Cuándo recurrir a un adiestrador para educar a tu perro

Actualmente hay un gran desconocimiento acerca del adiestramiento de perros. Por norma general se cree que hay que recurrir a esto cuando nuestro perro se porta muy mal (algo que la gente no acostumbra a pensar cuando se trata de su propia mascota) o cuando queremos que nuestro fiel amigo tenga algún tipo de habilidad concreta, como convertirlo en perro policía o que sea buscador de trufas, por poner algún ejemplo.

Es cierto que en estos dos casos anteriormente mencionados es más que necesario, pero hay muchos más motivos. El adiestramiento es una herramienta que ayuda a tener también una buena relación con nuestra mascota y a compartir mejores momentos de tu vida con él.

El mal comportamiento de un perro es el principal motivo para recurrir a un adiestrador

Los perros, al igual que los humanos, no nacen aprendidos, por eso, si desde pequeños no se está pendiente de sus comportamientos es posible que luego de mayores no distingan lo que está bien y lo que está mal para nosotros y para ellos todo sea correcto. Gran culpa de todo esto suele ser de los dueños. Cuando son unos cachorros nos parece muy gracioso que se suba al sofá y solemos mimarlos más de lo normal, algo a lo que (como es lógico) se acaban acostumbrando y no van a dejar de hacerlo. Porque los perros son una especie muy inteligente, pero no podemos esperar de ellos que tengan el mismo entendimiento que los humanos. Del mismo modo entonces que tampoco debemos permitir que ellos tengan comportamientos humanos.

¿Qué es el adiestramiento?

Es un proceso que consiste en educar con el cual se logra que el perro obtenga unas destrezas y también las mantenga en el tiempo. Esto es algo parecido al aprendizaje de la música, por ejemplo, en el caso de los humanos. Es algo que aprendemos a propósito y que, si dejamos de dedicarle tiempo, es posible que perdamos las habilidades a corto o largo plazo.

El perro debe ser recompensado cuando realice una acción correctamente

Para la educación de nuestro perro podemos barajar la posibilidad de acudir a un adiestrador, lo cuales están mucho más capacitados para ello, ya que se formaron en esta disciplina y nos asegurará unos mejores resultados. A continuación mencionaremos una serie de razones por las que recurrir a un adiestrador.

1. Mejor la relación mascota-dueño

Como ya se mencionó más arriba, muchas veces la causa de que un perro no tenga un comportamiento adecuado es por haber descuidado ciertos aspectos mientras son un cachorro, algo que luego le afectan en su vida adulta. Cuando el perro ya es mayor y hace cosas que no consideramos que están bien, a veces tenemos que ser distantes con él par que entienda que es algo malo.

Una buena educación mejorará en vínculo entre tu mascota y tú

Pero esto tiene solución y consiste en educar para que este entienda que es lo que está bien y está mal. Una vez que los resultados son más visibles, el vínculo entre los dos se fortalecerá porque también nuestra actitud hacia el perro podrá ser distinta ya que, con una palabra, obedecerá a nuestras órdenes y no tendremos que adoptar una actitud 'paternalista' con ellos que puede resultar distante.

2. Mayor obediencia

Por lo tanto, si recurrimos a educar a nuestro perro, este mejorará en obediencia, algo muy necesario para un animal con el que la comunicación no es tan sencilla como una persona. Si conseguimos que aprenda ciertas normas responderá mejor ante cualquier situación que tengamos que controlar sobre él. Por ejemplo, muchas veces un simple paseo puede convertirse en un tormento, bien porque nuestro perro no sepa comportarse con otros perros, miedo a que se escape, etc. Con una simple palabra podremos poner orden en este tipo de situaciones.

Es importante que un perro sepa comportarse ante ciertas situaciones, como puede ser la presencia de un desconocido

3. Por tu propia tranquilidad

Que tu perro sea educado y saber que podremos controlarlo ante cualquier situación, es una tranquilidad para el propio dueño, que sabrá que, pase lo que pase, aún no conociendo cuál será la reacción de nuestro perro, vamos a poder controlarla. Por poner un ejemplo, el simple hecho de la presencia de otro perro puede ser un peligro pero sabemos que tendremos una orden para pararlo. También muchas veces nos dará miedo tener que irnos de casa y dejar a nuestro perro solo por lo que pueda hacer. Llegar a casa y encontrarte con que ha destrozado un cojín, las zapatillas de andar por casa, o cualquier otra pertenencia no es tan raro. Pero si nuestro perro está educado podremos irnos tranquilos porque todo seguirá en su sitio cuando volvamos.

4. Estará mejor cuidado

El cuidado de un perro va más allá de los cuidados básicos como son la alimentación o el aseo. Que un perro esté bien educado también hará que mejore en muchas cualidades propias, volviéndose más sociable y mejorará en su entorno gracias al respeto hacia las cosas que ha aprendido. Esto también le hará tener una vida más feliz porque habrá recibido suficiente atención y también estará más tranquilo al saber que hace las cosas bien y no recibirá una bronca o riña por parte de la persona a la que más quiere: su dueño.

Factores a tener en cuenta

Tanto si vamos nosotros a encargarnos de la educación de nuestra mascota tanto como si lo hace un adiestrador profesional, hay una serie de factores que son necesarios para que el proceso sea lo más efectivo posible. Son los siguientes:

Estar bien educado ayudará a tu perro a que su vida sea mejor

Los métodos : como ya se mencionó, hay que tener unos conocimientos sobre cómo educar a nuestro perro, por ello un adiestrador es la mejor opción. También podemos recurrir a internet, donde seguramente encontraremos una serie de tutoriales o consejos sobre las distintas órdenes que necesitas para que tu perro obedezca. Sino, una buena opción es consultarlo con tu veterinario de confianza, el te podrá hablar con conocimiento de causa. Pero, repetimos, la fórmula más efectiva es un adiestrador.

El lugar : es importante desarrollar esta actividad en lugar tranquilo y con la menor posibilidad de distracción posible tanto para quien se encarga de la actividad como para el perro. Sobre todo para lo segundo. También es importante que se sienta a gusto y relajado, y además que pueda escuchar la voz que da las órdenes con claridad, esta es la herramienta principal para educar.

El momento : No es aconsejable realizar el adiestramiento cuando mejor nos venga a la persona, sino cuando mejor le venga a quien tiene que ser educado. Por ejemplo, después de comer o cuando el perro tiene sueño no son los momentos más idóneos porque no estará al 100% de capacidades y esto lo dificultará aún más.

Paciencia : esto es lo último que mencionamos no por ello menos importante. ES importante cargarse de paciencia porque seguramente el proceso sea bastante desesperante. Tu perro no responderá a las órdenes a la primera ( ni seguramente a la segunda, ni a la tercera, etc). Habrá que repetir los ejercicios una y otra vez hasta que logre entenderlo.