Nuestra mascota y a la vez nuestro mejor amigo, el perro, nos entiende no solo anímicamente sino también de forma física, puesto que algunas enfermedades compartimos. Una de ellas es, por ejemplo, la gastroenteritis. Esta enfermedad afecta a todas las personas y también a los animales por lo que hay que saber cómo actuar cuando esto suceda.
Qué es la gastroenteritis
La gastroenteritis es una enfermedad causada por la inflamación del estómago y del intestino delgado, que ocasiona vómitos, diarreas, calambres y/o dolor abdominal. Esta enfermedad fue conocida hasta 1825 como fiebre tifoidea o con otros nombres más coloquiales para referirse al dolor de barriga, los vómitos y la diarrea. No fue hasta la nombrada fecha que pasó a llamarse gastroenteritis.
La gastroenteritis es una enfermedad muy común en los países en vías de desarrollo que aún es la causante de la muerte de muchos niños en los territorios más pobres de nuestro planeta, pero que es casi inofensiva para los ciudadanos que no viven en el tercer mundo.
Esta inflamación del tracto intestinal puede darse por diferentes causas comunes en humanos y caninos en todo el mundo como: el rotavirus, más usual en niños, y el norovirus y la Campylobacter. La gastroenteritis puede además transmitirse a través del contacto con otras personas en el caso de los humanos o con otros perros en el caso de los canes. También por agua contaminada o alimentos que no estén preparados adecuadamente o que se encuentren en mal estado.
No obstante, canes y gatos suelen comer plantas tóxicas, las cuales les causan esta misma enfermedad. Normalmente no suele peligrar la vida de nuestra mascota en nuestro entorno, pero también existe la gastroenteritis porcina transmisible (GPT) por la cual no existe ningún tratamiento a día de hoy. Ésta viene a través del cerdo y es transportada por algunos pájaros, pero no se trata de la gastroenteritis más común.
Cómo sufren la gastroenteritis los perros
En los perros la gastroenteritis es también un trastorno digestivo en el cual el tracto intestinal, formado por el estómago y el intestino delgado, no funcionan correctamente generando los síntomas ya nombrados. Ésta se produce en perros de todas las razas y edades, aunque algunas razas parecen estar predispuestas a sufrir esta enfermedad como los pastores alemanes o los boxers.
Esta inflamación les produce deshidratación, vómitos constantes y diarreas. No obstante, es usual que los perros vomiten, ya que comen ciertos tipos de hierbas para purgarse el estómago ocasionalmente. Sin embargo, no es normal cuando el vómito es persistente y el perro ya no quiere ni comer ni beber agua.
Causas de la gastroenteritis
Las causas de esta enfermedad en perros suelen ser similares a las de las humanos que ya hemos comentado previamente:
- El consumo de alimentos en mal estado o no preparados correctamente
- El hecho de comer objetos extraños (basura, juguetes...)
- Infecciones virales, fúngicas o transmitidas por otras bacterias
- Comiendo cuerpos extraños se pueden generar también infecciones en el tracto intestinal produciendo el sangrado que podrá verse en sus vómitos o las heces y es altamente peligroso para la vida del animal
Es normal que los cachorros muerdan muchos objetos por el dolor de los dientes o que coman objetos extraños, pues es su forma de identificarlos. Haciendo esto puede que coman cosas que puedan molestar el estómago y les hagan vomitar o expulsarlos por las heces.
Es muy importante que supervisemos a nuestro cachorro en todo momento para estar seguros de que no va a ingerir ningún objeto o comer basuras que puedan causarle una futura gastroenteritis o problemas mucho más serios en su salud. Del mismo modo algunos parásitos, medicamentos o trastornos del páncreas, del hígado o renales también pueden causar la gastroenteritis en los perros.
Diagnositcar la gastroenteritis en perros
Como hemos apuntado anteriormente, es normal que los perros vomiten ocasionalmente o que tengan diarreas si han comido algo fuera de lo normal. Más comúnmente en los cachorros que aún están aprendiendo que deben de comer y que no. No obstante, hay algunos signos claros que demuestran que nuestro mejor amigo podría estar sufriendo una gastroenteritis no importa su edad o sus causas:
- El primero y más elemental es verlo vomitar repetidamente o con diarrea.
- Si nuestro perro sufre esta enfermedad seguramente se encuentre decaído y sin muchas ganas de correr, salir a la calle o jugar.
- Algunas veces podremos oír a nuestro perro convulsionarse y el ruido de su estómago.
- Veremos a nuestro perro meter el estómago de dentro hacia fuera, señal de calambres abdominales o para forzar el vómito.
