena suerte a su navío durante el viaje a los que la gente comenzó a llamas 'gatos de Coon'.
En ese sentido, hay muchas más leyendas que hablan de la forma en la que la raza se formó en el continente americano y la mayoría habla de un cruce entre un gato europeo, que podrían ser ancestros del Bosque de Noruega o del Angora turco, con los felinos salvajes de las zonas montañosas de la zona.
De ahí la similitud que el Maine Coon guarda con esos gatos de pelo largo, así como con los gatos monteses. Según esta teoría, los antepasados del Bosque de Noruega que los vikingos llevaban, también por supersticiones y para cazar a las ratas y roedores de su barcos en el siglo XI, habrían supuesto el origen de la raza.
Respecto al Angora de Turquía, también existe la creencia popular de que durante su exilio de Francia a Estados Unidos, la reina María Antonieta se habría embarcado con seis gatos de esta raza que, a diferencia de su dueña, consiguieron cruzar el charco, concretamente llegando al pueblo Wiscasset, en Maine. En este caso, la diferencia entre las dos razas es mayor que con el gato noruego, sobre todo en términos de tamaño.
Características físicas y apariencia del gato Maine Coon
Además de su enorme tamaño, su fuerza y su evidente belleza, una de las cualidades físicas más destacables del Maine Coon es su característico pelaje que es tan brillante y suave como grueso y tupido, con dos tipos de pelo diferentes que contribuyen a la fácil adaptación de esta raza a los climas más adversos, ya que todo en este gato está preparado para la vida salvaje que viene a la mente sólo con mirarlos.
Por ese mismo propósito, este gato tiene el pelo más largo en las piernas traseras, el vientre y a la altura del cuello, donde el Maine Coon tiene un sedoso collar que le da un aire leonado, además de protegerle tanto del agua como de la nieve, ya que la capa superior de su manto es impermeable. En la espalda, el pelaje del gato es más corto para su fácil deslizamiento por zonas con vegetación.
En cuanto al color de su manto, se admite en una amplia variedad de tonos a excepción del chocolate, canela, lila, colourpoint, fawn y las tipologías del siamés. Así, el Maine Coon puede presentarse en colores sólidos como negro o blanco, pero también rayados, tabby, en carey, grises o de tonos humo, diluido o que recuerdan al lince.
Por otra parte, su cuerpo es rectangular, largo, musculoso, con pecho amplio y con una fuerte constitución ósea, siendo las hembras más pequeñas que los machos con un peso medio de entre 5 y 7 kilos y de 7 y 11 kilos, respectivamente. Además, el Maine Coon es un gato de crecimiento lento que puede no alcanzar su tamaño máximo hasta los cuatro años de edad.
Respecto a su cabeza, ésta es mediana, de forma cuadrada con el perfil algo cóncavo, la frente algo abombada, los pómulos prominentes y la barbilla en línea con la nariz. Los ojos del Maine Coon son grandes, algo ovalados, separados entre sí y de un tono claro, que suele ser verdoso, dorado o cobre, donde están admitidos todos los colores excepto el azul, solo presente en los ejemplares de pelaje blanco.
Otro de los atributos más llamativos del Maine Coon son sus grandes orejas, bastante puntiagudas y largas con unos característicos pinceles al final. Lo mismo sucede con su cola, que tal y como hemos dicho con anterioridad, tiene un abundante pelaje, es ancha en la base y se afina hacia la punta.
Carácter y comportamiento del gato Maine Coon
El carácter del Maine Coon es muy tranquilo y afectuoso. El gato repartirá cariño en general pero establecerá un vínculo especial con un miembro de la familia al que seguirá a todas partes. Siempre se sientan cerca de sus amos, disfrutan de la compañía y se adapta muy bien a la convivencia con los niños e incluso con otros animales por su gran paciencia, algo que lo convierte en la mascota perfecta para cualquier persona.
Algunos ejemplares son más tímidos y cautelosos con los desconocidos, pero por lo general se trata de un gato bastante juguetón y curioso. Aunque son perezosos, también son tremendamente ágiles y muy hábiles. No son especialmente ruidosos, pero sí son bastante comunicadores, teniendo la capacidad de producir maullidos de diferentes tonos y de expresarse con ronroneos cuando se encuentran a gusto.
Cuidado específico, alimentación y salud de los gatos Maine Coon
El Main Coon no necesita una atención demasiado especifica. Respecto a los cuidados de su pelaje, es suficiente con cepillarlo frecuentemente para evitar que el pelo se le anude y también se le puede dar malta y parafina cada dos semanas para que se conserve sano y brillante, así como para eliminar de su estómago las bolas de pelo como consecuencia de su propio aseo. No es necesario bañarlo frecuentemente si no sale al exterior y, cuando se haga, es aconsejable utilizar un champú específico para pelo largo.
Otro punto importante en el cuidado del Maine Coon es su alimentación. Lo más recomendable es el alimento seco de calidad alta e incluso cuentan con su propia alimentación diseñada para la propia raza. Aunque no suelen tener sobrepeso si comen libremente, hay que vigilar lo que comen y, con la edad, proporcionarle alimento bajo en calorías. Por la morfología cuadrada y grande de su mandíbula, también es aconsejable darle croquetas grandes ya que favorecerán a la masticación e higiene bucal del gato.
Por otro lado, es clave que el gato siempre esté bien hidratado para mantener los aceites naturales y el ph presentes en su pelaje y para que su sistema urinario se regule. Además de su alimentación, también hay que procurar que el gato realice cierta actividad física todos los días para fomentar su movilidad. Por ello, agradecen tener un espacio al aire libre como un patio o un jardín, pero, si no es posible, también se adaptan a la perfección a la vida en un piso o apartamento.
En sus orígenes, con frecuencia se encontraban ejemplares con con polidactilia (uno o más dedos adicionales) como consecuencia un gen dominante en al menos uno de los progenitores. Como comenzaron a ser descalificados en las competiciones, los criadores dieron prioridad a los que no eran polidáctiles (el 60%). Por ello, en la actualidad los Maine Coon son de un tamaño menor y con la estructura ósea más débil que la que presentaba el polidáctil.
El gato Maine Coon tiene una esperanza de vida media de aproximadamente entre 9 y 15 años y en cuanto a su salud, las enfermedades más frecuentes en esta raza de gato, son las derivadas del exceso peso como son la obesidad en sí misma, la displasia de cadera o pequeñas deformidades en la articulación de la misma. Por eso cobra tanta importancia la alimentación, ya que si no se vigila su dieta, se le permite comer en exceso y ser sedentario, el Maine Coon puede llegar a los 20 kilos y sufrir obesidad mórbida.