El chorkie es una raza híbrida fruto del cruce entre un yorkshire terrier y un chihuahua. Aunque no se conoce el momento exacto en el que esta raza nació, se ha establecido que fue en los primeros años de la década de los 90 cuando en Europa se comenzó a experimentar con el cruce de ambas razas. La razón es similar a la del resto de perros híbridos: lograr una raza que aúne las características físicas de ambos progenitores y los mejores rasgos en lo que se refiere a su salud y carácter. Si quieres conocer un poco más sobre esta curiosa raza y excelente mascota, a continuación te lo contamos todo sobre el chorkie.
Características físicas de la raza
Como en cualquier otra raza de estas características, el porcentaje genético que el cachorro puede tener del yorkshire o de chihuahua varía incluso dentro de la misma camada. Por lo que el chorkie puede tender a parecerse más hacia uno de sus progenitores o hacia el otro, mostrando diferentes características. En general, esta raza se caracteriza por tener un cuerpo bastante musculoso y alargado. Sin embargo, es un perro de tamaño pequeño -ya que tanto el yorkshire terrier como el chihuahua lo son-, teniendo una altura a la cruz que puede variar entre los 15 y 23 centímetros. Este pequeño tamaño también se traduce en el hecho de que el chorkie tan solo llegue a pesar 3 o 4 kilos cuando ya ha llegado a su edad adulta.
En lo que se refiere a la cabeza, la forma de ésta es redondeada, herencia directa del chihuahua. Sin embargo, hay ejemplares que la tienen completamente cubierta de pelo, lo que hace que se parezcan más a un yorkshire. En el caso de las orejas también puede haber diferencias, ya que a pesar de que éstas son largas y de forma triangular, pueden estar erguidas como las de los chihuahuas o más caídas. También en el pelo se pueden ver grandes variedades según el porcentaje de genes predominantes de cada uno de los progenitores. Esta es la razón por la que algunos chorkies tienen un pelo más corto y liso como los chihuahuas o un poco más largo y rizado a semejante de los yorkshire. En cuanto a los colores de pelaje que suele mostrar esta raza, las tonalidades varían entre el marrón, el dorado, el gris claro y el negro y las mezclas que se pueden dar entre estos colores. Eso sí, hay que tener en cuenta que el color que muestre un cachorro puede variar durante su etapa de crecimiento, algo que ocurre en la mayoría de las razas.
Carácter del chorkie
Esta raza se caracteriza por ser activa y curiosa, aunque hay que indicar que no es de los perros que más energía acumulan. También destacan por ser especialmente territoriales, algo que puede ser un problema, pero que si se educa a la mascota de forma correcta se puede lograr hacer de esta característica una fortaleza a la hora de vigilar el hogar. Precisamente por esta territorialidad puede tener problemas a la hora de relacionarse con el resto de perros. Por ello es muy importante que el perro esté expuesto a la presencia de otros perros y aprenda a socializar con ellos desde su infancia.
Autónomos e independientes, no suele ser la raza más recomendable para tener en casa junto a niños pequeños, ya que al ser muy impacientes pueden cansarse rápidamente del juego de los chiquillos. Eso sí, esta independencia no quiere decir que no necesite del cuidado de sus amos, ya que si no reciben la atención que merecen pueden desarrollar problemas relacionados con la ansiedad y que ésta derive en trastornos destructivos. Otro de los rasgos característicos de esta raza es que, además de afables, son muy cabezotas y a veces esto crea problemas a la hora de educarles. Para lograr enseñarles órdenes con éxito hay que armarse de paciencia y llevar una rutina constante para que, poco a poco, la mascota vaya obedeciendo los distintos comandos. Y es que en el momento en el que el perro crea que estás intentando imponerte se rebelará.
Cuidados específicos de esta raza
El chorkie se caracteriza por ser un tipo de perro que no necesita excesivos cuidados más allá de un alimentación sana y completa con piensos de calidad y una actividad física de carácter moderado todos los días. Durante la etapa de cachorro es cuando más atención necesitará debido al pequeño tamaño que tienen durante los primeros meses de vida, pero sus cuidados serán similares a los de un cachorro de cualquier otra raza. Si un chorkie está bien alimentado y cuidado puede llegar a tener una esperanza de vida de 10 a 15 años.
En un aspecto en el que sí que hay que poner un poco de atención es en el cuidado del pelo, ya que se recomienda cepillarlo de forma diaria durante 10 o 15 minutos para evitar que se les formen nudos difíciles de eliminar luego. Un cepillado que es necesario sobre todo en aquellos ejemplares que tengan un pelo más largo y rizado. Tampoco se aconseja cortarlo muy asiduamente y nunca con cortes extremos, ya que es una raza que no soporta demasiado bien los extremos de temperatura y el pelo les ayuda a protegerse. En el caso del baño, éste debe ser muy puntual y cuando sea extremadamente necesario para evitar que el perro pueda sufrir problemas de piel, una afección a la que suelen ser propensos.
Enfermedades del chorkie
Las razas híbridas suelen estar expuestas a problemas de salud frecuentes de sus progenitores, en este caso del yorkshire terrier y del chihuahua. Sin embargo, el chorkie se caracteriza por tener una salud excelente, precisamente herencia del chihuahua al ser una de las razas de perro que menos enfermedades suele desarrollar. Algunas de las enfermedades que pueden afectar a estos perros son:
- Problemas en la piel causadas por alergias o afecciones. Por ello hay que tener micho cuidado con las prendas, mantas o demás materiales y sustancias que entran en contacto con su piel. Algunas señales que indican que puede tener una afección cutánea son picores que hace que el perro se rasque o lama con frecuencia, desarrollo de caspa, pérdida de pelo o pequeñas costras y erupciones en la dermis.
- Dislocación o luxación de rótula: un problema que sobre todo suele afectar a las hembras. Se produce al desplazarse el hueso del interior de la rótula, afectando a la capacidad de movimiento del animal y generando dolor. Puede producirse a causa de un mal movimiento o de un golpe o bien por ser una malformación genética, una característica que suele manifestarse a partir de los 4 meses de edad del perro.