Siempre y cuando nuestra mascota esté esperando gatitos de una forma responsable, será una de las mejores noticias que llenará de nuevo de alegría el hogar. Y aunque seas nuevo en esto y estés nervioso, no hay de que asustarse, es normal tener preguntas sobre cuáles son los cuidados que se deberán tener a la hora de mantener el bienestar de la gata embarazada, o si es necesario algún tipo de alimentación en especial, o cuántas veces deberá comer y beber al día para llevar bien el embarazo. Además, aproximadamente a partir de las tres semanas se podrán ir apreciando los primeros síntomas del embarazo. Por ello, hay que tener en cuenta una serie de cuidados y trucos para las gatas embarazadas.
Consejos y cuidados para su salud
Está claro que toda gata está preparada para tener a sus crías, pero en muchas ocasiones, el embarazo no es tan fácil para el animal. Por lo que cuánta más ayuda para nuestra mascota durante los dos meses que dura el embarazo, será mucho mejor para su bienestar. Con una serie de cuidados se ayudará a que el animal se sienta mucho mejor durante ese tiempo y, sobre todo, se preparará el terreno para el momento posterior al parto. Como por ejemplo su alimentación, ya que la dieta que debe llevar una gata embarazada es algo diferente a la de una gata normal. La principal diferencia es que durante el embarazo la dieta debe ser ligeramente más rica en calorías, ya que a causa de la gestación aumentará su consumo.
Además, si ayudamos a aumentar sus calorías vendrá bien para cuando vaya a producir leche tras el parto para alimentar a sus crías durante el período de lactancia. En cuanto al tipo de comida, puede ser variado, hay tanto piensos como comida húmeda. Incluso, se podrán encontrar algunos piensos que tienen una dieta veterinaria y que son especiales tanto para tu gata como para sus futuras crías.
Otro aspecto muy importante es dónde descansará la gata durante el período de embarazo. Puesto que lo ideal para el animal es darle un lugar de descanso en el que se sienta cómoda, ya que a la hora de dar a luz elegirá el lugar dónde se hay sentido mejor para poder convertirlo en su refugio. Por ello, el mejor lugar será en un espacio en el que pueda disfrutar de la tranquilidad alejada de la gente. Si no es así, ella misma buscará un lugar apartado y donde se sienta segura para traer al mundo a sus crías. Además, es importante que el lugar elegido no tenga muchas corrientes de aire que puedan molestarla o puedan provocar que pueda llegar a enfermar nuestra mascota.
Por último, una dosis extra de cariño será también vital para la gata embarazada. Aunque bien es cierto que, durante el embarazo, algunas hembras cambian un poco su comportamiento, siempre les encantará que estén más cerca de ella en esos momentos. También valorará que juegues con ella, aunque esté embarazada, pero deberá ser un juego que no implique movimientos bruscos que puedan resultarle molesto en la zona del vientre.
¿Cuándo acudir al veterinario?
No hay que olvidarse de acudir al veterinario cuando el embarazo sea evidente, para comprobar que todo esté bien, ya que nunca viene mal un chequeo. Una vez en el veterinario le harán una revisión general y probablemente una analítica para saber cómo está evolucionando el embarazo. Además, podrán calcular aproximadamente la fecha en la que la gata dará a luz y te dará indicaciones sobre cómo actuar que facilitarán mucho el parto. Y en algunos casos, si el veterinario lo cree necesario te aconsejará suministrar suplementos o vitaminas en formas de snacks a la gata durante el embarazo.
En el peor de los casos, se podrían dar algunos síntomas extraños que pueden llevar a que nos preocupemos un poco. Por ello, si la gata embarazada presenta esta serie de síntomas se deberá acudir al veterinario cuánto antes: Si notas que tu gata tiene fiebre, si deja de comer repentinamente o deja de beber agua, si las ves demasiado cansada, inactiva y aletargada o si la gata expulsa un flujo verdoso, amarillento o maloliente por su zona genital.
Qué se necesita para el parto
En algunos casos el parto no es tan fácil para el animal, incluso necesitará nuestra ayuda para que pueda dar a luz a sus crías. Para ello, se necesitará estar bien preparado y contar con papel de cocina o toallas pequeñas para secar a los cachorros. Además de yodo o desinfectante y de tijeras, ya que hay muchas gatas que no cortan el cordón umbilical, por lo que nosotros mismos deberemos hacernos cargo. Una vez ya se haya presionado un rato el cordón para evitar la hemorragia, cortaremos a unos dos centímetros del estómago. Una vez cortado el cordón, se deberá aplicar el desinfectante en la zona para evitar futuras infecciones.
Pero eso no es todo, ya que muchas gatas tampoco serán capaces de que su cuerpo rompa el saco amniótico. Si se da esa situación, hay que actuar con rapidez y hacerlo con los dedos, y después de eso hay que limpiar la cara del cachorro para que respire correctamente. Además, es importante comprobar que la gata ha expulsado todas las partes de la placenta, si no ha sido así, tendremos que acudir al veterinario.
Después de que haya dado a luz, se tendrá que cambiar la cama en la que ha estado el animal con el fin de que este todo limpio y no cojan alguna infección. Asimismo, hay que prestar atención de que todas las crías se enganchan a mamar. Aunque no te asustes si tardan, puesto que muchas veces pueden tardar un tiempo en agarrarse, ya que están muy cansados. Después de un tiempo largo, se deberá intentar que las crías empiecen a mamar acercándolos al pezón del animal. Por ello, lo ideal es que durante los primeros días tras el parto estemos atentos a los cachorros para que mamen regularmente, que estén limpios y que no pasen hambre.