Al salir a pasear a la calle en un día de lluvia o si ha caído agua recientemente, nuestro perro tiende a mojarse. Queramos o no. No importa las precauciones que podamos llegar a tomar, porque son perros y la hora del paseo para ellos significa su recreo diario, su libertad absoluta.
Por eso no debemos tener miedo a que se nos ensucie, ya que son como niños pequeños a lo largo de toda su vida. Hay que dejarlos hacer y que disfruten de su momento de gloria, como lo significa el paseo para ellos. Aunque luego sepamos a lo que nos tenemos que enfrentar: el baño.
No todos necesitan de un baño
Antes de empezar, conviene que nos paremos un momento a analizar las necesidades de nuestra mascota y los consejos que son más adecuados para cada tipo. No a todos les gusta el baño, por eso hay que evitarlo si no se trata de su lavado periódico. Más que nada porque muchos animales no toleran bien los baños, ya que los productos pueden llegar a ocasionarle reacciones alérgicas o incluso producirse algunas enfermedades de tipo cutáneo. Por eso es conveniente que primero nos informemos sobre la asiduidad con la que se puede asear a nuestro perro.
El cepillado, tu gran aliado
Tras algunos paseos, nuestro perro puede necesitar un buen cepillado. Podemos intentar limpiar su pelaje con su peine adaptado al tipo de piel que tenga cada raza. Si esto no funciona, o vemos que tiene demasiados enredos si se trata de un pelo largo, procederemos a la toma de su baño. Se puede limpiar al perro con un cepillado a conciencia, pero sin hacer daño al animal. Porque puede que se ensucie muy asiduamente y no sea bueno lavarlo tantas veces seguidas. Si vemos que con peinarle no le basta, que se siguen quedando restos de suciedad tras pasear por la calle, podemos intentar eliminar los restos ayudándonos de una toalla húmeda y secando después con otra seca.
Los que tengan una mascota que pertenezcan a esa clase de animales que se vuelven locos por el agua -aparentemente aquellos que tienen el pelo largo, que por alguna razón prefieren ensuciarse con más frecuencia que otros- deben estar más atentos. Normalmente se pueden mojar más veces que uno con pelo corto, como normal general, por temas de protección de la piel; pero eso siempre dependerá de muchos otros factores.
Consejos para el lavado de tu perro
Realizar un baño a fondo, como tiempo medio, se suele realizar con unos meses de diferencia: depende de la raza, su pelo, el tamaño del animal, su salud, su actividad física y si vive dentro o fuera de casa. Con seguir estos consejos llevarás a cabo el baño de la mejor manera posible:
- Utiliza un barreño grande donde quepa el animal sin dificultad en caso de que no puedas o no quieras meterlo en la bañera o ducha de casa.
- Hay que buscar un sitio cómodo para el animal y para el dueño. Un lugar en el que se pueda bañar y permita que tú te puedas mover con facilidad, así como que tu perro no consiga escapar rápidamente -porque lo pondría todo perdido de agua- y donde no sienta estrés.
- Hay que tener a mano todo aquello que más tarde necesitaremos: champú específico, agua a la temperatura ideal -ni muy fría, ni caliente-, cepillo suave o duro dependiendo del tipo de pelaje, varias toallas y un secador, en caso de que no le tenga miedo.
- Puedes atar a tu animal mientras le das el baño, pero lo cierto es que no es bueno el collar por varias razones. Una de las causas es que, utilizarlo puede ocasionar un rechazo del perro a este objeto, ya que supondría un símbolo de castigo en caso de que no le guste el lavado tras pasear. Además, dependiendo del tipo de material, puede desteñir y no limpiaríamos bien la zona del cuello.
Productos específicos para el lavado
Para limpiar su pelaje, siempre es recomendable que se utilicen productos específicos para su raza, pelo y aptas para su piel. También existen, además de champús, acondicionadores que van perfectos para aquellos caninos que sean de pelo largo. Además, hay quien usa vinagre para eliminar parásitos, pero siempre con cuidado de no introducirlo en heridas y siempre que se use de manera puntual.
Siguiendo estos consejos, hay que atender a una de las pautas más importante a la hora de limpiar a nuestra mascota: andar con cuidado a la hora de lavar la cara y los oídos. Se deben mantener alejados de estas zonas la espuma y demás productos. Eso sí, las orejas tienen que tener un control continuo para evitar posibles afecciones -limpiarlos siempre con un algodón o una toallita húmeda-.
Cómo darle el baño a tu perro
Una vez tengamos estos consejos claros, procederemos al baño tras sacar a pasear a nuestra mascota a la calle en un día de lluvia. Y recordando lo siguiente: siempre y cuando sea totalmente necesario y se pueda hacer con cuidado. Cuando tengamos el agua lista, podemos enjuagar al perro con las propias manos. Primero con el agua y después aplicando el champú. Hay que eliminar esa suciedad que se ha adherido a su pelo y piel tras el paseo, pero siempre con la precaución de no hacer daño.
Nos podemos ayudar de un cepillo, para que penetre bien entre los poros y obsequiar con un masaje, para que se relaje y no esté tenso. Además, tenemos que prestarle atención a los huecos entre los dedos, que son los que se meten en charcos y cogen más barro si había lluvia en la calle. Si tu mascota es de esas que necesitan menos baños al año que otras razas, debes saber que puedes intentar quitarle la suciedad a base de agua, sin nada más. Sin ningún producto capilar específico, ya que incluso siendo especial para ellos podría dañar su PH.
En cuanto al producto que elijamos, no se recomienda el uso de perfumes o champú con olor a frutas, ya que los perros deben mantener su peculiar fragancia natural, para que se reconozcan entre ellos y se comporten como perros, no como personas. Por eso es mejor seleccionar uno neutro, para que no modifique su interactividad.