Al pertenecer al mismo grupo canino, el Bichón Frisé y el Bichon Maltés son dos razas de perro muy similares, ya que comparten antepasados y, por ello, tienen muchas características en común, como ser unas excelentes mascotas. Sin embargo, también existen numerosos aspectos físicos y de comportamiento por los que ambas variedades se distinguen la una de la otra y, por ello, aquí repasamos las principales diferencias entre Bichón Frisé y Bichón Maltés.
Procedencia
Aunque existen discrepancias en cuando al origen exacto del Bichón Maltes, lo cierto es que la mayoría coincide en que procede de la cuenca del Mediterráneo. Considerado como una de las razas caninas más antiguas que existen, el origen del este perro faldero se sitúa en el año 6000 a.C., siendo los romanos los que lo llevaron a Asia, donde más tarde daría origen al perro Pekinés.
Esta familia canina surgió del cruce de la extinguida raza Barbet con los perros falderos mediterráneos, lo que dio lugar a dos grupos. Por un lado, los caniches y, por otro lado, los bichones. Además de los que hoy nos ocupan, también se originó el Bichón Boloñés, el Bichón Habanero y el de Tenerife, siendo este último el que precedió al Bichón Frisé de hoy en día, que consiguió salvarse de la extinción gracias a su gran popularidad en Francia y a su exportación a Estados Unidos.
Apariencia y características físicas
Ambas razas son de tamaño pequeño y no suelen superar los 5 kilos de peso, pero en términos generales, el Bichón Frisé es algo más grande que el Bichón Maltés. Y es que, mientras que el primero tiene una altura de entre 23 y 30 centímetros y un peso de entre 3 y 5 kilos, el segundo mide entre 20 y 25 centímetros y pesa entre 1,5 y 3 kilos.
Pero la mayor diferencia física entre ambas variedades es, sin lugar a dudas, el tipo de pelaje, ya que es lo que los distingue a primera vista. El Bichón Frisé tiene un manto de doble capa, la pegada al cuerpo y la exterior, de un fuerte y denso pelo rizado, similar al de un caniche. Por lo general, la variedad Frisé lleva el pelo más corto y, aunque se puede dejar largo, dando al can un aspecto muy esponjoso si se le cepilla y recorta, lo cierto es que su longitud no alcanza la del manto del Maltés.
El Bichón Maltés tiene una sola capa lisa, fina y lacia que destaca por su largura, asemejándose a los Yorkshire Terrier de pelo largo. En cuanto al color de su pelaje, que ambos sean perros completamente blancos es una de sus similitudes, sin embargo, en algunas ocasiones, el Bichón Maltés puede presentar una ligera sombra en tono amarillento o melocotón en algunas zonas.
Carácter y comportamiento
Ambas variedades son perros cariñosos y familiares con una gran adaptabilidad al entorno, a las situaciones y a las personas, pero el Maltés se adapta mejor a los cambios que el Frisé. Del mismo modo, el Maltés tiene más desarrollado el instinto de protección por lo que pueden volverse celosos y ladradores sin una correcta socialización.
En ese sentido, adiestrar al Bichón Frisé es mucho más sencillo que hacerlo con el Bichón Maltés, ya que, mientras que el primero es un perro gregario, sencillo, juguetón, inteligente, obediente y nada agresivo, es decir, la mascota perfecta para alguien que nunca ha tenido perro; con el segundo, de un temperamento más vivaz, vigilante y nervioso, hace falta más perseverancia, paciencia e incluso un educador, según lo que se le quiera enseñar, porque ningún bichón suele dar problemas en cuanto a su comportamiento y son excelentes animales de compañía.
Ejercicio y alimentación
Al ser perros pequeños, ninguno de los dos bichones requieren una rutina de ejercicio elevada. De hecho, al ser perros tan activos, nerviosos y juguetones, no necesitan un entrenamiento adicional. Sin embargo, tanto al Frisé como al Maltés les encantan los paseos y los juegos en el exterior, por lo que es recomendable salir con esta mascota algo más que los paseos estrictamente necesarios.
En cuanto a la comida, el Bichón Frisé no necesita una alimentación especial, pero, en el caso del Bichón Maltés, hay que prestar atención a los alimentos crujientes para que no sufra problemas dentales y también hay que evitar sobrealimentarlos.
Aseo y cuidados específicos
El principal cuidado que requieren los bichones es el de su pelo, que, por otro lado, los convierte en la mascota apta para personas alérgicas, ya que no mudan el pelo y son hipoalergénicos. Ambos necesitan un cepillado y un corte muy frecuentes para evitar los nudos y tener un buen aspecto.
Sin embargo, debido a sus diferentes características, cada variedad tiene unas necesidades respecto a su cuidado. El pelaje rizado del Bichón Frisé debe cepillarse a diario con un cepillo de cerdas rígidas para el pelo se esponje. Lo ideal es bañarlo una vez al mes con un champú seco y, para evitar las manchas en su sedoso pelo blanco, es recomendable recortar el pelo alrededor de orejas y ojos. En cuanto al resto del cuerpo, lo mejor es cortar el pelo con tijeras siguiendo el contorno de su figura.
El pelo del Bichón Maltés es muy blando por lo que hay que cepillarlo con suavidad y todos los días con un peine para pelo liso. Hay que prestar una especial atención al aseo de ojos y barba para que el pelo de estas zonas no se tiña. Además, también es bueno recogerle el pelo de la cabeza en un moño o una coleta para que no le tape los ojos. El pelaje del maltés es espectacular, pero no tan práctico o cómodo por los cuidados que requiere, ya que hay que lavarlo con champú seco con regularidad y secarlo adecuadamente. También será necesario cortar el pelo de las orejas y limpiarlas bien.
Salud
Ambas variedades de bichón son bastante resistentes, longevas y saludables, pero también tienen ciertas afecciones propias de la raza, especialmente relacionada con los ojos. El Bichón Maltés puede padecer enfermedades oculares genéticas, mientras que el Frisé también puede presentar problemas oculares como bloqueo de los lacrimales o cataratas. En cuanto a otras dolencias, el ejemplar Maltés puede padecer luxación patelar, disquiasis, hidrocefalia y entropión, mientras que la variedad Frisé puede sufrir luxación de rótula así como episodios de epilepsia.