El Teckel, también conocido como Dachshund o Dackel y comúnmente llamado perro salchicha, es una raza canina cuyo carácter e inteligencia, así como su particular anatomía requieren un adiestramiento concreto para que aprenda todo correctamente, tanto en el plano del comportamiento, como en el del entrenamiento físico, ya que los perros de esta raza tienen un cuerpo bajito y alargado, que se debe a una mutación genética llamada bassetismo y tienden a la obesidad. Por ello, aquí van algunos consejos básicos para educar a un perro de la raza Teckel.
A pesar de que es un perro muy sociable, equilibrado y de buen temperamento, el Teckel también se caracteriza por ser un perro con una fuerte personalidad y una gran inteligencia, lo cual es un arma de doble filo porque, en algunas ocasiones, esto puede hacer que se convierta en una mascota tozuda, tenaz y testaruda. Es por eso que es necesario adiestrarle desde una temprana edad en estos aspectos ya que, al ser tan inteligente, la lógica y la perspicacia puede hacer que el Teckel se revele, intentando imponer su propio criterio ante las órdenes de su dueño.
Sin embargo, del mismo modo, esa gran inteligencia, sumada a su sentido de fidelidad y a su deseo de complacer a su amo, hará que aprenda rápidamente todo lo que se le enseñe. Por otro lado, se trata de un perro muy ladrador por su instinto guardián y a la hora de reclamar atención, ya que se trata de un can muy cariñoso, al que le encanta que le premien. Por ello, el refuerzo positivo es la estrategia adecuada a la hora de educar a esta raza, como a tantas otras. Del mismo modo, también hay que tener en cuenta esa necesidad contante de cariño porque puede llegar a ser algo celoso.
El refuerzo positivo es el mejor método para educar al Teckel
Así, a través del sistema de premios, el Teckel comenzará a comprender y a diferenciar, qué debe hacer o no, qué es lo que se espera de él o cómo debe comportarse en cada situación y, sobre todo, se acostumbrará a recibir y obedecer órdenes. Sin embargo, aunque en ocasiones haya que ponerse estricto y marcar claramente los límites, el castigo - ni mucho menos la agresión física - es algo adecuado o necesario a la hora de educar a tu perro, de esta o de cualquier otra raza. De hecho, en el caso concreto del Teckel, esto sería algo totalmente contraproducente ya que o bien te cogerá miedo y no te obedecerá, puesto que ya no te considerará su compañero, ni el líder de la manada; o bien se volverá un perro que te responderá con la misma agresividad.
Nada de gritos
Y del mismo modo que las recompensas verbales funcionan para reforzar el buen comportamiento, regañarle de manera abrupta no dará buenos resultados ya que el Teckel, en lugar de comprender el mensaje, el perro te verá como si le estuvieses ladrando sin sentido, por lo que la mejor opción a la hora de educar es darle órdenes claras, concisas y sencillas mediante el uso de palabras cortas. En el caso de reprenderle, habrá que usar ese mismo método con un tono serio y firme que le haga entender al perro que no está haciendo lo adecuado y recordando siempre elogiar su buen comportamiento con mimos, palabras cariñosas y un tono dulce, una vez que el perro reconduzca su actitud.
Hay que educarle para que no sea testarudo, celoso y obstinado
Otro aspecto a tener en cuenta es que las particularidades de su físico y su carácter le alejan de los sabuesos o los terrier, se trata de un perro de madriguera que en sus orígenes se empleaba como perro de cacería. Concretamente cazaban tejones, por lo que también a esta raza, entre sus múltiples denominaciones, también se le conocía como 'perro tejón'. Por ello, también hay que educarlo en relación a su gran sentido olfativo para rastrear y evitar que se escape intentando perseguir animales pequeños para cazarlos.
Entrenamiento físico
En cuanto a otro tipo de entrenamiento, el físico, hay que atender a las distintas variedades de Dachshund, ya que según la medida de su circunferencia torácica podemos encontrar tres tipos:
- El teckel para cacería de conejos, que es el más pequeño de los tres con 30 centímetros de circunferencia.
- La variedad miniatura, que con sus entre 30 y 35 centímetros es algo más pequeño.
- El estándar, que, aunque es el de mayor tamaño con sus más de 35 centímetros, no deja de ser un can de tamaño pequeño que no pesa más de 9 kilos de media y pudiendo alcanzar unos 14 kilos como máximo.
Inculcar rutinas de ejercicio físico al Teckel
Por ello, además de cuidar su alimentación - que debe ser rica en proteínas y vitaminas - hay que acostumbrarle al ejercicio físico, que deberá estar adaptado a sus especiales cualidades, ya que sus miembros cortos no le permiten alcanzar altas velocidades, aunque se trata de un perro muy ágil y con reflejos. Además de para evitar la obesidad en sí misma, el entrenamiento debe ser una de las rutinas que inculcarle al Teckel para evitar los problemas derivados del sobrepeso, que en su caso afectarían principalmente a la espina dorsal debido a la gran longitud de su columna vertebral, frente a lo cortas que son sus costillas, pudiendo traducirse en lesiones si el can no se ejercita regularmente.
Siguiendo todas estas pautas, el perro Teckel poco a poco captará, aprenderá e interiorizará esta serie de indicaciones que lo llevarán a comportarse adecuadamente, por encima de su carácter obstinado. Para ello, también es una buena estrategia no reconocerle aquellas cosas en las que se empeñe, evitando así la repetición de dichas conductas. Además, es una raza que se adapta fácilmente a todo tipo de entornos y situaciones y, una vez pasadas las dificultades iniciales, su gran capacidad permitirá no solo que aprenda rápidamente, sino que ya nunca más olvide lo que se le enseñe.