La raza del Pastor alemán es una de las más conocidas en nuestros días especialmente por la belleza de sus ejemplares y su extrema inteligencia. Sin embargo, su historia ha hecho que se convierta en una de las razas con más probabilidad de sufrir enfermedades congénitas y es que la pretensión de muchos criadores de lucrarse a base de estos perros hizo que los cruces entre ellos no conservaran la pureza de la raza, sobre todo por problemas de consanguinidad. Por este motivo existe una serie de enfermedades que estos canes están más propensos a sufrir.
Displasia de cadera
Se trata de unos de los problemas que más afectan a los Pastores alemanes y puede estar provocado por dos causas. La primera de ellas es porque tradicionalmente los perros fuertes y robustos han estado más expuestos a sobrecargas físicas que los de pequeño tamaño, con lo cual el desgaste de sus huesos y músculos es mayor, de tal forma que la displasia de cadera se ha convertido en un problema hereditario para esta raza.
No obstante, se ha comprobado que la enfermedad también puede estar causada por el rápido crecimiento de los ejemplares en su transición a la edad adulta, que consecutivamente afecta a la malformación de las articulaciones de la cadera en muchos de estos canes. Los expertos coinciden que esta situación se puede revertir controlando la cantidad de alimento que se le proporciona al animal para que un exceso de peso no contribuya al desarrollo de la displasia de cadera.
Síndrome de inestabilidad lumbosacra
Se trata de una enfermedad degenerativa consistente en l a inflamación de la parte baja de la columna vertebral, que puede estar ocasionada por diferentes motivos: el desgaste de la médula espinal, traumatismos, enfermedades que afecten directamente a la zona, algún tipo de cáncer o también por cuestiones hereditarias. Lo que sucede es que los nervios de la parte baja de la columna se oprimen y como consecuencia los impulsos nerviosos no llegan correctamente a la zona.
Estamos ante una enfermedad bastante dolorosa debido a la inflamación de los nervios, además de que provoca inestabilidad por la imposibilidad de conducir las órdenes del sistema nervioso a las patas traseras, las partes genitales, el ano y la cola. Asimismo, uno de los problemas que puede ocasionar la inestabilidad lumbosacra es la displasia de cadera. No obstante, el tratamiento depende del grado de la enfermedad, siendo en los casos más leves la aplicación de terapias para estimular la zona, mientras que en los más graves también debe tomarse medicación analgésica y antiinflamatoria.
Pericarditis constrictiva canina
Aunque es una enfermedad muy poco común en animales, se ha detectado un mayor número de casos en perros de raza de Pastor alemán y se trata de una afección que involucra al corazón. En este caso, el pericardio, la membrana que envuelve a este órgano vital que se compone de dos capas, se ve inflamado en una de ellas de tal forma que el corazón se oprime, aumentando la presión sobre él.
Lo cierto es que se trata de una enfermedad grave, que en el peor de los casos puede provocar la muerte de tu mascota si no se diagnostica a tiempo. El tratamiento comprende medicamentos antibióticos o cirugía y los síntomas de la pericarditis son los siguientes:
- Anorexia o pérdida de peso.
- Dolor abdominal por acumulación de líquido en la zona.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Problemas respiratorios.
- Cansancio o aletargamiento.
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que afecta al nervio del ojo y que puede darse al mismo tiempo en ambos. Está ocasionada porque la acumulación del humor acuoso (líquido que protege el ojo) en el globo ocular hace que aumente la presión del mismo, de tal forma que se genere una ceguera en el animal, hasta el punto de que puede ser irreversible si no se trata a tiempo. En casos normales, el humor acuoso se elimina gracias al propio drenaje del ojo, pero con el glaucoma lo que sucede es que el líquido se acumula en el interior del ojo, incrementando los niveles de presión y punzando al nervio óptico.
Parvovirosis canina
Este trastorno de transmisión vírica es el encargado diarreas graves junto con abundantes restos de sangre y que desprenden mal olor, fundamentalmente porque el virus altera el funcionamiento intestinal. Se trata de una enfermedad que afecta especialmente a perros que aún no se han adentrado en la edad adulta porque aún tienen que enfrentarse a las vacunas que también van destinadas a prevenirla y entre los síntomas para detectarla están la pérdida del apetito y deshidratación, vómitos, diarreas, debilidad, desánimo y en el peor de los casos, fiebre. Aunque tiene tratamiento con dieta blanda y antibióticos para evitar otras inflamaciones que agraven el estado del perro, es imprescindible hacer una detección precoz que evite el peor de los resultados.
Moquillo canino
El moquillo o distemper canino es una enfermedad que guarda cierta similitud al sarampión humano y que puede afectar a los sistemas digestivo y respiratorio de tu Pastor alemán, así como al nervioso en determinados casos. Causado por un virus, el contagio del moquillo se produce por las secreciones corporales, y aunque si se detecta a tiempo en el animal puede tener una fácil curación, en realidad puede ser una enfermedad letal si su estado es avanzado. Asimismo, cabe mencionar que el tratamiento en estos casos no es tan simple como un resfriado, pues es un virus que no tiene cura. Así que para sobrevivir al moquillo el veterinario administrará cuidados paliativos, basados en refortalecer el sistema inmunitario y en expulsar las mucosidades.
Los canes contagiados de moquillo tienen la posibilidad de transmitir esta enfermedad incluso varios meses después de haberla padecido y el virus tarda en incubarse unas dos semanas. Aunque las vacunas anuales están destinadas a inmunizar a cualquier perro del virus que provoca el moquillo, la posibilidad de contagio sigue existiendo aunque sea mínima. Por este motivo se recomienda mantener un buena higiene ya no solo del animal sino también de sus enseres y prestar atención a los síntomas que presente, comprobando que no sufra conjuntivitis, muestre los ojos rojos, dificultades en la respiración, tos, presencia de mucosidad, vómitos o gastroenteritis.