Si has tenido una mascota en algún momento, sin duda sabrás que los gastos veterinarios no son nada baratos. Desde acudir a revisión rutinaria hasta poner las vacunas correspondientes, pasando por las posibles complicaciones que puedan ir dándose en el día a día. Tener un animal requiere una inversión económica bastante importante. Y si bien es cierto que siempre acaba mereciendo al pena, por el amor y la compañía que estos animales dan, a veces puede suponer la diferencia entre llegar o no llegar a final de mes.
Es por eso que alguna que otra compañía de seguros, viendo el negocio que las mascotas pueden suponer, se han decidido a dar el paso y ofrecer un seguro que cubra todos los gastos derivados del veterinario. De esta forma, como dueño podrás asegurarte que, en caso de que se dé cualquier tipo de problema y tu mascota tenga que se tratada o intervenida, no tendrás tú que asumir los gastos directos de esto. No a todo el mundo le merece la pena pagar este tipo de seguros, por supuesto, pero sí que merece la pena echarle un ojo.
¿A quién podría interesarle un seguro de este tipo? Sobre todo a esos dueños que no pudieran permitirse, en un momento dado, una costosa operación de urgencia. Aunque pudiera parecer que este tipo de emergencias no se dan nunca, son más habituales de lo que podamos pensar. Es muy fácil que un gato o un perro consuma algo que le pudiera hacer daño, o que se enzarce en una pelea, o que se caiga por una ventana... Hay mil riesgos ahí fuera, y todos estos son impredecibles. Y las operaciones no son nada asequibles; hay que pagar al veterinario en cuestión, los medicamentos, la intervención... Normalmente, supera los quinientos euros, una cantidad que no todos pueden pagar de un momento para otro. Es por eso que hay quien prefiere pagar una cuota fija mensual, y así olvidarse de estos gastos extra.
Una compañía de seguros puede ser tu solución
Para todos aquellos que no puedan permitirse un gasto tan grande en un momento puntual, una compañía de seguros puede ser la solución idónea. Eso sí: antes de lanzarte a la aventura y contratar una, asegúrate de que disponga de las condiciones que realmente tú necesitas. Porque pudiera ser que estés buscando un servicio específico que esa compañía de seguros no oferte, mientras que otra te convenga más.
El seguro que puedas contratar depende mucho de la mascota que tengas. Si tienes un perro o un gato, prácticamente cualquier aseguradora cubrirá todas las posibilidades que te interese contratar; no obstante, si tienes un especie exótica, o un caballo, o cualquier otra mascota que se considere diferente a las habituales, tendrás que buscar con más detenimiento para contratar una que se ajuste a lo que estás buscando. Es importante que te fijes en si el seguro que vas a contratar incluye la responsabilidad civil, es decir, la defensa jurídica de tu mascota. Si tienes un perro considerado potencialmente peligroso, seguramente ya sepas de lo que estamos hablando, puesto que el seguro de responsabilidad civil es obligatorio para este tipo de razas.
Normalmente, lo que cubren estos seguros suelen ser los gastos veterinarios por accidente, los daños que puedan afectar directamente al animal (como los gastos por sacrificio, por la eliminación del cadáver, por la muerte por accidente, entre otros), además de la estancia en residencia, siempre que el animal haya sido hospitalizado por algún daño y ningún familiar pueda hacerse cargo de él. Hay alguna que otra compañía de seguros que, además, se encarga de pagar también residencias si el dueño viaja y nadie puede quedarse con la mascota, pero eso suele suponer un precio más alto.
Ten en cuenta tus necesidades
Antes de contratar cualquier tipo de seguro, lo que debes plantearte es qué podrás necesitar en un futuro. Para eso es importante que investigues, y que tengas en cuenta la mascota a la que pretendes asegurar. No todas las aseguradoras cubren los gastos de todas las mascotas, sino que hay algunas que no se encargan de caballos, por ejemplo.
Una vez decidas qué empresa quieres contratar para llevar el seguro de tu mascota, pregunta también si puedes contratar algún tipo de garantías opcionales. Puede que tu seguro no cubra los gastos veterinarios, pero estos sean los que más te llaman la atención a la hora de contratarlo; en ese caso, podrías añadir alguna garantía opcional que te ayudara a subsanar el defecto.
Debes saber que el precio del seguro cambiará mucho dependiendo de la mascota que asegures y, sobre todo, de las garantías que contrates. Aún así, si tu mascota es especialmente propensa a tener accidentes, o a consumir sustancias que no debe, o a correr más riesgos de los que son normales, siempre te rentará más contratar un seguro que correr tú mismo con los gastos veterinarios.
¿Te interesa un seguro?
Pese a que un seguro pueda ser considerado algo excesivo, o algo más costoso de la cuenta, puede que a largo plazo te acabe interesando económicamente. Pagar una cantidad fija de forma mensual es mucho más rentable que tener que pagar en un momento dado los costes del sacrificio de tu mascota, o el entierro, o cualquier accidente que pueda sufrir. Aunque esto pueda ser complicado de pensar, e incluso doloroso, lo cierto es que es mejor meditarlo detenidamente antes de que suceda cualquier tipo de desgracia.
Si tienes un animal exótico, como un ave, una serpiente, un lagarto o un mamífero pequeño, un seguro puede ser algo casi necesario, puesto que en esos casos, el servicio veterinario es mucho más caro. Como son animales que no todos los expertos tratan, es normal que las clínicas veterinarias sean más costosas, y que los productos en sí mismos (medicamentos sobre todo) tengan un precio más elevado.
Recuerda buscar bien, y comparar seguros, para tener claro cuál te interesa más antes de pagarlo. No solo por la rentabilidad, sino también por la cobertura que te ofrezca.