La hidrocefalia es una enfermedad relacionada con problemas en el área del cerebro que se puede dar tanto en humanos como en mascotas. En los perros, la hidrocefalia es una enfermedad que en la mayoría de los casos es mortal en los primeros meses de vida. Por suerte, no es una enfermedad muy común y es muy pequeño el porcentaje de cachorros que se ven afectados por esa enfermedad.
Lo más importante es que conozcas los signos y síntomas de la hidrocefalia en un perro, para poder llevarlo al veterinario lo antes posible y poder reaccionar con un tratamiento a tiempo.
La hidrocefalia o 'agua en el cerebro' es una enfermedad que se produce por la acumulación de una cantidad anormal de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. Este líquido se contiene de forma natural tanto en personas como en animales, y es el encargado de protegerlo, pero un exceso de este líquido puede llegar a producir problemas muy severos en los perros, llegando incluso a ser letal.
En la mayoría de los casos, la hidrocefalia en una mascota suele ser congénita, es decir, que el perro ya nace con la enfermedad y no es contagiosa ni debida a otros factores externos. En estos casos, son pocas las probabilidades de supervivencia del animal, pero aun así se le administra un tratamiento para que las consecuencias sean lo menos severas posibles.
El Bichón maltés es una raza propensa a sufrir hidrocefaliaHay que tener en cuenta que la hidrocefalia es más común en razas de perro pequeñas, donde además los síntomas físicos son más evidentes. Hay que tener especial cuidado en camadas de Bichón Maltes, el Yorkshire, el Chihuahua o el Pomerania.
Causas de la hidrocefalia
Como hemos dicho, la hidrocefalia en perros es una enfermedad congénita, por lo que no existe ninguna causa externa que la produzca. El tamaño del cráneo natural del animal es una de las causas más comunes, por eso es mayor el porcentaje de perros con hidrocefalia en razas de tamaño pequeño o miniatura.
Sin embargo, a lo largo de la vida del perro también se puede llegar a producir hidrocefalia, aunque es mucho menos común. En estos casos, la enfermedad está provocada por otro problema relacionado con el cerebro, como un traumatismo, una hemorragia cerebral o un tumor.
Síntomas de la hidrocefalia
Los síntomas más evidentes de la hidrocefalia en perros son aquellos relacionados con cambios en el aspecto físico de la mascota. Los cachorros que nacen con hidrocefalia tienen una cabeza de un tamaño más grande de lo habitual, algo fácil de ver si además puedes compararlo con otros cachorros de la misma camada. Esto se debe a que la acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo hace que los huesos del cráneo puedan llegar a deformarse, dando una forma inusual.
Otro rasgo físico del perro que padece de hidrocefalia es que tiene la mirada baja, siempre mirando hacia el suelo y con ojos desviados, pareciendo bizco. El tamaño de su cabeza también afectará a sus movimientos, lo que impide que ande de manera recta y controlada. Por el contrario, una mascota con hidrocefalia no controla los movimientos.
Los perros de raza pequeña tienen más probabilidad de sufrir hidrocefaliaLa acumulación de líquido en el cerebro hace que también se vea afectado el desarrollo cognitivo de los cachorros, que aprenderán mucho más lentamente que sus hermanos de camada. Esto es algo a tener en cuenta a la hora de educarlos, lo que puede llegar a convertirse en una ardua tarea, mucho más complicada de lo habitual.
Pueden llegar a mostrar somnolencia y un constante sueño, lo que los sume en unos movimientos y comportamientos aletargados. En otros casos puede producirse todo lo contrario y que tu mascota muestre una actitud agresiva.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas no tienen por qué producirse en todos los cachorros que padecen hidrocefalia. La enfermedad se desarrolla de forma diferente en cada mascota y en algunos casos no existen síntomas aparentes, sobre todo cuando se trata de hidrocefalia secundaria, es decir, la que se produce cuando el perro ya no es cachorro y por factores externos. También hay que saber que el tamaño de la cabeza no va en proporción de la gravedad de la enfermedad. No necesariamente un perro con un cráneo de mayor tamaño, tiene una mayor gravedad con respecto a la enfermedad, y de igual forma ocurre en caso contrario.
Diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia
Ante cualquier tipo de síntoma que te pueda hacer pensar que tu mascota tiene hidrocefalia, lo primero que tienes que hacer es acudir a tu centro de asistencia médica veterinaria más cercano para que se realicen las pruebas oportunas para el diagnóstico. Además de los síntomas aparentes, el veterinario realizará un examen neurológico para descartar la hidrocefalia.
Si un cachorro de una camada tiene la cabeza más grande que sus hermanos puede ser síntoma de hidrocefaliaEn los casos más difíciles de diagnosticar, se llevarán a cabo otras pruebas más específicas como analíticas de sangre y orina e incluso resonancias, electroencefalogramas o tomografías.
Si efectivamente estás ante un caso de hidrocefalia, el veterinario inmediatamente administrará el tratamiento oportuno para el caso y la gravedad de tu mascota. Este tratamiento dependerá del tipo de hidrocefalia, tamaño y edad del perro, pero siempre irá orientado a aliviar la presión ocasionada por el exceso de líquido. Actualmente no existe ninguna intervención ni cura para la hidrocefalia, por lo que lo más importante es aliviar los síntomas ocasionados por ella y actuar para que el animal tenga una vida lo más feliz y cómoda posible.
