Los gatos se han convertido en la mascota de moda por excelencia. Sí, es cierto que el perro es el mejor amigo del hombre, pero con sus bigotes y patitas peludas, los felinos han sabido ganarse un hueco en el corazón de la gente. El mundo parece hipnotizado con su piruetas y travesuras que quedan recogidas en millones de vídeos caseros repartidos por todo Internet.
Los gatos se han bautizado como los mejores compañeros de piso -y de vida- que acompañan a sus amos en todo momento. Estos 'mininos' se han acostumbrado mejor que nadie a la vida urbanita y han pasado de cazar ratones en el campo y trepar árboles a dormir largas siestas y acompañar a los humanos en las tardes de sofá, comida y manta.
Este estilo de vida sedentario, que a priori puede parecer inofensivo, tiene las mismas consecuencias negativas que para las personas: puede suponer un aumento de peso que posiblemente derive en problemas cardiovasculares, gastrointestinales o respiratorios, entre otros muchos.
La obesidad puede resultar muy peligrosa para tu compañero de cuatro patas, ya que se trata de un animal que, genéticamente, está programado para un ejercicio físico abundante y una ingesta calórica moderada. Pero que no cunda el pánico, a continuación se presentan unos útiles tips para mejorar la dieta de los gatos y hacer que pierdan el peso que les sobra.
1. Controla su alimentación.
Pare obvio, ¿verdad? Si tienes un gato con obesidad, es porque está ingiriendo más calorías de las que necesita o gasta. Si la base de su alimentación es el pienso seco, prueba a reducir la cantidad que viertes en el comedero. Aunque te parezca poco, se trata de un alimento ultra concentrado, por lo que una pequeña cantidad podría ser suficiente para cubrir las exigencias alimentarias de tu gato. No obstante, es recomendable que prestes atención a las recomendaciones del fabricante, que indicará las necesidades de tu mascota en función de su peso, edad o metabolismo.
Llegados a este punto, también es muy importante que sepas elegir el pienso adecuado para el gato. Como los seres humanos, cada uno de ellos es único y requiere de unos cuidados diferentes. Presta atención a las características de tu gato y elige el alimento que más se adapte a él. Por ejemplo, existen piensos para gatos recién nacidos, adultos o mayores, para gatos esterilizados, para gatos con bolas de pelo, incluso piensos que varían en función de la raza del animal.
En cuanto al contenido, lo más recomendable es que elijas los piensos de mayor calidad. Son fáciles de reconocer cuando a leer la etiqueta se encuentran ingredientes fáciles de reconocer (carne de 'x' animal, aceite de 'x', etc.), como ocurre con los alimentos humanos. Descarta aquellos que contengan gran cantidad de cereales, porque los gatos son carnívoros por naturaleza y no los digieren bien, aunque si lo que quieres es que tu gato pierda peso, un pienso con alto contenido en fibra lo ayudará a mantenerse en su línea.
Para salir de la rutina, puedes complementar su alimentación con alimentos húmedos como patés, o simplemente mezcla su pienso seco con agua. Los productos hidratados crean mayor sensación de 'hinchazón' y a tu gato le encantará probar cosas nuevas.
2. Establece rutinas de comida
Es comprensible que con el vertiginoso de vida actual, lo más cómodo es llenar hasta arriba el comedero de tu gato y confiar en que sea lo suficientemente inteligente para racionar su alimento durante todo el día. Lamentablemente, no suele ser así y el gato come y come hasta que ve su plato vacío, y tú, ingenuo humano, lo rellenas de nuevo por tercera vez en el día.
Es difícil resistirse a esas caritas que miran suplicando sustento, pero es muy importante establecer una rutina de comidas para tu gato y no salirse del horario. Lo mejor es que limites sus raciones a tres al día: mañana, tarde y noche. Si no vas a estar en casa, puedes pedir el favor a alguien de confianza o esconder pequeñas porciones de comida para que tu gato las vaya encontrando poco a poco. Además, así tendrá que esforzarse un poco más para comer y será más difícil que caiga en la obesidad.
3. Incrementa el nivel de actividad de tu gato
No es ningún misterio. Una alimentación equilibrada acompañada de un poco de ejercicio frecuente es vital para mantener el cuerpo sano y controlar el peso. Con los gatos no es diferente y si a los consejos de alimentación anteriores no se le suma un poco de actividad física, será más difícil librarse de la obesidad de tu mascota.
Puede parecer difícil hacer que un gato se mueva, ya que son animales que pueden llegar a dormir 20 horas al días, pero todo es cuestión de proponérselo y conocer a qué horas tu gato está más activo. Una pista: la mayoría de los gatos experimentan un mayor nivel de actividad en las últimas horas de la tarde, ya que son animales nocturnos.
Así que juega más con él y diviértelo con juguetes que le animen a correr como pelotas, láseres, o simplemente cualquier cosa que a tu gato le apetezca perseguir (a veces sobra con una bola de papel de aluminio). Incluso puedes adoptar otro compañero de juegos para que ambos se persigan y corran por todas partes, asegurando su diversión y la tuya.