Los pájaros son animales muy alegres que siempre parecen estar llenos de vida y de positivismo. No obstante, a veces, también puede estar enfermo y, si realmente amamos a nuestra mascota, debemos estar alerta de esos símbolos de enfermedad que pueden hacernos llegar a tiempo para salvar su vida.
Algunos de estos síntomas son muy evidentes y pueden dar a pie a enfermedades más o menos importantes que deberemos solucionar de la mano de un veterinario o, simplemente, poniendo más atención a cuidados de nuestro pájaro.
Síntomas que sugieren que nuestro pájaro está enfermo
Si queremos que nuestro pájaro cuente con una buena salud general deberemos tener siempre unas altas condiciones higiénicas en nuestra casa y, particularmente, en su jaula. Deberemos lavarla profundamente todos los días con tal de que no queden restos de comida ni de excrementos en la misma. Ya que estos, junto con el alimento en mal estado pueden crear enfermedades altamente peligrosas para nuestra ave. Sin embargo, aunque nuestro pájaro tenga unas condiciones higiénicas admirables, debemos ser conscientes de que también puede caer enfermo por causa del ambiente u otros problemas internos del mismo animal.
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Aunque hay una excepción a este tipo diagnóstico, puesto que durante el cambio de plumaje se producen estos mismos síntomas en el pájaro y no son símbolo de enfermedad. Así pues, si nuestra mascota muestra este tipo de aspecto físico y no es época de muda es entonces cuando debemos preocuparnos. Cuando un pájaro está enfermo su apetito disminuye y deja mucho más restos de comida que de normal. Aquellos trozos de fruta que le dábamos como premio y que tanto le gustaban, ahora empezará a dejarlos de lado para no comérselos en absoluto. También puede suceder que uno de los símbolos de enfermedad de un pájaro sea todo lo contrario, el hambre en exceso e incontrolado y una sed continua en lugar de no beber líquidos en absoluto.
Sus movimientos pasarán a ser menos vivos y mucho más lentos. A veces, tampoco querrá moverse y se quedará en un rinconcito de su jaula con los ojos entornados. La cabeza no se moverá tanto cuando el pájaro esté enfermo y sus reflejos se verán altamente disminuidos. Nuestra ave estará como dormida, con los ojos sin brillo y parecerán no estar atentos a lo que sucede a su alrededor. Las patas de nuestros pájaros se volverán más secas y escamadas a diferencia de las lisas y suaves de un ave sana y, en ocasiones, pueden aparecer también algunas rojeces en las mismas. Si nuestra mascota no cuenta con buena salud, su respiración será con el pico abierto y de forma irregular. En algunas ocasiones incluso hará algún sonido fuera de lo normal entre sus respiraciones y serán un claro indicador de enfermedad.
Las heces de nuestro querido pájaro pueden pasar a ser más o menos abundantes de lo normal y también pueden variar en su forma, pasando a ser de un color más claro de lo usual o teniendo una consistencia más líquida que de costumbre. Si vemos uno o más de uno de estos indicadores de enfermedad en nuestro pájaro debemos tener en mente que puede estar sufriendo una enfermedad más o menos importante y, por lo tanto, debemos consultarlo con un profesional con tal de asegurarnos de que nuestra ave se pondrá bien pronto y estar sana y feliz como antes.
Principales enfermedades que puede tener y sus síntomas
A veces, cuando nuestra ave presenta algunos de los síntomas nombrados anteriormente puede ser debido al clima o a la posición donde se encuentra la jaula. Por ejemplo, si la tenemos puesta en el exterior de la casa o en algún lugar donde le de el sol directamente, nuestro pájaro no podrá respirar con normalidad, puesto que le estará dando un golpe de calor. Lo que hay que hacer en estos casos es cambiar la jaula de lugar e invitar al animal a beber agua para que se recomponga. No deberemos hacerle pasar tampoco frío, sino una temperatura en la cual se pueda sentir cómodo con la temperatura, como podamos estarlo nosotros mismos.
