Nuestra mascota se convierte, tras su llegada al hogar, en un miembro más de la familia. Eso significa que cuidaremos de ella igual de bien que lo haríamos con el resto de habitantes de la casa, sacándolo a pasear todo el tiempo que necesite (en el caso de los perros), dándole la alimentación y la educación correcta y prestándole la atención necesaria para poder saber en todo momento que se encuentra feliz y también en un buen estado de salud.
Los perros, al igual que los humanos, pueden tener gases. Estos pueden producirle cólicos y dolores muy molestos de barriga. Como son animales y no pueden siempre contener sus flatulencias, probablemente el perro tenga un escape de estos gases en momentos poco adecuados, resultando molesto para ti y para el resto de la familia. Aunque tenemos que entender que tener gases es algo intrínseco de la naturaleza de estos animales, también debemos considerar la posibilidad de que estos estén causados por dolores de estómago tras comer algo en mal estado o haber sido contagiado por un virus intestinal, entre otras muchas razones.
En Bekia te contamos cómo puedes hacer que tu perro tenga menos gases, no solamente por el olor que estos desprenden, sino también por el bienestar de tu animal y vuestra tranquilidad y felicidad.
Una buena educación en general para evitar la acumulación de gas
Los cólicos pueden ser causados en los perros a causa de la mala alimentación. Por eso, la educación es clave para asegurarnos de que nuestra mascota no come alimentos en mal estado o tóxicos para su cuerpo. Si cuando acaba de llegar al hogar, mejor cuando es cachorro, no le enseñas qué se puede comer o qué no, tienes más probabilidades de que vaya por ahí comiendo cosas que puedan quedársele obstruidas en el estómago y terminen en gases o en una intervención quirúrgica de urgencia.
Dejarlo suelto por la calle y no prestarle atención también es una manera peligrosa de que el perro vaya por ahí comiendo cosas que pueden hacerle daño a la tripa. Esto no solamente puede ocurrirle fuera de casa, sino también dentro del hogar, ya que si no lo tienes perfectamente enseñado lo más probable es que tu can intente comer todo lo que esté a su alcance, incluyendo la basura, la cual contiene muchos alimentos que pueden causarle gases y dolores intestinales.
Una buena alimentación, la mejor manera de tener menos flatulencias
Como comentábamos, una mala alimentación puede hacer que nuestro perro tenga más gases. Es muy importante que sigamos las indicaciones de los profesionales de la salud canina a la hora de alimentar a nuestro perro. Los veterinarios aconsejan dar solamente comida de perro, l a específica vendida en bolsas tanto en centros veterinarios como en supermercados o tiendas especializadas, porque este alimento contiene todos los nutrientes y vitaminas que los perros necesitan. Además su formato, o bien duro o blando, es ideal para el bienestar de sus dientes y de su salud intestinal.
Si crees que tu perro tiene más gases de lo normal tras tomar la comida específica y recomendada por el médico, quizás sea el momento de que consultes con el veterinario para ver si tiene alguna dolencia en el estómago o en los intestinos. No toda la comida que venden para perros es igual, ya que algunas dependen de la edad de nuestra mascota, su medida o sus necesidades específicas, como la pérdida de peso, el problema para orinar, con más calcio, etcétera.
Cuando las flatulencias son causadas por un virus u otra enfermedad
Debemos tener presente que las flatulencias no siempre se producirán porque el perro se haya mal alimentado o no esté comiendo correctamente, quizás haya cogido una enfermedad viral o de contacto con otros animales. Esta enfermedad puede causarle dolor de estómago, diarrea, vómitos y gases. Sin embargo, nuestro perro será incapaz de decirnos cuando le duele algo y son animales que aguantan bastante ante el dolor, por lo que dependerá de nosotros el saber reconocer los síntomas y poder llevarlo al veterinario para que le de un buen tratamiento y se recupere pronto.
Los primeros síntomas que podremos ver en nuestro perro, a parte del olor del gas y los sonidos que producen, será la inapetencia, veremos que no tiene hambre, ni sed, ni tampoco ganas de salir a correr a la calle ni de jugar. Estos son siempre claros síntomas de que tu mascota no se encuentra bien. Si dura casi todo el día entero o más de 12 horas tendrás que llevar a tu perro al veterinario para que pueda determinar si los gases y el resto de molestias son causados por una mala alimentación, una intoxicación, un virus intestinal o cualquier otra enfermedad.
Debes tener en cuenta que los perros suelen comer muy rápido, sobre todo si solamente les das de comer una vez al día. Por eso, será normal que después de comer tengan gas. Además, cuando hace muchas horas que no salen a la calle y tienen necesidad de ir de vientre, también es normal que tengan gases, puesto que es la manera que tiene su cuerpo de avisarles que necesitan defecar y así tú también serás consciente de que deberás bajarlo a la calle lo antes posible.
Por lo tanto, los gases en perros son bastante normales, al igual que en las personas, y solamente debemos prestarles especial atención si se repiten de manera muy continuada, si ves que tu perro cambia de hábitos, siente molestias en el estómago cuando lo tocas o bien no tiene hambre ni sed y se encuentra muy apático, durmiendo la mayor parte del tiempo. En estos casos será el momento adecuado para llevarle al veterinario y poder descartar cólicos, a la vez que el especialista en salud canina podrá determinar qué es lo que realmente le sucede y si realmente se le debe cambiar la dieta para que tenga menos gases o curar la posible enfermedad viral intestinal que pueda llegar a tener.
Recuerda que el gas y la flatulencia es normal, pero que debes controlar la salud de tu perro, ya que como otro miembro más que es de la familia quieres que esté siempre sano y feliz entre vosotros durante muchos años más.