Si hablamos de gatos persas, seguramente no tengáis ningún problema a la hora de ponerles cara. Y es que no en vano los señalan como la raza de gatos más famosa del mundo; son conocidos tanto en Occidente como en Oriente, y nombrados siempre como los animales perfectos para hacer compañía a cualquier persona.
Con su nariz chata y su largo pelaje, los gatos persas son ideales para acompañar a los seres humanos en su día a día. Son tranquilos, apacibles, calmados y, sobre todo, cariñosos. ¿Qué más se le podría pedir a un gato?
Si os gusta esta raza y queréis conocer más sobre ellos, no tenéis más que continuar leyendo. Y es que hoy os vamos a presentar diez curiosidades sobre los gatos persas que os van a hacer querer ir corriendo a adoptar uno.
Los gatos persa son ideales para vivir con los humanos 1. Es el gato más famoso del mundo
De verdad, no os exageramos: el gato persa es el más conocido de todo el mundo. Allá por el siglo XIX llegó a América desde Europa, y desde entonces se ha granjeado el amor de prácticamente todos los que lo han ido conociendo. Si bien es cierto que no todo el mundo siente la misma predilección por su nariz chata, prácticamente todos acaban admirando su carácter.
2. Fueron traídos a Europa por contrabandistas
Pese a que el gato persa llegó a Estados Unidos desde Europa, su país de origen era la Antigua Persia, lo que hoy conocemos como Irán. Unos exploradores europeos se encontraban de viaje en Persia, comprando tanto especias como joyas para posteriormente venderlas en su continente, cuando se encontraron un gato persa. Decidieron que podría convertirse en una mascota perfecta para los europeos, ¡y así fue! Desde el siglo XVII, estos animales conviven con nosotros en Europa.
Llegó a EEUU desde Europa 3. Han cambiado mucho con el paso del tiempo
Pero los gatos persas no siempre han sido tal y como los conocemos ahora mismo; estamos ante una de las curiosidades que más sorprende a la gente de forma habitual. Cuando llegó a Europa, tenía un aspecto bastante diferente, y no fue hasta finales del siglo XIX, en Inglaterra, que adoptó exactamente los rasgos que tiene ahora. Los especialistas del momento estuvieron cruzándolo con gatos de Angora hasta conseguir el aspecto deseado.
4. Gatos aristocráticos
Debido a su largo pelaje, siempre se les ha asociado con la riqueza, la nobleza, la aristocracia... Una de las grandes admiradoras de esta raza de gatos fue Victoria de Inglaterra, que estaba completamente enamorada los persas.
Siempre han sido asociados a la nobleza 5. Pero su pelo largo también puede ser un problema
Pese a que ha sido su melena lo que ha permitido que los persas se granjeen el amor de tanta gente, también es lo que hace que otros tantos se replanteen el adoptarlos o no. Y es que el pelo de un persa requiere de mucho trabajo : debe ser peinado todos los días, debe ser cuidado con tratamientos especiales y, sobre todo, debe ser llevado a peluquerías especializadas cada cierto tiempo. ¡Un auténtico trabajado para que el gato esté del todo bien!
6. Un gato perfecto para hacer compañía
Como hemos señalado antes, una de las curiosidades que más acaba atrayendo a la gente y haciendo que opte por adoptar un animal de esta raza, es que son los gatos más mimosos y tranquilos del planeta. Un persa buscará constantemente la atención y los mimos de su dueño, comportándose casi como una persona, y será extremadamente sociable, incluso con los niños. Este último dato es algo a tener en cuenta siempre que se quiera adoptar a un gato.
Hay quien ha llegado a señalar que los gatos de esta raza reaccionan positivamente a los piropos, aunque esto aún no se ha demostrado. ¡Solo los dueños lo sabrán!
No les gusta callejear7. No son animales callejeros
Hay que tener muy en cuenta que los gatos persas no son animales callejeros, que quieran salir a pasear o que vayan a intentar escaparse para cazar pájaros, por ejemplo. Esto es muy sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta que los gatos son cazadores por naturaleza. Pero no ellos, que preferirán quedarse en casa, en compañía de sus dueños.
8. Les encanta dormir. ¡A todas horas!
Los gatos son dormilones, todos ellos; suelen dormir entre doce y dieciséis horas al día los que menos. ¡Pero es que los persas duermen incluso más! Todo está muy relacionado con su carácter pacífico, con su pasado aristocrático y, sobre todo, con el mimo que suelen recibir de sus compañeros humanos.
Tienen tendencia a ser obesos9. Están predispuestos a ciertos tipos de enfermedades
Hasta aquí, todas las curiosidades que hemos comentado han sido positivas. Mas hay dos, negativas, que también deberíamos tener en cuenta. La primera de estas curiosidades es que son gatos que están predispuestos a tener riñón poliquístico. Por regla general, esto no les impide vivir entre quince y veinte años, pero ya hay que estar cuidando esta dolencia. Sobre todo afecta a los persas de color azul.
Además, hay una variante del persa conocida como peke-face cuyo hocico es aún más plano. Pese a que esto es muy buscado por algunos compradores o adoptantes, también puede acabar favoreciendo que los gatos tengan problemas de nariz y lagrimeo constante de los ojos.
10. Son muy propensos a padecer obesidad
La última de las curiosidades que os vamos a dar podría parecer más irrelevante, pero no es así. Y es que los gatos persas son muy propensos a engordar, sobre todo debido a su carácter tranquilo y a su amor por dormir y ser mimados. Si se les esteriliza, es todavía más complicado lograr que se mantengan en un peso estable. El gato persa tiende a pesar más de la cuenta pero, pese a todo, esto se puede controlar sencillamente gestionándole la comida.