Tampoco es un diagnostico peligroso cuando nuestra ave empieza a arrancarse el plumaje. Normalmente, eso es un símbolo de un cambio de comportamiento. Este puede ser debido a una alteración del sueño, falta de atención por parte del dueño y de aburrimiento en general. Cuando nuestro pájaro esté teniendo este comportamiento debemos prestarle más tiempo de que lo hacemos normalmente, ya que es muy importante que le corrijamos el comportamiento cuando se arranca las plumas para que no se acostumbre a ello y deje de hacerlo lo antes posible para que no llegue a hacerse realmente daño.
Otra enfermedad que puede sufrir nuestra mascota es la caída del plumaje excesiva. Cuando eso ocurre fuera de las épocas de muda se debe a que el ave puede estar siendo mal alimentada, sufriendo cambios bruscos de temperatura o que un ácaro está presente en su plumaje. Cuando nuestra ave ya es mayor puede sufrir enfermedades comunes por su edad como, por ejemplo, la calcificación de sus patas las cuales se verán secas y escamadas, por ello el pájaro sufrirá dolor al doblarlas y al andar.
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Otra enfermedad muy común en los pájaros domésticos es la obesidad. Como no hacen ejercicio físico y suelen vivir en espacios más bien pequeños si los alimentamos en exceso pueden llegar a pesar más de lo que debieren. Es muy importante que mantengamos nuestra mascota en su peso ideal, ya que al tener más peso del necesario puede llegar a sufrir enfermedades por falta de movimiento o por sobrealimentación.
Cuándo acudir al veterinario
En todos los diagnósticos nombrados anteriormente no siempre es necesario acudir a un profesional. Sin embargo, es recomendable tener una segunda opinión de un experto para estar seguros de que nuestra mascota estará siempre sana y feliz. En algunas ocasiones no podremos solucionar el problema de nuestro pájaro nosotros mismos. Deberemos acudir al veterinario si creemos que tiene ácaros o si tiene las patas muy peladas, ya que para el primer diagnóstico lo más probable es que nos receten alguna pastilla y para el segundo una pomada.
No obstante, puede suceder que nuestro pájaro tenga una enfermedad más complicada y entonces la ayuda del profesional sea imprescindible. Alguno de estos diagnósticos puede ser una enfermedad de carácter respiratorio que puede poner la vida de nuestra ave en peligro en caso de que se genere pus en el aparato respiratorio. Estas mismas infecciones perjudiciales para la vida de nuestra mascota pueden ser ocasionadas en el aparato digestivo. Esta enfermedad puede producirse por las heces de otros animales enfermos. Si nuestro pájaro vive solo en su jaula y no tiene contacto con otros animales es posible que jamás sufra esta enfermedad. Pero no imposible, ya que si se encuentra en un patio o balcón otras aves pueden acercarse a él y transmitirle esta enfermedad.
Aunque el veterinario será el que curará esta enfermedad, es muy importar seguir unos muy altos estándares de limpieza y alimentación para que nuestra mascota tenga menos probabilidades de tener este diagnóstico. Por la falta de higiene los pájaros pueden también sufrir Colibacilosis que es una enfermedad que l es humedece la zona de la barriga con unas heces muy líquidas. Es muy importante tratar este problema lo antes posible para poder salvar la vida del animal.
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Por lo tanto, acudiremos a un profesional siempre y cuando nuestra ave tenga una conducta fuera de lo normal, tanto por hiperactividad como por una pasividad excesiva, si sufre un cambio de apetito o si sus patas o plumaje se escaman. Además, limpiaremos la jaula un mínimo de una vez al día y le prestaremos la atención necesaria a nuestra mascota. De ese modo evitaremos que sufra enfermedades por falta de higiene, por aburrimiento o por mala alimentación y nos aseguraremos de que nuestro pájaro tiene la vida más alegre y agradable que le podamos proporcionar disminuyendo así el número de enfermedades que pueda llegar a sufrir.