Los beneficios que los animales tienen para nuestra salud y nuestro bienestar no es algo nuevo. El trato afectivo con otros seres vivos puede aportarnos unos lazos de afecto y lealtad casi inimaginables, pero además algunos de ellos son capaces de servir de ayuda para sanar algunas discapacidades o enfermedades. Uno de estos casos es la equinoterapia o hipoterapia, que no es más que la terapia que se lleva a cabo con los caballos, tanto en su monta, como en ejercicios realizados con ellos e incluso su cuidado.
Gracias a la equinoterapia, y sobre todo a los movimientos tridimensionales que realiza el caballo con su doma, se pueden conseguir enormes avances en personas con discapacidades tanto físicas como mentales, ya que son una gran ayuda para la estimulación de huesos, músculos y articulaciones, además de activar la autoestima y el estado de ánimo.
Pero la terapia realizada con caballos no es algo que se haya descubierto en la actualidad, sino que ya los griegos utilizaban la equinoterapia para tonificar el cuerpo y la mente.
La equinoterapia no se trata de montar a caballo y que esto suponga un beneficio a nivel físico, sino que va mucho más allá. Es estudiar los movimientos del caballo para conseguir con alguno de ellos y mediante la postura del paciente, que se estimulen aquellas áreas en las que queremos mejorar o buscar una recuperación después de alguna enfermedad o lesión.
Esta terapia integral en la que el caballo es una herramienta de recuperación está sobre todo orientada a personas con parálisis cerebrales, lesiones medulares o cerebrales, espina bífida, Parkinson, fibromialgia, Síndrome de Down, autismo, etc. No se pueden realizar con cualquier caballo, sino que hay que acudir a centros desarrollados para tal fin, con profesionales especializados tanto en la doma como en el conocimiento de las enfermedades o problemas a tratar.
Beneficios de la terapia con caballo
Como ya hemos comentado, los principales y más conocidos beneficios de la equinoterapia son aquellos que sirven de ayuda en las articulaciones, huesos y músculos de personas con alguna discapacidad locomotora. El movimiento que realiza el caballo durante el trote transmite una serie de sensaciones en la persona que lo monta que podrían compararse con las de una persona al caminar. Por eso la terapia con los equinos es una gran ayuda en personas con discapacidad física, sobre todo en las edades más tempranas.
Pero además de esto, el simple cuidado del animal y el trato con la naturaleza, ya que estas actividades se realizan casi siempre al aire libre, son también de gran ayuda en personas con problemas de autoestima o de comunicación, como niños con autismo.
Todo esto con la parte buena que tiene el trato con el animal, que pasará a convertirse en un compañero y amigo durante el transcurso de la terapia, y dejará de convertirse en algo que, de otras formas puede ser mucho más aburrido y doloroso.
Modalidades de la equinoterapia
La equinoterapia no se trata solo de la doma del caballo, sino que existen muchas modalidades, dependiendo de las características de la persona que necesita de la terapia, y de los aspectos a tratar. Por esto se habla desde lo más básico como es el cuidado del animal, como los ejercicios gimnásticos a realizar sobre su lomo, que en movimiento genera una activación de las articulaciones afectadas.
Las diferentes modalidades existentes dentro de la equinoterapia son:
- Hipoterapia. Esta modalidad de equinoterapia está destinada a personas con graves discapacidades físicas y que no pueden desempeñar una correcta doma del caballo. Para ellos se realizan actividad sobre o con el caballo, que transmite a estas personas además de calor corporal, movimientos estimulantes e impulsos rítmicos.
- Volteo terapeútico. Es una de las modalidades más conocidas y la primera que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en la terapia con caballos. En este caso, el paciente se sitúa en la posición adecuada sobre la cruz del lomo del equino. Con los movimientos que éste realiza en el trote, se van produciendo unos estímulos en la persona que son de gran ayuda para desarrollar movimientos que ayuden en los dolores y limitaciones que suponen las discapacidades físicas que padece.
- Equitación adaptada. Es la que se lleva a cabo mediante la doma de caballo. En este caso el paciente sí que monta como jinete encima del animal, pero siempre teniendo en cuenta la adaptación necesaria para la ayuda que necesita.
- Otras terapias, como pueden ser la equinoterapia social, donde no se lleva a cabo ningún ejercicio encima del animal, sino en la relación afectiva que se produce, en el cuidado y el trato directo con el caballo.
Además de todos los beneficios que hemos conocido que la equinoterapia tiene para la salud, no debemos olvidar que sobre todo en los más pequeños también será una gran forma de aprender el respeto a los animales y a la naturalez a, tan importante para nuestras vidas.