Los animales, al igual que las personas pueden presentar algunas discapacidades físicas. Algunas son propias de la edad o de algún tipo de enfermedad que hayan padecido, pero también puede ser un problema genético o desde el nacimiento. Por eso aunque no lo creamos son muchos los casos en los que nuestro perro o gato puede ser ciego o volverse ciego con el paso de los años. Esto no debe alarmarnos, pues nuestra mascota podrá seguir teniendo una vida normal, solo hay que tener en cuenta unos cuidados básicos que debemos adaptar a esta situación.
Como hemos comentado, lo primero que debemos hacer si adoptamos un perro o gato ciego, o nuestro compañero de hogar pierde la visión, es no preocuparnos más de la cuenta. Los sentidos de los animales están más desarrollados que los de los humanos y el olfato y el oído harán que se adapte perfectamente a los cambios, ya que se compensarán unos con otros para que todo sea más fácil para ellos y nosotros.
Cuidados en el hogar
Lo primero que debemos hacer es adaptar nuestro casa para que tenga los menores problemas posibles. Si nuestra mascota se ha quedado ciego con los años pero ya conocía el lugar, no tenemos de qué preocuparnos, solo mantener el orden. Cambiar sus cosas o los muebles de sitio puede hacer que se vuelva una situación más alarmante para él de lo que parece y que entre en un estado de ansiedad. Por eso lo mejor es no mover nada y que los objetos de decoración que puedan entorpecerle el camino sean retirados.
Si el gato o el perro es nuevo en el hogar, lo mejor que podemos hacer es crearle un punto de referencia, por ejemplo con su cama o el cuenco de la comida, en el caso del gato podemos jugar con el arenero para que así le sea más fácil identificar el lugar donde tiene que dirigirse a hacer sus necesidades.
Cuando lleguemos a casa debemos evitar ruidos muy fuertes al cerrar o abrir las puertas para no alarmarlos, ya que ellos van a tener más desarrollados otros sentidos como el del oído o el olfato. En el caso en que se caiga algo o se produzca un estruendo, lo primero que tenemos que hacer es ir corriendo a donde este y cogerlo en brazos, para que sepa que no existe peligro y que estás ahí. Además, para hacerle estas situaciones mucho menos estresante, lo ideal es que los acostumbremos mucho más a nuestra voz, por lo que en los primeros días se recomienda que lo llames constantemente por su nombre. Así, el perro o gato comprenderá que esa es tu voz y la forma en la que lo llamas, para poder buscarte cuando sea necesario. Del mismo modo es muy importante que se sienta más querido que nunca, por lo que debes darle más mimos que de costumbre.
Sí que debemos tener especiales cuidados si vivimos en una casa grande en las que haya jardín con piscina o escaleras. Lo mismo en los casos en los que el hogar cuente con grandes balcones o ventanales a la calle que tengan altura. Para ello debemos proteger estos lugares con barreras, ya que debemos comprender que ellos no ven el camino que están siguiendo y puede convertirse en una situación de mucho peligro.
Otro de los cuidados a tener en cuenta dentro del hogar es que no debemos privarles del juego dentro de la casa, los animales deben seguir haciendo su vida normal y ser felices, por lo que siempre es aconsejable que tengan un juguete dentro de casa. En el caso de un perro o un gato ciego, lo mejor es que estos juguetes tengan algún tipo de sonido, como un cascabel para que puedan seguirlos con el oído.La alimentación no debe cambiar, aunque al principio es normal que nuestro perro o gato pierda un poco de apetito. Lo ideal es estimular más la comida con el sentido del olfato, y que los sabores y olores sean un poco más llamativos, ya que esté es un sentido que se les desarrolla mucho a los animales con ceguera.
Cuidados para la calle
No solo debemos tener en cuenta la vida que nuestra mascota hace dentro del hogar, si no que también puede haber dificultades añadidas a la hora de salir a la calle, por lo que fuera también se deben conocer algunos cuidados a tener en cuenta.En el caso de tener un gato ciego, lo más recomendable es que salga poco de casa. Los gatos, a diferencia de los perros no necesitan salir a pasear, por lo que pueden hacer la vida perfectamente dentro del hogar. En el caso en que tenga que salir para algo siempre lo haremos con un correa y arnés que evite que se aleje de nosotros y podemos ser los que controlemos sus pasos.
En los perros es muuy diferentes. Ellos sí que necesitan salir a la calle a diario para hacer sus necesidades, pero sobre todo para hacer ejercicio e incluso correr. Lo primero que debemos tener en cuenta es que nunca puede ir solo, siempre tendrá que ir con una correa y pegado a nosotros. En la calle hay muchos más ruidos y obstáculos con los que puede encontrarse, por lo que un buen consejo es ir hablándole a menudo para que se sienta seguro de que estamos ahí y siga el camino de nuestra voz.
En muchas cuidades y pueblos hay recintos cerrados para que los perros puedan ejercitarse, por lo que es una buena opción que en los momentos más tranquilos del día nos dirijamos a este tipo de sitios y https://www.bekiamascotas.com/articulos/perros-hora-es-nariz/, para que el perro pueda ejercitarse libremente. Algo muy importante siempre a tener en cuenta cuando tenemos un perro o gato ciego es que las personas conocidas o que se acerquen a ellos sepan de su discapacidad, para que a la hora de acariciarlos esto no suponga una situación de estrés para nuestras mascotas.