Cada vez más personas adquieren cerdos vietnamitas como animales de compañía. Tienen un carácter simpático y juguetón, además de una apariencia curiosa. Estos animales se han vuelto muy populares entre las posibles mascotas a elegir para un hogar por el hecho que son fáciles de educar, asimismo son muy limpios al contrario de lo que se pueda pensar por el hecho de ser un cerdo.
Estos animales suelen vivir entre 15 y 20 años, dependiendo de los cuidados, la alimentación y el lugar donde habiten. Como su nombre indica procede de Vietnam, aunque también está presente en los países vecinos, considerado como un animal de granja. Actualmente, son muchos los países que han considerado al cerdo vietnamita como una posible mascota.
Físico del cerdo vietnamita
El cerdo vietnamita es muy parecido en cuanto a fisionomía se refiere a los cerdos comunes, extremidades y cola cortas con una cabeza y cuerpo grueso. El color más común es el negro, pero también puede ser gris o marrón, y tener manchas de color claro.
El peso de este cerdo sí es bastante menor, rondando los 45 kilogramos y el medio metro de altura. Cabe destacar que es uno de los animales que más se abandona, cuando es adquirido apenas mide el tamaño de nuestra mano, pero a medida que va creciendo y según el estilo de vida puede resultar complicado tenerlo dentro de una vivienda de tamaño estándar. Las hembras tienen un tamaño menor que los machos, un aspecto a tener en cuenta si vas a tener este animal en un piso o apartamento con espacio reducido.
Comportamiento del cerdo vietnamita
Como hemos dicho antes, son animales simpáticos, cariñosos y juguetones. Pero desde el primer momento hay que enseñarles y mostrarles nuestras normas, ya que se pueden convertir en animales destructivos y muy testarudos. Es conveniente que se relacionen con otros animales, por lo que si es posible ten más de un ejemplar.
Los machos, por lo general, suelen ser más juguetones que las hembras, pero estas son más inteligentes.
Cuidados del cerdo vietnamita
El mejor sitio para tener a este animal es un jardín, donde pueda jugar y caminar tanto como desee, aunque se pueden acostumbrar a vivir en una casa. Si es así necesitará hacer mucho ejercicio por lo que es fundamental tener tiempo para poder pasearlos largos ratos.
El cerdo vietnamita no desprende olor, por lo que no huele mal. Es bueno darle un baño cada dos meses, así se acostumbrarán y les gustará el agua. Al igual que el resto de los cerdos son omnívoros, así que su alimentación es bastante sencilla, verduras, frutas y cereales. Tienden a engordar por lo que no debemos proporcionarle una vida sedentaria. Otro dato, no les gusta que se les levante del suelo, si lo haces chillarán.
Pros de tener un cerdo vietnamita como mascota
Lo positivo de tener este animal es que es muy dócil, curioso y dependiente, por lo que te buscará y necesitará de ti para vivir. Además, le encantará pasar tiempo contigo jugando. El cerdo vietnamita tiene muy buen carácter si es bien educado. Es muy limpio ya que al contrario de lo que se piensa, este cerdo no se revuelca en sus heces, sino que puedes enseñarlo a hacer sus deposiciones en arena para gato. Eso sí, son grandes, tendrás que proporcionarle arena limpia todos los días.
Contras de tener un cerdo vietnamita como mascota
Necesitan pasar tiempo al aire libre, paseando y jugando y en muchas ocasiones nos dicen que no van a crecer demasiado, pero sí lo hacen. Siempre hay que ser conscientes de la vida que vamos a darle. Un animal no es un capricho, necesita tiempo y dedicación. Son muy testarudos si no se les educa adecuadamente, las normas deben estar presentes desde el primer día.
Estos animales son ruidosos por naturaleza, además son capaces de emitir varios sonidos diferentes. Si vives en un edificio puede ser un aspecto negativo, ya que puede llegar a molestar a los demás vecinos. Un problema que ya hemos mencionado antes de esta posible mascota es el abandono. Debido a la popularización de la especie en nuestro país, se produjo un descenso de precio de estos animales, poniéndolos al alcance de casi cualquiera, ya que rondan de los 100 a 300 euros por ejemplar. Esto ha hecho que algunas personas, cuando ven que no son capaces de proporcionarles los cuidados necesarios, debido al gran tiempo que requieren, los abandonen.
Otro problema es que no regulan bien el calor corporal, un aspecto para tener en cuenta según donde vaya a habitar el animal. Les cuesta mantenerse frescos en verano y calientes en invierno. En cuanto a las pezuñas, podrían deformarse si no se mueven lo suficiente, esto provoca que el animal no pueda caminar bien, por lo que pueden surgir muchos más problemas. Como, por ejemplo, que suban de peso muy rápido y no quieran salir a pasear debido al dolor que la deformación puede causarles.
En definitiva, antes de adquirir un animal con estas características debemos meditarlo mucho y saber si estamos dispuestos a realizar sacrificios en nuestra vida y nuestro tiempo para poder dedicarles todo el tiempo y los cuidados que necesitan. Un animal nos aporta mucha felicidad, pero requiere grandes cuidados y mucha responsabilidad. Hay que tener presente que tienen sentimientos y necesidades, no son un juguete.