Los gatos son unos animales con los que resulta muy curioso compartir hogar. Ya no es solo por lo estéticos que son, y por lo armónicos que son sus movimientos, sino también porque son muy curiosos por naturaleza. Los gatos necesitan explorar para sentirse cómodos, necesitan conocer todo su hogar y poder desenvolverse dentro del mismo de la forma más libre posible. Aunque además de curiosos, también son animales de rutinas y costumbres, y el que haya tenido un gato lo sabrá de sobra. Cuando un felino se acostumbra a dormir a cierta hora, comenzará a hacerlo siempre igual. Si todos los días come a las dos y media de la tarde, a esa hora comenzará a pedir la comida; irá asociando su cuenco con la comida que tanto le gusta, esa acción que ha realizado bien con una caricia o una chuchería, e irá creando su propia rutina. Por ejemplo: después de comer, dormirá plácidamente durante tres o cuatro horas.
Lo primero que tendrás que hacer cuando un gato llegue al hogar será ir viendo sus necesidades e ir viendo cuáles son las costumbres que va cogiendo, la rutina con la que se siente más a gusto. Habrá algo que sin duda te sorprenderá, y es que por muy pequeño que sea el gato, siempre buscará su arenero para hacer sus necesidades. Siempre. Son animales que, por costumbre, tienden a hacer sus necesidades enterrándolas en arena, con lo cual les sale de forma instintiva el buscar la arena para así poder hacer sus necesidades tal y como siempre acostumbran a hacer.
Si estás esperando para acoger en casa a tu primer gato, probablemente una de tus dudas más grandes tenga que ver con la arena que debes proporcionarle para que pueda acudir al baño tranquilo. Y tus dudas aumentarán cuando acudas a cualquier establecimiento y compruebes que hay multitud de tipos diferentes de arena, y que cada una tiene unas especificaciones distintas. Pero, ¿cuál es la adecuada? ¿Cuál es la mejor? De antemano ya debes saber que no hay un tipo de arena mejor y otro peor; todo depende mucho de tus necesidades, de las necesidades de tu gato y del lugar donde vayas a poner el arenero. Porque no es lo mismo tener un arenero al aire libre que tenerlo dentro de casa, por ejemplo.
Vamos a ver qué tipos de arena hay, y cuál de ellas te vendrá mejor dependiendo de tus necesidades específicas.
La arena tradicional
La primera que encontraras, y que sí que no te recomendamos para nada, es la arena tradicional. Antiguamente, los gatos solían estar mucho más libres, y podían salir y entrar de las casas a su antojo. Es por esto que muchos dueños lo único que hacían era reservar un espacio en el jardín o en el patio para un arenero que llenaban de tierra.
Es una arena que está compuesta de sustrato simple, es la más barata, y es muy fácil conseguirla. No obstante, es la peor que un gato puede tener, sobre todo si está en un espacio cerrado. Es una arena que no eliminará los olores (olores que a veces serán muy fuertes), y que no le será cómoda al animal. Además, generará una enorme cantidad de polvo y tendrás que estar cambiándola cada dos por tres, porque el olor será demasiado fuerte y tu gato ni siquiera querrá entrar al arenero. Es por eso que, pese a ser tan barata, al final acabará saliéndote cara. De entre todos los tipos de arenas, esta es la que menos recomendamos, sin lugar a dudas.
La arena aglomerante
Esta arena es una de las más conocidas, y la que los usuarios suelen adquirir con más facilidad, sobre todo por la relación que hay entre su calidad y su precio. Es una arena muy fácil de recoger, con lo cual te hará a ti la labor mucho más sencilla; y es que la orina se irá acumulando en bolas compactas, y los demás desperdicios serán muy fáciles de retirar de la arena en cuestión. Además, dura bastante más que la arena tradicional, con lo cual en lugar de tener que estar cambiándola casi todos los días, podrás cambiarla cada cuatro o cinco días. El tiempo entre cambios tendrás que verlo tú, puesto que dependerá mucho de la cantidad de gatos que tengas, y del lugar donde ubiques el arenero.
¿El problema? Sigue siendo arena, con lo cual seguirá dejando residuos de tierra. Los gatos meten las patas en el arenero con todas sus ganas, con lo cual alguna partícula acaba quedando también en sus patas. Y antes de que les dé por lavarse, habrán tenido tiempo suficiente para ir dejando restos de arena por toda la casa.
La arena de sepiolita
De entre los tipos de arena, esta no es una de las más conocidas. Se elabora con sepiolita, un mineral que absorbe mucho y es muy barato, con lo cual aquí tienes dos ventajas. Mas también viene con un gran inconveniente: genera mucho polvo. Si a esto le sumamos que dura muy poco tiempo, y que no es capaz de absorbe el olor de las necesidades de los gatos, podríamos casi descartarla para los espacios cerrados.
El tema de los olores debe preocuparte solo si el arenero va a estar ubicado en una zona con poca ventilación, como sería un baño sin ventanas, por ejemplo. Si el arenero vas a tenerlo en el patio, en la terraza, o en una habitación con un buen sistema de ventilación, no te preocupes por eso.
La arena de sílice
Esta arena es la más cara de todas, pero también es la que más tiempo dura. Es considerada una de las mejores arenas para gatos porque consigue neutralizar el olor casi por completo, absorbe muchísimo, no genera polvo y no se queda pegada al fondo del arenero. Además, te permitirá separar los excrementos del resto de las perlas de sílice muy fácilmente. Cuando tu gato orine, la arena que esté debajo se irá volviendo amarilla, con lo cual podrás saber cuándo ha llegado el momento de cambiarla.
Sí, es una arena bastante más cara, pero acabarás amortizándola porque durará bastante más, con lo cual depende mucho de lo que prefieras.
A la hora de decidirte por una, debes tener en cuenta el espacio en el que vas a ubicar el arenero, el número de gatos que vas a tener y el dinero que estás dispuesto a invertir, además del esfuerzo que quieres realizar. Si prefieres gastar menos pero estar cambiando la arena todos los días, puedes optar por una arena tradicional, o aglomerante para alargar los cambios tres o cuatro días. Pero si prefieres que aguante el mayor tiempo posible, la arena de sílice será tu mejor opción.