El galgo afgano, también conocido como lebrel afgano o afghan hound, es una raza canina de tamaño grande que, como su propio nombre indica, tiene su o rigen en las zonas montañosas de Afganistán. Aquí te proporcionamos toda la información básica y las particularidades sobre la procedencia, el aspecto y características físicas, el carácter y el comportamiento, así como todos los temas relacionados con la salud, el mantenimiento y los cuidados específicos de esta raza de perro, por si tienes o deseas tener un ejemplar de galgo afgano como mascota.
Origen de la raza galgo afgano
Procedente de Afganistán, el origen del galgo afgano se sitúa en el año 1000 antes de Cristo, por lo que es una raza canina muy antigua, aunque lo cierto es que los primeros registros de la misma datan del siglo XIX. En sus orígenes, este tipo de galgo era empleado para la caza de liebres, así como también se utilizaba como perro de pastoreo por parte de las tribus nómadas de su país de origen. Su gran velocidad, que llega a alcanzar los 60 kilómetros por hora, hizo que, posteriormente, esta raza también se utilizara como perro de carreras, mientras que su elegante y particular aspecto también lo convirtió en protagonista en certámenes de belleza caninos, donde destaca por su particular belleza.
Del mismo modo, este perro pasaría de ser cazador, pastor o corredor a ser usado como mascota. En cuanto a sus antepasados, se cree que el galgo afgano desciende de un cruce con el galgo saluki o perro real de Egipto, proveniente de Persia. A pesar de su lejano origen, el lebrel algano es uno de los más conocidos en todo el mundo y su expansión en nuestro continente empezó en Gran Bretaña, ya que los ingleses fueron los primeros en introducir el ejemplar afgano de la raza en Europa a principios del año 1900. En la Federación Cinológica Internacional (FCI), el galgo afgano se clasifica dentro del Grupo 10 Lebreles, concretamente en la Sección 1: Lebreles de pelo largo u ondulado.
Apariencia y características físicas del galgo afgano
Aunque se trata de un can de tamaño grande, sus cualidades físicas concretas hacen que el peso del galgo afgano ronde entre los 26 y los 34 kilos, con una altura en la cruz que va de los 68 a los 74 centímetros, en el caso de los machos; y de los 63 a los 74 centímetros, en el caso de las hembras. Su espectacular físico, en el que su largo, fino y sedoso pelaje es el protagonista, es la característica que, a priori, más llama la atención de este perro. Sin embargo, también posee una excelente combinación de rapidez y fortaleza con movimientos ágiles, veloces, fluidos y elásticos gracias a sus largas y poderosas extremidades.
De cabeza fina y alargada, su ojos casi triangulares y ligeramente oblicuos suelen ser oscuros, aunque los tonos dorados no están excluidos, mientras que sus orejas son de inserción baja, colocadas muy atrás y pegadas, así como cubiertas de pelo suave. La cola no es demasiado corta, es de inserción baja y tiene forma de anillo. En cuanto a su manto, el largo pelaje del galgo afgano debe presentar un desarrollo natural, es decir, no debe ser recortado. Aunque todos los colores están admitidos, suele presentarse en tonos negro, rojo y crema.
Carácter y comportamiento del galgo afgano
La cualidad más característica del temperamento del galgo afgano es su enorme inteligencia y su gran carácter, que hacen de este tipo de galgo un perro bastante independiente y algo orgulloso. La expresión oriental que lo caracteriza lo convierte en un perro majestuoso, digno, sutilmente fiero, reservado y distante, pero también es un perro noble y alegre al que le gusta pasárselo bien.
Este especial carácter repercute directamente en su educación, que deberá llevarse a cabo de una manera firme, pero tranquila y amable, basándose en el refuerzo positivo y haciendo hincapié en una correcta socialización. Del mismo modo, al ser un perro tan inteligente e instintivo, con una gran capacidad de memoria y aprendizaje, el galgo afgano interiorizará rápidamente el adiestramiento y, con constancia y coherencia, siempre obtendremos una respuesta correcta y una reacción adecuada por parte del lebrel.
Cuidados específicos y salud del galgo afgano
Como decíamos, el característico pelaje del galgo afgano requiere unos cuidados específicos para evitar que el pelo se enrede y pierda su lustroso brillo. De este modo, el perro necesita un cepillado regular, de al menos tres veces a la semana, así como un baño al mes. No tiene problemas de adaptabilidad a la vida en casa, sin embargo, su tamaño y su temperamento hacen que sea un perro con una gran necesidad de ejercicio físico. Además de sacarlo varias veces al día, al menos uno de sus paseos diarios deberá ser largo y es la mascota perfecta para salir a hacer algo de deporte con ella. Si no se cumplen sus necesidades básicas de actividad física, este perro puede sufrir estrés así como otros problemas conductuales con las personas u otras animales.
En cuanto a su salud, más allá de los cuidados comunes a toda raza de perro - tales como cumplir con el calendario de vacunación y desparasitación y acudir regularmente a las revisiones veterinarias para el correcto seguimiento y prevención - hay que atender a las enfermedades típicas que se pueden dar en la raza afgana ya que, aunque en términos generales se trata de un perro bastante sano, lo cierto es que, como todo perro de su tamaño, suele verse afectados por dolencias como la displasia de cadera o la malformación del codo, por lo que hay que procurar evitar tanto el ejercicio excesivo, como el sobrepeso, así como proporcionarle una correcta y confortable área de descanso. Por otro lado, el galgo afgano es sensible a algunos fármacos, por lo que siempre hay que consultar con el veterinario. Este can, que se adapta preferiblemente a los climas fríos, tiene una esperanza de vida de entre 12 y 14 años.