Hablamos de que un gato está esterilizado cuando se le han extirpado sus glándulas sexuales consiguiendo, con esta intervención, que no pueda reproducirse y, a su vez, que no tenga celo. Se trata de una operación sencilla con anestesia general en la que, en el caso de los gatos se extraen los testículos a través de un corte en la bolsa escrotal y, en el caso de las gatas, se las abre por el abdomen para extraer los ovarios y, en algunos casos, también el útero.
La esterilización en un gato suele hacerse alrededor de los 8 meses de vida. Debes tener claro que quieres hacerlo, ya que no se trata de una operación que tenga marcha atrás. Uno de los principales inconvenientes que aparecen es que nuestro gato va a empezar a engordar. No se trata de una consecuencia directa de la esterilización, sino que está causada por el cambio en los hábitos de nuestro animal. No debemos preocuparnos demasiado, siempre y cuando le intentemos poner remedio.
¿Cómo debemos alimentar a un gato esterilizado?
Como acabamos de decir, uno de los problemas que se nos presenta en nuestro gato tras haber sido esterilizado es la suma de kilos de más que sufre. La causa de esta subida de peso es que, normalmente, pasa a ser un animal más sedentario y, por lo tanto, no quema las calorías como debería.
En principio, si vemos que ha cogido demasiados kilos y que no los baja tan fácilmente, deberemos incitarle para que haga deporte. Para ello, utilizaremos sus juguetes para lanzarlo y, así, provocar que vaya corriendo a por ellos y se mueva un poco. Aun así, todo será mucho más efectivo si cambiamos la alimentación de nuestro gato esterilizado, ya que será importante que la cuidemos. Es por eso, que aquí te dejamos una serie de consejos sobre la alimentación que debería de llevar tu gato tras haber pasado por la esterilización.
1. Acude al veterinario. Sí que es verdad que hay consejos generales que puede aplicarse directamente, pero siempre es mejor que lo supervise un especialista. Una vez que hemos esterilizado a nuestro gato, sería conveniente que el veterinario que suele atender a nuestra mascota nos dé algunas pautas sobre la alimentación que debería seguir. También nos dirá algunos consejos para conseguir que nuestro gato se encuentre, en todo momento, en el peso correcto.
2. Cuidar la cantidad de comida. Cuando nuestro gato pasa a estar esterilizado, al disminuir la secreción de hormonas sexuales, se provoca que su apetito aumente. Por lo tanto, deberemos tener cuidado con las cantidades de comida que le ponemos en el comedero ya que comerá todo aquello que le pongamos. Es importante tener cuidado, sobre todo, si se tiene más de un animal en casa y suelen comer juntos. En este caso, sería recomendable que comieran en turnos separados. Si seguimos haciéndolo como hasta ahora y no estamos pendientes de cómo va la comida, corremos el riesgo de que el gato esterilizado pueda continuar con la comida de su acompañante.
3. No premies con comida. Cuando estamos jugando con nuestro gato, ha pasado un mal momento o cualquier otra razón, podemos tener la costumbre de premiarle con comida. Debemos intentar cambiar esta conducta. Como hemos dicho en el anterior apartado, el apetito de nuestra mascota ha aumentado y, por lo tanto, no desaprovechará cualquier oportunidad de conseguir comida extra. Es por ello que, en caso de que haga bien o que le queramos premiar, antes de darle comida, le demos una muestra de cariño. El animal puede utilizar estos premios para conseguir comer más, no porque realmente sea algo de mérito.
4. Cambia de pienso si es necesario. Al esterilizar a nuestro gato, deberemos olvidarnos de la alimentación que ha llevado hasta ahora. Existen en el mercado piensos especiales para aquellos gastos que han pasado por esta intervención y que alimentan de igual manera. Estos incluyen todos los nutrientes que nuestro animal necesita, pero teniendo en cuenta la dificultad que se presenta a la hora de conseguir que baje esos kilos de más que ha cogido. En caso de que te encuentres un poco perdido en este tema, seguramente el veterinario pueda ayudarte o cualquier dueño de una tienda de mascotas.
5. Aumentar el consumo de agua. Otro de los problemas de la esterilización y del descenso de la actividad de nuestro gato, es que disminuye considerablemente la ingesta de agua. Es por eso que, el hecho de orinar menos, puede favorecer el aumento de peso. Para ayudar a que beba más agua deberemos hacer que le resulte atractiva. Para ello, pondremos bebederos en distintos lugares de nuestra casa y nos preocuparemos de que se encuentre fresca y limpia para que apetezca beber. Otra solución puede ser hacer papilla con el pienso. En este caso, mezclaremos pienso y agua hasta que el primero se ablande y, tras triturarlo, haremos nuestra papilla. Si tiene tanta atracción por la comida, debe darle igual en qué estado se encuentre.