El hámster es una mascota muy común en las casas, debido a que sus cuidados son sencillos, baratos, son una preciosidad y además gustan mucho a los niños. Además, no es necesario llevarlos al veterinario, a menos que enfermen, que no es lo habitual si los cuidamos como necesitan. Para ello os mostramos un tema muy importante en su dieta, que es la hidratación: ¿Qué debe beber? ¿Cuánto? ¿Hemos de controlarlo? Al igual que el resto de sus cuidados, el agua es un recurso sencillo de administrarle, pero siempre hay que tener en cuenta unos pequeños consejos.
La importancia del agua para los hámsters
El origen de este tipo de roedor se encuentra en los desiertos y estepas de Asia. Es por ello que se trata de una especie que sobrevive con poca agua, pues a lo largo de la evolución se ha acostumbrado a vivir así. Generalmente, cubren sus necesidades de agua comiendo alimentos ricos en ella, como las frutas y vegetales.
Un hámster debe entre 8 y 12 ml de agua al día
¿Cuándo agua debe beber?
El hámster consume al día 10 ml de agua por cada 100 gramos de peso, por lo que un hámster común adulto suele consumir de 8 a 12 ml diarios. Otras razas, como el hámster enano o ruso, o el hámster Roborowski (que es el más pequeño de todos), tienen un tamaño más pequeño, por lo que la cantidad de agua disminuye.
Es común por ello que las personas tendamos a llenarle el bebedero de agua y no notemos mucha disminución del volumen a lo largo del día. Sin embargo, el hámster bebe, y especialmente cuando el roedor es nuevo en nuestro hogar, nos gusta ver cómo lo hace y nos sorprende que sólo quiera beber esas pocas gotitas.
La cantidad de agua que beba también depende de su alimentación. Si incluimos en su dieta frutas y verduras, ricas en agua, beberá menos porque estos alimentos le aportarán parte de la cantidad necesaria, como también hacemos los humanos y otros tipos de animales.
¿Debo controlar el agua que bebe mi hámster?
Existen dos formas de dar agua a nuestro hámster. Una, es la clásica botellita con un tubo que se cuelga de la jaula, y la otra es colocar un pequeño recipiente, como una tapa de un envase, lleno de agua dentro de la jaula. Es importante que la fuente de agua se encuentre siempre en el mismo lugar, pues el hámster es un animal de hábitos, y cambiarle los objetos de sitio los desorienta. La mejor opción es el bebedero de botella, pues no ocupará sitio en la jaula y, más importante, evitamos el riesgo de que se vuelque. Además, el hámster beberá de ella lo que necesite.
Si optamos por la segunda opción, no deberemos llenar mucho el recipiente porque así evitaremos que el hámster se moje demasiado, y si volcara por accidente, se mojaría el serrín de la jaula y eso no es nada recomendable para los cuidados del roedor. Al hámster le sienta muy mal la humedad, no es parte de su ambiente óptimo, y si se mojan en exceso pueden desarrollar enfermedades, como el síndrome de la cola mojada.
En general, la mejor opción es la primera. De todas formas, hay una serie de factores que sí es necesario controlar:
- Debemos limpiar y rellenar el recipiente con agua fresca cada día. Si no, puede contaminarse y provocar trastornos digestivos, como diarrea.
- Se recomienda que el agua no venga directamente del grifo, sino que esté hervida y posteriormente enfriada, o filtrada. También podemos darle agua mineral sin gas. Así evitaremos que consuma algunas sustancias presentes en el agua del grifo que le puedan dañar. Es común que la gente les de agua normal sin apreciar problemas en el roedor, el veterinario es quien mejor nos puede guiar en este aspecto.
- Es necesario controlar con frecuencia que el conducto del agua no esté atascado. A veces ocurre y eso impide que salga el agua, provocando que nuestro roedor no tenga nada que beber y se desespere.
Falta o exceso de agua: consecuencias
Cuando a nuestro hámster le falta agua lo notaremos especialmente inquieto, intentando salir de la jaula o sacando mucho el hocico por los barrotes. Si el roedor no tiene acceso al agua cuando está sediento, y no hay posibilidad de ir a buscarla, desarrollará estrés. Si este se mantiene en el tiempo, provocará como síntoma más visible la caída de pelo, además de que facilitará el desarrollo de enfermedades.
La deshidratación lleva al estreñimiento
El exceso de agua en la dieta del roedor sólo se puede aplicar por medio de la comida. Como ya sabemos, el hámster tiende a beber sólo lo que necesita, por lo que en el bebedero es mejor que sobre agua. Pero, retomando lo de la comida, hemos de evitar darle sólo alimentos tipo fruta o verduras, que son ricas en agua, pero con las que no hay que no hay que excederse. Una de las consecuencias de ello es que desarrollen diarrea, que si resulta grave, puede ocasionar la deshidratación de nuestra mascota, lo mismo que si no les damos la suficiente agua.