El gato es un mamífero de la familia de los felinos y el segundo animal doméstico más común por detrás del perro. Por sus características y autonomía le hacen ser una mascota ideal para aquellas personas que no pueden dedicarle mucho tiempo. Sin embargo, un gato también necesita unos cuidados, una educación y una alimentación y, como el resto de seres vivos, también se pone enfermo y debes ser capaz de cuidarle.
Ten en cuenta que como los gatos son mamíferos, durante las primeras semanas solo tomará leche de la gata o alguna que sea específica para gatos que le aporten los nutrientes necesarios. Sin embargo, cuando un gatito pasa de la leche materna o de biberón al alimento sólido, puede hacerlo sin problemas y de manera normal, pero también puede darse que a tu felino le cueste el cambio y no lo acepte. Lo más importante es que te armes de paciencia hasta que aprenda a comer solo y que respetes los tiempos. Y es que es difícil que un gato con menos de dos meses de vida pueda ingerir alimentos por sí solo, evita el destete precoz.
Además, los gatos son unas mascotas bastante delicadas y quisquillosas, por lo que podrían perder el apetito al enfermar o conforme envejecen. Si ves que es el caso de tu gato, lo más recomendable es que lo lleves al veterinario para que le haga una revisión por si esos síntomas están relacionados con otro problema o enfermedad subyacente y necesita un tratamiento. Si no es así, puedes cambiar a tu felino de lugar, de entorno y de alimentación con el objetivo de animarlo a comer. Si ves que esto tampoco funciona, acude al veterinario para que te recete un medicamento para dicho fin. A continuación, algunos trucos útiles para hacer que tu gato coma y recupere su apetito:
Presta atención a tu gato y no le presiones
En sus primeros meses de vida tienes que proporcionarle un pienso adecuado, que le sea fácil de tomar o tritúralo para que le sea mucho más fácil y para que su sabor y su aroma le resulten familiares y le entren ganas de comer. También puedes ir cambiando el alimento y, en lugar de darle pienso, puedes darle trozos de carne o altenarlo con comida de lata.
¡OJO! Presta atención cuando tu mascota comience a comer alimentos sólidos porque puede reaccionar de mala manera, puede no sentarle bien o el nuevo alimento puede provocarle intolerancias y alergias. Nunca lo fuerces, al contrario, dale su tiempo para ver cómo reacciona. Puedes empezar poniéndole raciones pequeñas en un cuenco individual y en un lugar tranquilo para que, poco a poco, se anime a probar nuevas texturas y sabores.
Haz que la comida sea más apetecible para tu gato
- Mezcla la comida : No puedes pretender que tu mascota pase de un tipo de alimentación a otra. Primero deberás añadir un poco de la nueva comida a la que solías darle anteriormente. Así, cada día aumenta un poco más cantidad de comida nueva hasta que finalmente le des solo comida nueva y consigas que tu gato se haya acostumbrado.
- Modifica su alimentación : Si el felino ha estado recibiendo comida seca y se niega a seguir comiéndola, puede ser una buena opción que le añadas un poco de comida húmeda o leche para atraerlo. También puedes empezar a darle comida enlatada porque el aroma que desprende es mayor y puede atraer al gato.
- Echa un poco de agua de atún : Incrementa el olor de la comida vertiendo un poco de agua de atún enlatado sobre la comida, imprescindible que sea sin aceite.
- Calienta la comida : No te pases y le des la comida hirviendo, pero tal vez si calientas un poco la comida, mejore su sabor y su olor, lo que puede hacer que el animal esté más predispuesto a comerla.
- Dale comida para bebés : Si ves que después de haber probado todas las opciones anteriores y, además, está enfermo, prueba a darle comida de bebés durante un poco tiempo. Lo importante es que sean productos que estén hechos totalmente de carne porque no pueden tomar alimentos como las cebollas o los ajos. Empieza a darle un poco con el dedo o con una cuchara pequeña para que se vayan acostumbrando.
Ayuda a tu gato a comer
- Reduce las raciones : Dale comidas más pequeñas a lo largo del día para ayudarle a comer porque, si no tiene mucho apetito, podrían agobiarse con un plato grande de comida.
- Haz que coma solo : Puede que tu mascota se sienta incómodo al alimentarse si ve que hay otros animales en casa. Por ello, lo mejor será que lo pongas en una habitación a comer solo para que tenga más ganas y no se sienta presionado.
- Dale de comer con la mano : Tal vez tu felino no tenga apetito ni ganas de comer él solo y necesite tu ayuda. Puedes darle el alimento con la mano, con cuidado de que no se acostumbre, para que se sienta más animado y cómodo. Si se trata de comida enlatada, moja tu dedo y ofrécesela; si se trata de comida seca, colócala en tu mano y extiende la mano para que coma.
- Limpia su nariz : Es probable que tu gato pierda el sentido del olfato durante un periodo de tiempo indefinido si está enfermo. Ofrécele tu ayuda, limpia su nariz para intentar eliminar las descargas y que así se muestre más interesado en comer cuando la pueda oler.
- Préstale atención y dale toda la comodidad posible : No es raro que un felino requiera atención cuando vaya a alimentarse. Para ello, puedes hablarle con un tono de voz suave y acariciarlo mientras come. Sin embargo, no creas que esto funciona con todos los gatos porque hay casos en los que no les gusta para nada sentirse observados. Todo es cuestión de probar.
- Sé constante : Si ves que tu gato está cómodo y tiene apetito con una determinada comida, no se la cambies. A estas mascotas les gusta la rutina y pueden tener dificultades y problemas si se la cambias.
Así debería ser la forma en la que se alimente tu gato
Lo ideal sería alimentar a nuestras mascotas con comida cruda o casera, pero esto no siempre es posible. Por ello, la comida húmeda enlatada es otra buena opción para que la alimentación de tu gato sea de calidad. Pese a ser la opción más económica, el pienso seco no es la elección más adecuada porque se trata de un alimento muy procesado y eso puede inflamar el cuerpo de tu compañero felino.
Es importante que su alimentación sea rica en antioxidantes, aminoácidos y ácidos grasos Omega-3 para que su sistema inmunológico esté bien reforzado. Por sus características nutricionales, el pescado es muy importante en la alimentación de los gatos, especialmente el salmón, por lo que no dudes en incluirlo dentro de la dieta diaria de tu compañero de cuatro patas. Hay gatos a los que les gusta más la carne de pollo o de pavo que el pescado, pero no por ello hay que evitarle que coma productos del mar. Una dieta variada y nutritiva será fundamental para que la salud de tu gato se mantenga fuerte.