Los hámsters son una gran opción para tener de mascotas debido a que sus cuidados son sencillos y baratos, además de que no necesitan tanta atención como, por ejemplo, los perros. Son muy simpáticos y resulta curioso observar su comportamiento, siendo los acompañantes perfectos para cuando hay niños en el hogar.
Además, hay diversos tipos de hámster para elegir, en la tienda de mascotas nos orientarán para decantarnos por uno u otro, pero la forma de cuidarlos no difiere mucho en cada caso.
Tener un hámster en casa
El hámster es una mascota muy fácil de cuidar, sólo hay que dejarle su vivienda bien acondicionada, en un lugar correcto, con la comida y el agua limpios, y él se organiza su vida. Este tipo de roedor es solitario y muy independiente, no le gusta vivir con otros de su especie, pero a sus dueños, generalmente, sí que les coge cariño cuando se acostumbra a ellos.
Son los compañeros perfectos para los más pequeños de la casa
Lo más importante y básico para tener un hámster en el hogar es colocarlo en el interior de la casa, no en terrazas ni jardines, y alejarlo de ventanas y lugares donde haya corrientes. La temperatura ideal es de 15 a 25 grados.
Las jaulas pueden tener uno o varios pisos, según prefiramos, y generalmente tienen a su alrededor una rueda que a los hámsters les encanta porque entran por él, salen, se quedan a dormir, juegan...También se entretienen bastante subiendo y bajando por los barrotes.
Hemos de tener en cuenta que los hámsters son animales nocturnos. Pueden salir por el día y tener actividad, pero es normal encontrarlos durmiendo en el tubo, casita, o en el lecho que hayan fabricado ellos mismos, y que sea por la noche cuando se pongan a hacer sus actividades, como correr en la rueda. No obstante, por el día se dejan ver a menudo, así que no debemos forzarles a estar despiertos cuando nosotros queramos.
Cómo cuidarlo
Nuestra función para que el roedor tenga todo lo que necesite es asegurarnos de que la comida y el agua estén limpios. Los preparados alimenticios para hámsters que encontramos en las tiendas son perfectos para su dieta, pues tienen una mezcla de diferentes alimentos (semillas, frutos secos...) que les permiten llevar una buena alimentación.
Nosotros podemos darles también frutas y verduras que tengamos en casa, pero no todas, hemos de evitar la cebolla, ajo, apio, perejil, judías, puerro, patatas, plátanos, uvas, aguacates e higos. Lo más fácil es ir a lo seguro: manzana, pera, lechuga, zanahoria, sandía...
También podremos darles frutos secos, pero que no tengan sal (las pipas les encantan, y os resultará verdaderamente fascinante ver cómo las abren). Si le damos comida perecedera, deberemos cambiársela a diario para evitar que se pudra y le siente mal.
Si les damos frutos secos, tienen que ser sin sal
Los hámsters son animales de costumbres, no les gusta que les muevan sus cosas de sitio, por lo que el comedero y el agua es conveniente que se encuentre siempre en el mismo sitio. El agua es mejor dársela en una botella de la que vayan bebiendo, porque así evitamos que se moje la jaula, y no les conviene vivir en ambientes húmedos.
El fondo de la jaula debe estar recubierto de algún material impermeable, generalmente se utiliza viruta, pero también existen otros productos absorbentes ideales para roedores.
Respecto a la higiene de nuestra mascota, no necesitamos hacer nada al respecto más que limpiarle la jaula. Es recomendable cambiar la viruta que tenga mojada de orina a diario, pero la limpieza a fondo bastará con hacerla dos veces por semana.
Al roedor no es necesario bañarle, es más, no debemos hacerlo. No les gusta nada el agua, y además no les conviene estar húmedos. Ellos mismos se limpian y acicalan a diario de una manera muy minuciosa, son unos animales muy limpios, y además podríamos estar horas mirándolos como lo hacen porque resulta muy curioso.
Problemas que pueden surgir
Raramente un hámster da problemas a lo largo de su vida, aunque a veces pueden ponerse enfermos, generalmente si los cuidados no son adecuados. Por ejemplo, los alimentos en mal estado o el agua sucia le pueden provocar diarrea.
Si lo tenemos expuesto a corrientes o a una temperatura demasiado baja, sufrirá enfriamientos, y si dejamos a nuestra mascota expuesta al sol (por ejemplo, en una terraza o al lado de la ventana) le puede dar un golpe de calor.
Hay otras dolencias que pueden aparecer cuando envejecen. Una de ellas son las fracturas óseas, y son debidas a que se vuelven más torpes y suelen caerse por los barrotes, o los tumores, que, tristemente, son frecuentes y sus causas son genéticas.
Los hámsters son muy bueno, si muerden es porque tienen miedo
Los hámsters no son muy sociales, pero cuando se acostumbran a las personas de la casa, salen a verlas cuando les oyen hablar y se acercan a los barrotes para "curiosear".
En general, podemos tener a nuestra mascota durante los 2 o 3 años de vida que tienen, y que no desarrolle ninguna enfermedad ni problema de conducta, y no tener más que recuerdos positivos de ellos.