Con el paso de los años los animales necesitan unos cuidados específicos para que pasen su vejez de la mejor manera posible, algo que deben llevar a cabo las personas que estén a cargo de ellos. Los humanos deben conocer de primera mano todo para comenzar a preparar estos cuidados, y es que es en estos momentos cuando un animal más necesita a su dueño. Los gatos son unos animales bastante independientes, pero también demuestran su cariño desde que son pequeños. Por ello, cuando se hacen mayores, es importante saber cómo ofrecerles los mejores cuidados sin descuidar ningún detalle de lo que ocurre en la vejez de un gato para asegurarle una calidad de vida óptima para ellos.
¿Cómo hay que cuidar a un gato viejo? La respuesta es bien sencilla ya que con una serie de consejos se puede garantizar esta protección tan imprescindible de los felinos. Además, es muy importante acudir al veterinario para realizar revisiones periódicas y evitar posibles problemas o enfermedades graves que puedan hacer que el gato sufra más de la cuenta.
¿Mi gato se ha hecho mayor?
Antes de comenzar a preparar los cuidados necesarios para un gato mayor es esencial saber si nuestro felino a alcanzado la edad por la que se considera ya un adulto. Cada año de una persona equivale a seis en un gato, por lo que cuando llega a los 12 años se dice que ya se ha hecho viejo o adulto. A pesar de ello muchos gatos pueden llegar hasta los 20 años, lo que equivaldría en 100 años humanos gracias al bienestar y a la calidad de vida que se tiene en la actualidad.
Los gatos, a diferencia de los perros, nunca muestran si les duele algo o si están enfermos por su naturaleza de animales salvajes, por lo que es más difícil reconocer si tiene algún problema con tan solo observar su comportamiento ya que puede ser el mismo que tenían al ser jóvenes. Muchos felinos siguen jugando y corriendo a pesar de haber entrado en la etapa más madura de su vida y no suelen exteriorizar sus problemas médicos, aunque sufran un gran dolor.Se puede reconocer que un gato es viejo porque puede dormir hasta 18 horas, y su ingesta calórica disminuye ya que se pueden muever mucho menos. Además, se recomienda que al acariciar al felino se lleve a cabo una examinación, observando si hay bultos o alteraciones que sean visibles. En cualquier caso, lo más efectivo es llevar al gato al veterinario y que sea éste quien realice controles exhaustivos de sangre y de orina para evitar una enfermedad mayor. Estos controles se pueden elaborar, al menos, una vez al año si no se observan problemas más graves en su día a día.
Los cuidados de los gatos mayores
La alimentación es un aspecto clave en los gatos, y en su vejez entrará en juego el tipo de pienso que se le haya proporcionado a lo largo de su vida, de ahí la importancia de darle comida de calidad adecuada a su especie. En estos años se debe administrar mejor la comida y evitar dar al gato alimentos humanos ya que pueden dañar su estómago. Si el felino tiene alguna condición especial de peso será el veterinario quien proporcionará una dieta personalizada para el animal.Para conseguir que el gato mayor se hidrate de la mejor manera posible es recomendable servirle agua fría ya que la edad hace que su temperatura corporal sufra algunos cambios. Por su parte, es posible que los gatos hayan perdido algunos o la totalidad de sus dientes con el paso de los años, lo que hará que se deba tener un mayor cuidado.
Si el gato considerado viejo carece de dentadura se le deben proporcionar alimentos lo más blandos posibles para evitarle problemas en su alimentación. Sin embargo, hay que seguir dándole un tipo de pienso sólido ya que le ayudará en la limpieza de los dientes en el caso de que le quede alguno, y en general en su metabolismo.
Los problemas más comunes de los gatos mayores
Cuando un gato es adulto puede sufrir infinidad de problemas de salud, que si no son curados a tiempo pueden derivar en asuntos más graves, como la obesidad o los problemas cardiovasculares. Sin embargo, hay algunos que son muy comunes en la mayoría de los gatos y es importante conocerlos para llevar al felino al veterinario en el momento exacto.
En primer lugar las enfermedades renales son las más comunes en los gatos cuando llegan a la vejez. ¿La razón? El deterioro de los riñones con el paso del tiempo hace que el gato pueda sufrir sus consecuencias y haya que prestar especial atención en ellos cuando tienen un problema de este tipo.Por otro lado los problemas dentales son también muy frecuentes en los felinos al llegar a su etapa de adulto. En este sentido, los animales que no hayan mantenido una óptima limpieza bucal son más propensos a padecer gingivitis o infecciones que puedan derivar en enfermedades mucho más graves.
La artrosis es muy habitual, aunque se puede paliar con analgésicos, pero también pueden aparecer problemas de artritis. Este tipo de trastorno se caracteriza por tener un deterioro progresivo que hace que el gato experimente dolor en sus articulaciones, por lo que se deberá evitar que esta intensidad vaya a más y que el gato sufra lo menos posible llevándole al veterinario.
Otros problemas de salud habituales en los felinos son la pérdida auditiva, de la que puedes darte cuenta observando cómo se comporta el gato ante estímulos que antes le hacían correr y que ahora ignora, como puede ser el sonido de un juguete o los ruidos a los que antes estaba acostumbrado.Además de la pérdida de audición, el gato también puede perder la vista fácilmente por lo que no se debe cambiar su ambiente habitual para que el gato tenga una rutina diaria fácil y reconocible. Por último, un deterioro cognitivo también puede aparecer en el felino como un problema mental a causa del envejecimiento, aunque éste será de los menos comunes.