- Si, además, no bebe agua ni le apetece comer debemos estar seguros de que nuestra mascota no se encuentra bien.
- De la misma manera podemos observar que se siente aturdido y bajo de reflejos cuando está enfermo y en algunos casos también ver que ya no está vomitando comida u algún otro objeto sino fluidos intestinales.
Los perros cuando están enfermos y reconocen sus síntomas, intentan mantenerse alejados de la comida y la bebida para no volver a vomitar. Sin embargo, debemos tomar acción, puesto que no queremos que nuestro perro deje de comer y beber y se deshidrate por la falta de fluidos en el cuerpo (ya que tras vomitar y/o las diarreas puede que haya perdido muchas de las vitaminas y las sales minerales necesarias en su cuerpo para estar en buena salud).
Si los síntomas persisten y el perro expulsa sangre habrá que llevarlo al veterinario de inmediato. Allí será diagnosticado y se le efectuarán algunas pruebas como: análisis de sangre, del pis o de las heces y/o una radiografía de la zona abdominal para ver si tiene algún objeto obstruyéndole el intestino o el estómago. El resultado de los análisis mostrará si el perro tiene el conteo sanguíneo elevado (evaluación de los glóbulos rojos) y si así es será un claro signo de que nuestra mascota sufre una gastroenteritis.
Tratamiento y cura de la gastroenteritis
Si nos encontramos ante un caso de gastroenteritis común donde no peligra la vida de nuestra mascota, deberemos alejarla de la comida durante un par de días con tal de que no la vomite cada vez que coma. Sin embargo, debemos animarle a que beba agua, para que no se deshidrate. Puede ser que el veterinario decida alimentarlo por vía intravenosa para reponer también todos los líquidos perdidos durante los vómitos y las diarreas.
Pasados estos dos días, si la salud del perro ha mejorado podríamos reintroducir la comida poco a poco o con una dieta blanda y cuando nuestra mascota ya muestre claros signos de mejoría entonces ya será el momento de alimentarlo con normalidad. Significará, a partir de este punto, que su gastroenteritis está ya curada.
No obstante, si la gastroenteritis ha estado causada por algún virus el veterinario recomendará el uso de antibióticos para eliminar este virus del cuerpo del perro. Deberá seguirse su curso como nos indique el profesional y no hacerlo interrumpidamente, ya que mermará su efecto.
Bajo ninguna circunstancia debe medicarse al perro sin que un veterinario lo aconseje y mucho menos en este caso, puesto que el intestino ya se encuentra irritado y si le añadimos un medicamento no prescrito podemos causarle más dolor a nuestro perro o, incluso, un problema más grave quizás irreparable.
Una vez el perro está curado, lo más recomendable es que mantenga una dieta equilibrada. Debe comer siempre comida de perro más que las sobras de nuestra comida y debemos evitar, sobre todo, que coma objetos o residuos de la calle o el parque. También hay que controlar que no ingiera ninguno de sus juguetes, ya que pueden quedarse obstruidos en el intestino y el estómago y causarle los dolores y sangrados que hemos mencionado anteriormente.
Cuándo acudir al veterinario
Es normal que el perro con gastroenteritis leve sufra las dolencias nombradas durante un par de días, máximo, y al tercero ya coma y actúe con normalidad. Sin embargo, si los síntomas persisten hasta un tercer día o más es necesario acudir al veterinario. Principalmente, porque como el perro no ha comido ni bebido como de costumbre durante tres días seguido debe estar deshidratándose y el veterinario deberá administrarle el suero por vía intravenosa como hemos explicado anteriormente.
Si encontramos sangre en los vómitos o en las heces debemos acudir al veterinario de urgencia, puesto que puede que el objeto injerido esté perforando o dañando el estómago o los intestinos y la vida de nuestra mascota puede estar en peligro.
Si tu perro es todavía un cachorro es mejor que lo lleves al veterinario de inmediato si ha vomitado varias veces en el mismo día, ya que su sistema inmunitario no es tan fuerte como el de un perro adulto y, quizás, no esté preparado para afrontar enfermedades como un can de más edad.
Para nuestra tranquilidad es mejor siempre consultar con un profesional si dudamos sobre la salud de nuestro mejor amigo, puesto que estaremos más tranquilos y podremos evitar con antelación algo que podría ser más grave. Asimismo, y como ya hemos aconsejado, no debemos medicar a nuestro perro bajo ningún concepto sin haberlo consultado antes con nuestro veterinario. Será él la persona adecuada para diagnosticar y curar del mejor modo posible a nuestra querida mascota.