Llega un momento en nuestra vida en el que queremos ampliar la familia con mascotas que nos hagan compañía en nuestro día a día. Una de las decisiones más difíciles es la de elegir si un perro o un gato, pero una vez que ya hemos tomado la decisión de acoger a un gato como uno más de la casa, debemos de tener en cuenta una serie de consejos.
La raza del gato
Informarse sobre las distintas especies será de cierta importancia antes de elegir cuál de todas queremos. Lo positivo de buscar información sobre las distintas especies de gatos es que podremos conocer todo sobre su estilo de vida o costumbres, algo que nos podrá ser de ayuda para averiguar los diferentes cuidados que dar a estos animales.
Gatos de raza
Hay que tener en cuenta que elegir un gato de raza no implica que sea compatible con los miembros que conforman la familia. Además, estos gatos tienen más probabilidades de contraer enfermedades y ser mucho más caros, como son el Gato Noruego del Bosque, el Curl Americano o el Gato de Bengala. La ventaja principal de los gatos de raza es que se puede conseguir mucha más información acerca de ellos y hacerse una idea de cómo serán una vez alcanzada la madurez.
Gatos cruzados
Por otro lado existen los gatos cruzados, los cuales son una mezcla entre dos o más razas. Esto puede que nos provoque unos cuantos insomnios al no saber de manera exacta como va a ser el comportamiento de nuestro compañero, las distintas enfermedades a las que es más vulnerable... pero la realidad es que todo gato termina por ser impredecible sea de la raza que sea. El precio de estos gatos es inferior a los de raza, pero puede seguir suponiendo un coste económico elevado.
Gatos callejeros
Finalmente tenemos a lo que comúnmente se llama ' gatos callejeros ' y entre sus mayores cualidades destacan por ser mucho más asequibles, tener una salud fortalecida y un carácter amigable. Este tipo es para alguien a quien no le importen las características del animal y deja constancia del carácter altruista del futuro dueño.
¿Por qué hemos elegido un gato?
La pregunta puede variar mucho en sus respuestas dependiendo de las diferentes personas a las que preguntemos y va a ser muy importante a la hora de elegir la edad del animal. Por ejemplo, si es una mascota para una persona de edad avanzada la mejor elección sería un gato adulto ya que tienden a ser mucho más tranquilos. Sin embargo, si lo que queremos es un gato activo y sociable porque en la casa hay niños lo mejor sería un gatito, por mucha más atención que necesite.
Otra ventaja de elegir un gatito es que podrás educarlo desde pequeño, pues aun no tiene un carácter definido como podría ser el caso de un gato adulto, para el cual nos haría falta mucha más paciencia y cariño si queremos obtener un cambio en su forma de ser. También tenemos una opción intermedia que es la de elegir un gato joven, que requiere menos atenciones que uno adulto o bebé y no se va a necesitar emplear tanto tiempo en la educación de este ya que su carácter no está del todo formado y puede ser más moldeable que en el caso de uno adulto.
¿Qué sexo de gato escoger?
Tras la elección de la edad de la mascota llega otra incógnita para nosotros: ¿Macho o hembra? Las diferencias entre estos son claras; mientras que los machos suelen ser más agresivos, las hembras son más dóciles y cariñosas, aunque esto no implica que sea así siempre ya que depende mucho de la personalidad del animal.
Un aspecto negativo a tener en cuenta es que las hembras suelen ser mucho más celosas y propensas a tener cáncer de mama y a sufrir cambios hormonales. En cambio, los machos son más independientes, aunque marcan su territorio mediante la orina, algo que se puede eliminar al optar por la esterilización del animal.
El estilo de vida del dueño puede afectar al gato
Pongamos el ejemplo de una persona adulta que trabaja durante todo el día y llega a casa por la tarde noche; para esa persona no sería recomendable tener a un gato pequeño que necesitase cuidados continuos o por otro lado alguna raza de gato que fuese cariñosa: lo ideal en este caso sería un gato que fuese totalmente independiente, sin llegar a ser arisco.
La importancia de la vivienda
El tipo de vivienda en el que va a estar el gato también es de vital importancia. En un piso el gato va a tener una menor independencia, pero va a estar más controlado y vigilado por parte de su amo. Por el contrario, en el caso de vivir en una casa baja con jardín sería recomendable vacunar y esterilizar a nuestro amiguito, ya que va a tener una mayor independencia al poder salir de la casa y relacionarse con otros gatos, que pueden tener efectos negativos sobre nuestra mascota.
Compatibilidad entre mascotas
Hay que tener en cuenta la idea de futuro que tenemos antes de adoptar o comprar un gato. ¿Queremos adoptar más gatos en el futuro o mejor preferimos escoger esta vez un perro? Esto condicionará la forma de ser de nuestro primer gato, ya que hay razas de gato que no se llevan bien con otros animales y razas a las que no les gusta tener un nuevo compañero, aunque sea otro felino.
En el caso de que ya tengamos un gato y queramos otro, vamos a tener que asegurarnos de que el primero aceptará la compañía de un segundo. Si este gato ha estado solo durante muchos años, posiblemente aparezcan los celos. En cambio, si ya ha convivido con otros gatos o está acostumbrado a la compañía de otros no le va a costar mucho aceptar la llegada de un nuevo compañero.
El siguiente paso a seguir una vez que sabemos que nuestro primer compañero va a llevarse bien con el nuevo miembro es elegir uno que sea lo más compatible posible con el que ya tenemos, para que no surjan conflictos respeto al territorio. Tendremos que pensar que elegir un nuevo gato, y compañero de juegos para nuestra mascota, va a ser como elegir una pareja para nosotros: vamos a querer a alguien que sea lo más compatible a nosotros.
Pero, ¿Qué pasa si nuestro animal inicial es un perro? ¿Debemos de descartar la opción de llevar a casa un gato? La respuesta es no. Al igual que con el caso anterior, aquí también debemos de asegurarnos de que el perro va a aprobar la compañía de un nuevo compañero. Una opción para saber si esto pasaría o no sería llevar a nuestro perro al lugar de donde se vaya a adoptar o comprar al gato y ver como reacciona este ante los otros. Indiferentemente, esto no es muy fiable porque el perro puede sentir que se encuentra en una situación de presión y reaccionar ladrando o gruñendo. Como se ha dicho en otras ocasiones, el carácter de los animales es muy diferente y variable y, aunque al principio el perro pueda mostrarse más reacio a su nuevo amigo, esto puede cambiar haciendo que lleguen a ser grande compañeros de juegos.
En conclusión, para elegir a nuestra mascota debemos de tener en cuenta su estilo de vida y el nuestro, las costumbres y manían de las diferentes razas, la manera en la que se va a comportar con los humanos y con otros animales y posibles antecedentes de enfermedades. Si ya has tenido en cuenta todas estas recomendaciones es hora de que salgas y elijas a tu compañero de vida para que te colme de cariños y entretenimiento. ¡Mucha suerte!